Dieciséis| Distinto

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Jungkook observó con recelo a Min Yoongi entrando a la habitación de Jimin. Cuando sus ojos se conectaron, Yoongi dudó un poco en seguir su habitual rutina: entrar, saludar y poner la mochila bajo el escritorio.

—Hola, Kook... —habló con toda la naturalidad posible.

No recibió respuesta, tampoco la esperaba realmente. La tarde anterior mientras comía con Hoseok, Jimin apareció de la nada diciéndole que tenían que hablar.

"Jungkook lo sabe

Yoongi se sorprendió del gesto impaciente en el rostro de Jimin, parecía estar a la expectativa de un regaño. Aunque su estómago se revolvió y sintió una presión molesta en el pecho, intentó sonreír.

"Lo sé, yo estaba ahí cuando lo escuchó"

"No, Yoongi, lo sabe todo"

No podía molestarse ni culparlo de algo que ocurrió por un descuido de Taehyung, y aunque ya tenía en su mente una plática estructurada con el recepcionista, de pronto la zozobra reflejada en los ojos de Jimin se instaló en su cuerpo.

Sabía que sería difícil hablar con Jungkook sobre el recuerdo de Jihoon, pero de sólo pensar que tendría que hablar sobre la forma en la que lo traían de vuelta al mundo, Yoongi se sintió vulnerable y asustado. Aún así no podía ceder a sus miedos, Jimin no debía cargar con la culpa y tampoco iba a permitirlo.

"Tranquilo, Jiminie, yo hablaré con él"

"La única forma de mantenerlo callado fue prometiéndole que le mostraría lo que hacemos..."

Aquello lo dejó sin opciones o alguna forma de escapar de la realidad tan abrumante que llenó sus pulmones de hiel. Jungkook sería testigo del intercambio de almas entre Jihoon y Jimin, no había salida.

Estaba consciente del recelo y confusión que Jeon Jungkook sentía al estar a su lado, cualquiera que amenace la integridad de un amigo no puede verse con buenos ojos. No iba a culparlo por evitarle el día anterior, él sólo cuidaba sinceramente a Jimin.

—Hey... —saludó Yoongi observando a Jimin sentado en el suelo, abrazando sus piernas mientras mordía ligeramente su labio.

—Hola.

Intercambiaron una mirada de frágil complicidad, Yoongi le sonrió un poco, deseando secretamente que el ceño fruncido de Jimin se relajara y que sus dientes liberaran aquella parte carnosa que aprisionaban sin descanso.

Jungkook no habló, se mantuvo quieto a un lado de su amigo, estudiando cada movimiento. Yoongi jamás tuvo una relación meramente cercana con él, sin embargo podían hablar con naturalidad y simpleza, convivir con Taehyung significaba convivir también con su hermano mayor y su mejor amigo.

Y aunque Yoongi no fue precisamente efusivo en sus ratos juntos, Jungkook le tomó cariño casi de inmediato. Siempre lo consideró respetuoso, sereno y atento a las necesidades de los demás. Pero ahora ya no estaba tan seguro.

En silencio, Jimin se puso de pie y caminó hasta Yoongi, cuando ambos estuvieron cerca, éste le miró con curiosidad y una inevitable sonrisa asomándose por la comisura de sus labios pequeños.

—¿Te gustó la colonia? —preguntó un tanto entusiasmado, olfateando un poco al rededor de Jimin.

—No está mal —se encogió de hombros en un intento de restarle importancia a su semblante complacido.

—Hueles muy bien, Jiminie.

—¿De verdad?

—Claro, los olores dulces te quedan bien. 

Healing Jimin [MY;PJ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora