El Consorte

Cap 17. Duda

Valer y suspiró, y tomó la tácita de té de exquisita porcelana y tomó un sorbo, pero de pronto el sintió una opresión en el pecho, Valery en desesperación tomó su pecho con sus dos manos, dejando caer la taza al suelo, esta se rompió en pedazos, por la mente del omega paso un sin fin de cosas, ya que había sentido algo así en el pasado, pero ahora esto ¿que era?

- ¿se encuentra bien? ¡Alguien venga!- gritó Léopold al sirviente

¿Piel de lobo?

Valery inhalo y exhalo aguantando el dolor
-¡no! No importa, no tengo nada- Valery sintió un grave impulso y se levantó del asiento - ¡ahora vuelvo alteza! - dijo para luego salir.

En acto reflejo acarició la bufanda suavemente, presintiendo en sus adentros que ese niño lo vigilaba ¡seguro que lo haría! Lo había visto suspendido en el cielo ¿lo habrá visto con el príncipe? ¿Estará celoso? ¿O se sentirá triste?

Con una sonrisa Valery buscó, dio varias vueltas en varias partes, pero no lo vio por ninguna parte

Valery recordaba que cuando se casó con el hijo del general sintió esta misma punción, como si su corazón fuera atravesado por una espada, lo sintió después que tuvo su primera noche con su esposo, al igual que muchas otras veces. Era algo extraño ¿ahora le sucedía ahora? ¿Estaba enfermo?
Ahora que Valery lo pensaba, no había visto al príncipe del norte muchas veces antes de su renacimiento. La primera vez que lo vio fue en el cumpleaños del príncipe heredero, después en dos ocasiones se lo topó en el castillo de su magestad, después supo noticias y rumores acerca de que el príncipe del norte había matado a la concubina de su padre y a todos sus hermanos, ocupando así con sangre el puesto que le correspondía. Valery recordaba que en aquel tiempo admiraba un poco a aquel príncipe que creyó que era un bueno para nada e inútil. Pero ahora creía que había juzgado a un libro por su portada, Meinolf era magnífico, de buen linaje y aún conserva la sangre real, lleno de magia ¡un digno esposo!

El corazón de Valery latía sin cesar por la cantidad de tiempo que ha pasado buscándolo, incluso la gente lo miró extraño porque miraba constantemente al cielo, esperando que estuviera ahí y sonriera para él.

Valery pasó de estar preocupado a enojado.

Ni siquiera el aroma impregnado en la piel que llevaba en el cuello lo evitaría. Ahora se sentía exhausto mentalmente. No le dio más importancia y regresó.

Valery había pasado mucho tiempo buscando al niño, pero el príncipe lo esperó pacientemente, cuando vio regresar a Valery su mirada ensombrecida fue destellante otra vez.
Vio a Valery tomar asiento.

- disculpe las molestias por irme tan abruptamente- dijo Valery sirviéndose Té y dándole un trago sediento

- esta bien, si puedo saber ¿estaba buscando algo urgentemente?

Con un suspiró Valery contestó - ¿puedo no contestar su pregunta? Disculpe si lo ofendo

- no es ninguna ofensa señorito, solo que, como se trata de usted me interesa saber.

Valery solo sonrió amenamente pensando en piel de lobo, no le podía decir al príncipe que buscaba a su pretendiente  y que se trataba de príncipe del norte. Valery esperó a que el príncipe se aburriera de su falta de respuesta.

Aunque no lo logró de inmediato, pero Léopold se tuvo que retirar por motivos de trabajo.

Valery se sintió muy aliviado, ambos subieron al carruaje y Léopold lo llevó personalmente hasta la puerta de su casa.

- me despido por ahora señorito Valery- dijo el príncipe besando el dorso de la mano de Valery

- vaya con cuidado, príncipe Léopold- dijo Valery sonriendo a fuerzas.