El sábado por la mañana, Harry finalmente cedió ante Severus y Hermione que era hora de contarle al director sobre su descubrimiento.
Hermione, siempre astuta, no había ofrecido acompañar a Harry a las habitaciones de Severus.
-Iré a ver si está listo-, había dicho Harry. Hermione asintió y le dijo que fuera.
Harry llamó esta vez a la puerta de Severus. Aunque en esta parte del castillo era poco probable que los vieran, Harry se había tomado muy en serio que debían tener cuidado. Los rumores sobre ellos dos habían comenzado antes de que ocurriera nada entre ellos. Harry no quería arriesgar la carrera de Severus, o peor aún, que algo llegara a oídos de Voldemort.
Severus abrió la puerta y salió al pasillo. El rostro de Severus estaba inexpresivo, pero Harry conocía al hombre mejor que sus bien entrenadas expresiones faciales. Sabía que debía estar preocupado.
No era una simple conversación la que iban a tener.
Severus, un hombre muy reservado y sin emociones, tendría que decirle al director que amaba a Harry y que era él quien estaba destinado a salvarlo. Harry quería tomar la mano de Severus, hacerle saber que estaba a su lado en todos los asuntos, y especialmente en este.
Los dos caminaron en silencio hasta que se acercaron a Hermione al pie de la escalera del despacho de Dumbledore.
Hermione les sonrió amablemente.
-Así que ya ven-, dijo Hermione. -La profecía no significaba en absoluto lo que creíamos que significaba. La vida de Harry puede salvarse. Creo que tenemos que empezar a formular un plan. El señor oscuro nunca esperará esto. Es una ventaja para la luz-.
-Tiene toda la razón, Srta. Granger. Usaremos esto a nuestro favor-. Dumbledore miró a Severus. -Tendremos que convocar una reunión de la Orden-.
Mierda. El estómago de Harry desarrolló un pozo en el fondo. Una reunión de la Orden. Remus y Sirius estarían allí al escuchar a Severus. -Ah, y ¿adivina qué? Resulta que amo a Harry Potter. De hecho, le quiero más que a cualquiera de ustedes. Y yo seré quien lo salve-.
Bueno, no lo diría exactamente así, pero es absolutamente como la mente sesgada de Sirius lo escucharía.
Harry miró a Severus y se mordió el labio con preocupación. Remus y Sirius sabían que el profesor era homosexual. Con ese conocimiento, ¿había alguna manera de convencerlos de que era un amor platónico? Harry lo dudaba. ¿Pensarían que Severus era un depredador de algún tipo? ¿Que todo esto era muy impropio? Es muy probable.
Se mordió las uñas para no llegar a Severus.
Harry salió de sus pensamientos cuando escuchó a Dumbledore despedir a Hermione de la habitación.
-Necesito hablar con los caballeros a solas. Estoy seguro de que lo entienden-.
Hermione se levantó sin decir nada y salió del despacho con un suave chasquido de la puerta tras ella.
Harry finalmente levantó la cabeza para mirar al director.
-Estoy seguro de que los dos saben por qué esto tiene que permanecer en absoluto silencio fuera de la Orden-.
Ambos hombres canturrearon y asintieron en señal de comprensión.
-Por supuesto, queridos chicos, estoy encantado con esta revelación. Estoy un poco perplejo por no haberlo visto yo mismo, pero estoy eufórico de todos modos. Aun así, esto cambia... bueno, todo. Supongo que las reuniones de la Orden serán bastante frecuentes mientras decidimos cómo derrotar a Voldemort de una vez por todas-.

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RUMOURS
FanfictionHarry descubre que la profecía dice que morirá cuando se enfrente a Voldemort. ¿Qué pasa si Severus Snape se niega a permitir que esto suceda? Una nueva amistad entre un estudiante y un profesor se convierte en la fuerza más poderosa contra Voldemor...