-No me gusta cómo te mira-, dijo Ron de repente, bajando de golpe su taza de zumo de calabaza, haciendo que salpicara a Hermione. Ella resopló y lanzó un hechizo de secado.
-¿Hm?- Harry pasó el tenedor por su plato de desayuno distraídamente. El desayuno le había llegado demasiado pronto. Estaba mortalmente cansado. Por primera vez desde que comenzó el séptimo año, Harry había tenido un sueño reparador, pero no el suficiente.
-Él-, susurró Ron al otro lado de la mesa. -Snape-.
Harry se encogió de hombros, pero miró de reojo hacia la mesa del profesorado para ver que, efectivamente, Severus le estaba observando intensamente. Se encontró con la mirada del profesor y mantuvo el contacto visual. El rostro del mayor era impasible. Se llevó una taza de café a sus finos labios, pero siguió manteniendo los ojos de Harry con los suyos.
Harry se volvió hacia sus amigos.
-Ha estado observando a Harry durante años-, dijo Hermione con objetividad mientras pasaba una página de su libro.
-¿Qué?- dijeron Ron y Harry al unísono, volviéndose ambos hacia ella.
-¿Qué? ¿Nunca te has dado cuenta? Esto ha estado sucediendo desde el primer año-.
-Sí, bueno, probablemente porque es el maldito Snape y no confía en absoluto en Harry. Siempre está esperando que Harry la cague de alguna manera para ser él quien lo castigue. Se excita con ello, te lo aseguro-.
-No-, dijo Hermione pensativa. -No creo que sea eso. Creo que se preocupa por ti, Harry. Quiere mantenerte a salvo. Todos somos lo suficientemente mayores y maduros-, señaló a Ron con una mirada mordaz -para saber que está firmemente de nuestro lado. Ha sacrificado mucho por La Orden y eso es algo que hay que respetar-.
Harry volvió a mirar hacia la mesa del personal, pero Severus ya no estaba.
Harry respiró hondo, recogió sus libros y siguió a Hermione hasta Historia de la Magia.
Una vez solos en el pasillo, Hermione se volvió hacia Harry y le dijo en voz baja: -Anoche estuviste más tiempo de lo que sueles estar-.
-¿Acostumbrado a acosarme?- se burló Harry.
-Estoy tomando unas cien clases, Harry. Me despierto muy temprano para estudiar. Normalmente vuelves antes de que me despierte. ¿Anoche fue peor que de costumbre?-.
-No, erm, en realidad mejor-.
-¿Mejor? ¿Cómo? ¿Durmiendo un poco en algún pasillo?- preguntó Hermione con sarcasmo.
-Eh, no. Tuve algo de compañía. Fue... agradable... supongo-.
-¿Oh?- Hermione parecía casi celosa, tal vez sólo triste por no ser la persona con la que Harry sintió que podía hablar la noche anterior. -¿Quién era?-.
-Snape-, susurró Harry, mirando sus botas.
Hermione dejó de caminar y se quedó boquiabierta mirando a Harry. Rápidamente recuperó la compostura y volvió a sincronizarse con los pasos de Harry.
-Al menos estás bien protegido cuando él está cerca, supongo-.
En el pasado, la afirmación de Hermione habría sido risible para Harry. Pero, Harry había crecido y por fin podía ver las cosas como eran, y estaba de acuerdo con Hermione. Se sentía seguro con el profesor.
Harry garabateó ondas, remolinos y círculos concéntricos en su pergamino. Binns no paraba de hablar, como siempre. Era difícil prestar atención al fantasma parlanchín en circunstancias normales, pero en estos días era francamente imposible. De todos modos, Harry estaba destinado a morir pronto. A Harry no le servían los hechos históricos ni las alegorías. Estaba perdiendo el tiempo en esta clase, en esta escuela. Debería estar entrenando para luchar.

ESTÁS LEYENDO
RUMOURS
FanfictionHarry descubre que la profecía dice que morirá cuando se enfrente a Voldemort. ¿Qué pasa si Severus Snape se niega a permitir que esto suceda? Una nueva amistad entre un estudiante y un profesor se convierte en la fuerza más poderosa contra Voldemor...