RUMOURS

Capítulo 16

Severus levantó su varita para distribuir los pergaminos marcados a sus dueños. Flotaron por el aula y se posaron en silencio frente a los alumnos a los que pertenecían.

Xena Williams se burló y le dijo a su amiga: -Lástima que yo no sea su tipo como Harry Potter. Quizá me habría puesto una nota más alta-.

Ella, obviamente, no había pretendido que Severus la oyera.

-¿Disculpe, señorita Williams? ¿Le importaría quedarse para el castigo y discutir más de sus especulaciones sobre mi vida privada?-.

El terror en el rostro de la Ravenclaw de quinto año era evidente. Ella sacudió su cabeza llena de rizos rubios.

-No, profesor. Lo siento-.

-¿Alguien más tiene alguna especulación, rumor o mentira descarada que quiera discutir? ¿O podríamos seguir con esta maldita clase?-.

La siguiente clase de Severus fue una repetición casi idéntica.

-Harry Potter se lo está follando, ya sabes-. Bradley Jones, el Gryffindor de sexto año, susurró a cualquiera que estuviera al alcance del oído... incluyendo al propio Severus.

La presión arterial de Severus se disparó inmediatamente.

Agarró los bordes de la mesa y se inclinó intimidantemente cerca del estudiante.

-Dudo que Harry Potter se esté 'tirando' a nadie. Es lamentable y torpe. ¿Quién lo querría? Además, ¿no crees que el pequeño 'salvador' está demasiado ocupado 'salvando el mundo' como para preocuparse por relaciones interpersonales de colegiala sin sentido?-.

-Discúlpeme, profesor-, el estudiante sonaba disculpado, pero sus ojos desafiantes decían lo contrario. -Es que los propios Slytherins insisten en que se acuesta con Draco Malfoy-.

-Malfoy-, se hizo eco Snape.

-Algunos dicen que usted, señor. Pero la mayoría dice que está saliendo con Malfoy. De cualquier manera, los Gryffindors sólo nos sorprendemos de que sea un marica-.

Los murmullos alrededor de Jones confirmaron lo que decía.

-Los rumores son despreciables. Son la forma más baja de entretenimiento. Dadas sus notas en mi clase, le sugiero que pase menos tiempo cotilleando y más estudiando-.

El estudiante lo miró con desprecio, pero no dijo nada más.

-Cincuenta puntos de Gryffindor-, bramó mientras volvía a su posición al frente de la clase.

Durante la hora de la comida, Severus se dio cuenta de que decenas de alumnos lo miraban fijamente. Parecía que la mayoría de los alumnos miraban y susurraban a Harry, a Draco o a él mismo.

Merlín, estaba envuelto en un rumoreado triángulo amoroso homosexual con dos alumnos, uno de ellos su amor profético y el otro su ahijado.

Severus se clavó los pulgares en los párpados. Esto era una verdadera pesadilla.

Respiró profundamente y se dijo a sí mismo que no estaba celoso ante la posibilidad de que algunos de esos rumores fueran ciertos: que Harry se estaba acostando con Draco. Eso era mentira. Estaba celoso. Brutalmente, vergonzosamente celoso.

El joven había parecido bastante experimentado cuando había besado a Severus y se había montado a horcajadas sobre él... pero, no. Harry le había confesado su amor en más de una ocasión. Por otra parte, Severus también había alejado a Harry en cada oportunidad.

Si se estaba acostando con Draco, era por su propia culpa. A pesar de todo, Severus no podía evitar sentir que Harry era suyo.

Severus sólo había marcado un par de ensayos cuando Minerva entró a empujones en su despacho aquella tarde.