El Consorte

Cap 37. Hijo

Valery después de media hora recibió noticias de que la familia real había sido atrapada, pero no había noticias de que el duque Dankworth esté entre ellos.
Valery se sentía frustrado — ¿donde te escondes pequeña rata?— dijo apretando los dientes, las venas de sus sienes se resaltaban, para luego dar un largo suspiró y siguió caminando hacia los calabozos en un ritmo acelerado.

Afuera de una celda se encontraban sus hombres, al verlo llegar se inclinaron hacia a él, Valery vio con extrañeza al hombre de malas fachas dentro de la celda y miró de nuevo a sus hombres, uno de ellos se sintió abrumado y de inmediato se arrodilló

—¡lo siento su gracia! Este hombre dice tener noticias sobre su madre, no me atreví a hacerle más sin su consentimiento— dijo para luego bajar la cabeza al suelo y esperar la resolución de su futura emperatriz.

Valery se sintió extraño y una extrema preocupación por su madre comenzó a crecer dentro de su corazón —esta bien, levántate— dijo para luego entrar a la celda.

Reynald al ver la preocupación en la mirada de ese omega se regocijo y comenzó a reír en voz baja.

Valery ahora estaba furioso, su rechinido de dientes hizo sentir ansiosos a los hombres detrás de él y con voz firme y clara dijo —¡habla! ¡En donde está mi madre!— el puño de Valery hacía tronar sus dedos, le cabreaba más el que Reynald no dejara de reírse de él, el puño caliente y ansioso por tocar carne salió volando y golpeó con fervor el rostro sucio de Reynald.

Al fin este dejó de reír, solo para escupir un diente.

—pequeño ¿creíste que sólo tú tenías planes? Ese tipo me lo contó todo con tal de que lo ayudara ¿es cierto que no eres Valery? Supongo que es cierto ja ja ya que de ser Valery mi plan habría resultado perfecto—

— basta de tu charla, quiero saber ¿dónde está mi madre? ¡Habla! Antes de que siquiera sepas cómo se te cayeron todos los dientes—

—¡¿que importa esa perra?! ¡Ni siquiera es madre tuya! ¡Seguro tu verdadera madre murió hace mucho! ¡Solo estas robando las cosas del verdadero Valery! Por lo que veo eres peor que yo—

Valery tenía tanta rabia acumulada en su pecho, estaba tan enojado de que Reynald tuviera la razón.
No era su familia, ni su país, ni sus damas ¿acaso Meinolf tampoco era suyo sino del otro Valery? ¿Siquiera estoy sentimientos por él eran suyos?

¿Quien era él mismo para empezar?

¿Pará quién hace todo esto? Si la familia que tenía murió hace mucho tiempo... está madre...este padre no eran suyos.

Era un Ladrón.

Pero el sentimiento de enojo no lo podía apagar, necesitaba desahogar todo aquello... Acaso ¿era por eso que hacía todo esto?

Si... Debería ser así, solo quería desahogarse, ser lo que no fue, tener la familia que perdió, tener el esposo que no tuvo, tener al hijo que siempre deseó.

Si, solo quería eso. No tenía que tener una explicación, solo lo quería y ya.
Eso era todo.

— no me importa, soy el Valery que esta aquí, y todo lo que esta aquí es mío, así que habla, ¡donde está la Sra. Phoenix!—

Pero en cambio Reynald solo siguió riendo a pesar del dolor —¿sabes lo bueno de todo esto? Ja ja ja, esa bruja dijo que a pesar de lo que he hecho yo siempre reencarnare y viviré, en cambio tú, tu alma será borrada, tan simple como apagar una vela as...

Un golpe en su en el medio de su cara hizo que su nariz hiciera un crujido y sonara, ahora Reynald se retorcía del dolor en la nariz —¡mierda! ¡Mi nariz! ¡Maldito omega! Sigue golpeando todo lo que quieras ¡no diré nada! ¡No diré nada! —