Albus se pasó la mano por su larga barba, pensativo.
-Lo estás haciendo muy bien, Draco. Muy bien, de hecho-.
Draco sonrió.
-¿Crees que estamos listos?- preguntó Draco.
Albus entrecerró los ojos ominosamente. -No creo que ninguno de nosotros esté realmente preparado. Es mi deseo que ambos aprendan todo lo que puedan antes de que él ataque. ¿Has oído algo más?-.
Draco negó con la cabeza.
Harry puso una mano tranquilizadora en el hombro de Draco. Sabía que estaba aterrorizado, por el destino de sus padres, por tener que enfrentarse a Voldemort, por su propia vida.
-La gente va a morir. Lo único que puedes hacer es intentar no ser una de ellas-, le dijo Harry con sinceridad.
-Eso es todo por esta noche, chicos. Mañana a la misma hora-. Albus los guió hasta la puerta. Draco y Harry salieron de la sala de Menesteres. Albus siempre parecía quedarse atrás una vez que salían cada noche. Harry sospechaba que Albus se había reunido allí con los aurores.
A esa hora de la noche, el corazón de Harry siempre empezaba a latir con fuerza cuando salía al pasillo. Dos veces en las últimas semanas, Harry había visto a Severus después de las sesiones de entrenamiento. Conocía a Severus lo suficientemente bien como para saber que era a propósito. Estaba tan desesperado como Harry por verse. Se habían visto en clase, pero les aterraba arriesgarse a más de una mirada.
Había sido una de las tareas más difíciles de su vida mantener la distancia con Severus. Cuando Draco le había comentado la idea de la profesora McGonagall: que hicieran creer a los demás que tenían una relación, Harry aceptó fácilmente. Era para proteger a Severus. Aunque fuera lo último que hiciera con su vida, Harry mantendría a Severus con vida a través de esto, y él necesitaría un hogar y una carrera a la que volver. No podía permitir que el hombre perdiera su puesto en Hogwarts simplemente porque Harry fuera incapaz de mantenerse alejado de él.
Harry no necesitaba preguntarse si le dolía a Severus verlo con Draco. Sabía que sí. Pero le habían asegurado que Severus sabía que todo era una actuación para salvar su reputación. Seguramente Severus podría entender eso y saber que a pesar del papel que jugaba con Draco, su corazón le pertenecía siempre. Esperaba que Severus lo esperara, si Harry sobrevivía a la batalla.
Sin sus paseos nocturnos con Severus, o sin estar acurrucado contra él, la única forma en que Harry podía calmarse lo suficiente como para encontrar el sueño cada noche era cerrando los ojos y dejando que su mente vagara hacia el refugio donde los dos habían sido libres de ser ellos mismos. Harry anhelaba volver allí. Esperaba que una vida así estuviera en su futuro. Que él y Severus pudieran tener algún día un hogar propio, libre de la mirada del público. Harry llegaba a casa del trabajo, se quitaba los zapatos y entraba en la cocina, donde Severus estaba preparando la cena para los dos. Su amor volvería sus ojos oscuros hacia Harry y le dedicaría la sonrisa que estaba reservada sólo para él. Harry rodearía con sus brazos a su compañero, respiraría su aroma y le daría un beso en el cuello. Severus se volvería, envolvería a Harry en sus ágiles brazos y le diría lo mucho que le había echado de menos aquel día. Tal vez entonces cenarían juntos, se retirarían al salón y hablarían de sus días.
A esa altura de la fantasía, Harry solía quedarse dormido. Otras noches, Harry luchaba contra el sueño para permitir que el futuro-Harry imaginario y el futuro-Severus entraran a trompicones en el dormitorio, tropezando con los zapatos y los pantalones mientras se besaban y desvestían el uno al otro, para finalmente caer juntos en la cama.
Draco le tendió la mano a Harry para que la tomara. Ya era una costumbre, sólo para reforzar la imagen ante cualquiera que pudiera verlos antes de que se separaran para ir a sus propios dormitorios. Harry tomó la mano ofrecida. El contacto era agradable, pero no se comparaba con tener su mano en la de Severus.

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RUMOURS
FanfictionHarry descubre que la profecía dice que morirá cuando se enfrente a Voldemort. ¿Qué pasa si Severus Snape se niega a permitir que esto suceda? Una nueva amistad entre un estudiante y un profesor se convierte en la fuerza más poderosa contra Voldemor...