Capítulo 37

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- Sean bienvenidos, ambos.- Él me mira.- Al fin puedo conocerte Elena. Mi nombre es Karl.

No puedo quitar mis ojos de él. Me siento hipnotizada completamente.

- Cariño, Karl es el jefe de la Bratva. Él nos ayudará. - Enzo posa su mano en mi cintura y espera mi reacción.

Alto, imponente, con ojos fríos que ocultaban un torrente de pensamientos inescrutables, Karl era el jefe indiscutible de la organización criminal más poderosa de la región.

Los sollozos de la mujer me obligan a apartar la vista y observarla. Retrocedo un paso, intentando distanciarme, pero me topo con el pecho de Enzo detrás de mi, impidiéndome que me aleje demasiado.

- Vayamos a la sala para poder hablar tranquilamente- propone Enzo con total confianza hacia ellos. Veo a amor asentir y me dirige hacia lo que imagino que es la sala de esta enorme mansión. Nos sentamos y enseguida aparece la señora que nos recibió en la entrada, trayendo una bandeja con una tetera y una jarra de café. Nos sirve a todos y luego se retira.

- No se por donde comenzar...- Karl decide hablar.

- Comencemos por el principio. Dime que quieres y como planear ayudarme a encontrar a mi hijo- Digo, interrumpiéndolo directamente, sin rodeos.- Esa podría ser una buena forma de empezar.- Estaba siendo una perra, pero no me importa. Estoy perdiendo minutos importantes en la búsqueda de mi hijo.

- Mi nombre es Karl Smirnov. Soy el líder de la Bratva y también soy tu tío.- Declara, su mirada fija en mi, esperando mi reacción. - Mi hermano, era Maxim Smirnov, es decir, tu padre.- continuó Karl, su tono grave pero lleno de una extraña mezcla de tristeza y determinación.

Mi reacción más sincera es reírme.

- Es broma, ¿Cierto?

Miro a Enzo, quien simplemente aprieta su mano en mi hombro.

-¿Qué está pasando, Enzo? ¿Quiénes son estas personas y por qué dicen estas cosas sin sentido?

- No estamos bromeando, cariño- interviene la mujer que acompaña a Karl. -Somos tus tíos, llevamos mucho tiempo buscándote.

- No me llames cariño. No los conozco y más les vale empezar a hablar con la verdad, estoy perdiendo tiempo valioso en la búsqueda de mi hijo por estar aquí hablando con ustedes. ¡Hablen ya!- Comienzo a cabrearme.

- No te estamos mintiendo Elena. Tu padre, Maxim Smirnov era el máximo líder la Bratva, el soberano de todo este mundo y más allá. Mi hermano... era un líder respetado. Se conocieron con tu madre cuando eran jóvenes y se enamoraron profundamente, a pesar de la falta de apoyo de todos. No se rindieron y lucharon inalcanzablemente por estar juntos. Tú naciste del amor que compartían. Con tus ojos marrones penetrantes, eras la princesa de nuestra familia. De toda la Bratva. Todos quedamos maravillados con tu llegada. Hasta que ocurrió un accidente y tus padres fueron atacados de camino a casa. - No aparta sus ojos de mi ni por un segundo mientras cuenta la historia, y siento un nudo en el pecho.

Luchaba por encontrar las palabras adecuadas para responder. La revelación de este hombre era mi tío, el jefe de la Bratva y que su padre biológico había sido parte de ese mundo oscuro y peligroso la sacudió hasta lo más profundo de su ser.

Mientras el silencio se prolongaba en la habitación, finalmente encontré mi voz. Con determinación en mi ojos, me enfrené a su él.- ¿Por que tendría que creerles?- Mi tono era firme, decidido a descubrir la verdad.

-Entiendo tu escepticismo. Necesitas pruebas concretas para respaldar esas afirmaciones.- Karl suspira.- Podría proporcionarte detalles específicos sobre nuestra familia. Es comprensible que desconfíes y necesites más información antes de aceptar esta revelación. Pero no tenemos tiempo para enseñarte pruebas y fotografías. Enzo me conoce y sabe que puedo ayudarlos. Sino no hubiera acudido a mi.

En las garras de la mafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora