En las garras de la mafia

Capitulo 24

Luke Hemmings - Place In Me

- ¡MamiLe!

Dejo lo que traía en las manos en el mueble de al lado de la puerta mientras Mateo viene corriendo con pasos torpes y sus bracitos abiertos.

- Hola piojito de mamá- digo cargándolo.

Él me abraza con las piernas como puede y se mete la cabeza en mi cuello.

- Mami...

- ¿Extrañaste a mami?- asiente.

Camino hasta el sofá de la habitación y me dejo caer. Gael entra por la puerta dando el ultimo sorbo de café y lo tira. Le damos su trozo de torta a Mateo mientras hace el intento de tener una gran conversación con nosotros y reímos por sus ocurrencias.

Pasamos unos minutos jugando a atraparlo hasta que lo noto muy agitado y algo pálido.

- Es momento de mirar la televisión y descansar para mañana seguir junado con el tío y mami, ¿Si?

Vuelve a estirar sus bracitos y voy con el al baño para ducharlo y ponerle la ropa de dormir.

Acaricio el cabello rubio de mi pequeño guerrero mientras lo miro, no puede ser tan igual a su padre. Cierro los ojo cuando Gael me dice que descanse un poco.

El sábado de la semana próxima vuelve el doctor Jagger y empezaremos con el tratamiento de la leucemia, quiero salir de este problema lo antes posible. No puedo ver a mi hijo tan decaído, no es el mismo niño que siempre esta lleno de energía y corre por toda la casa, juega con Paco y los guardias cuando no están en su trabajo.

Despierto por el sonido de una arcadas y tos, abro mis ojos y veo a Mateo vomitándose encima y a Gael agarrándolo por la frente para que no se caiga.

Me levanto y corro a la puerta para gritar por ayuda.

Enfermeras entran y el doctor de turno noche entra corriendo también, nos separan y ponen una vía en su bracito, Mateo grita por mi pero no me dejan acercarme. Gael intenta retenerme, me estoy retorciendo como una loca por querer estar con mi hijo.

¿¡Que mierda pasa con la gente de este hospital!? ¡Es solo un bebé de dos años! ¡No pueden no dejarme acercarme, es mi hijo!

- ¡SUELTAME DE UN PUTA VEZ GAEL! ¡QUE ME SUELTES!- Mateo sigue llorando asustado y gritando por mi.

Lo tienen retenido entre dos enfermeras mientras mi bebé niega y llora diciendo:- Puta, puta, puta, puta.

En otro momento lo hubiera regañado pero ¡Dios!

- ¿¡Es malditamente necesario que lo sostengan de a dos !? ¡Tiene dos años! ¡ No tiene superpoderes imbéciles! ¡Lo lastiman y los asesino a todos! ¡Les sacaré cada parte del cuerpo y esparciré sus restos por todo el mundo! ¿Me escucharon hijas de puta? No quiero ver una sola marca en su cuerpo.

Estoy sacada, no me calmo hasta que lo sueltan y le pasan medicamentos por la vía, voy corriendo a su lado y lo abrazo con cuidado de no lastimarlo.

Obviamente él se acurruca entre mis brazos y solloza fuerte.

- Mami... Mami...

- Shh... ya está cariño, mami esta aquí contigo.- lo mezo con mi cuerpo y de a poco se va calmando. Su respiración se volvió muy lenta y noto que se ha dormido.

Limpio las lágrimas que quedaron en su rostro mientras escucho como la puerta se abre.

Por ella, entra un doctor seguido de Gael.