Capítulo 28

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Harry siguió la petición de Severus y se dirigió a la losa de madera de una mesa que Severus había transfigurado en un rincón de la habitación.

Se sentía inseguro en ese momento, pero decidió confiar en el hombre mayor.

Severus se cernió sobre él, el tinte rojo de sus mejillas finalmente se desvaneció. Severus le subió las mangas a Harry y le examinó los brazos. Tiró del dobladillo de la camisa para dejar al descubierto el abdomen. Le revisó las pantorrillas, el cuello. Cada vez que las yemas de los dedos de Severus lo acariciaban, la piel tocada se encendía, pidiendo más contacto. Severus permaneció impasible y con un comportamiento profesional.

-¿Qué buscas?-.

-Moretones-.

Harry suspiró. -Te he dicho que nunca me ha hecho daño. Estás actuando como Sirius-.

Severus ignoró el comentario. Levantó su varita y golpeó varias partes de su cuerpo.

-Relaja tu Oclumancia. No invadiré tu mente-.

Harry hizo lo que se le dijo. Sintió que Severus entraba en su mente muy brevemente. El hombre dio un pequeño paso atrás y se cruzó de brazos. Harry se estremeció.

-No hay signos de manipulación. Has dejado que te haga esto-.

¿Hacer qué exactamente? Te he dicho...-

-...Dejaste que te convirtiera en su obediente sumisa. Hermione me ha contado...-

-Todo sobre cómo Draco gobierna mi vida. Sí, lo entiendo-. Harry se sentó, dejando que sus pies colgaran entre ellos.

-No quiero culpar a la víctima. Pero tú le dejaste hacer esto. Dejaste que se metiera en tu cabeza... ¿por qué?-

Harry se encogió de hombros. -Estoy cansado-.

Severus suspiró. -Te dejaré ir para que puedas descansar-.

Harry agarró la muñeca de Severus para evitar que se alejara.

-No. Estoy cansado-. Harry casi gimió. -No quiero pelear. No quiero discutir. No quiero tener que pensar. No quiero sentir. Estar con Draco me ha dado eso. No siento nada, no pienso en nada. Él me cuida, a su manera-.

-La vida es algo que se vive, Harry. No puedes sentarte y dejar que la vida te suceda-.

-Todo en mi vida me ha "sucedido". Nada de ello ha sido mi elección. ¿Por qué debería dejar de ser así sólo porque la guerra terminó?-.

-Precisamente por eso. No quieres sentir nada... Dime ¿alguna vez te sientes feliz? ¿Te sientes feliz en tu tienda?-.

Harry sonrió caprichosamente. -Sí. Sólo allí. Y aquí, ahora. Contigo-.

Severus soltó una risa sarcástica. -Sólo me estabas gritando-.

Harry se rió. -Debe ser la costumbre, de estar en esta clase. Supongo que algunas cosas nunca cambian-.

Los dos rieron juntos con facilidad durante un breve momento. Harry sintió que se relajaba.

-Bueno, supongo que algunas cosas sí cambian. Tú y Hermione son los mejores amigos ahora, ¿eh?-.

-Sí, bueno, mi ahijado le robó su otra amigo-.

-¡Ay! Poniendo la culpa a flor de piel...- Severus levantó la ceja y frunció los labios. -Me ponía celoso. Al final, Hermione pasó más tiempo contigo que yo allí. Estoy seguro de que a estas alturas ella te conoce mejor que yo-.

-Y Draco te conoce mejor-.

-No. No lo hace. La verdad es que no-. Harry sonrió con satisfacción y añadió con una contemplación fingida -Quizá si nos morreáramos más...-

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