Cap 14. Propuesta

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El niño sólo se tocaba las sienes y suspiró

- si no dejas de gritar juro que te arrancaré la mano

El sirviente por acto reflejo apretó sus labios y solo se podían escuchar gemidos de dolor, que sólo sus lágrimas salían de sus ojos.

Nunca habían escuchado a ese niño hablar así, pensaban que era un niño tímido que era fácil de manipular, pero desde que habían salido del territorio del rey de hielo de Ulfkald, este niño se había comportado de forma inusual.
Sin duda ellos informarían a la reina regente Marian, ya que esto podía perjudicar al príncipe heredero Jonathan.

- ve al templo para que arreglen tu muñeca, no molestes con tus quejidos- dijo Meinolf sacudiendo su mano.

Y así ambos sirvientes salieron de la habitación dejando solo al niño.

Este al ver que no había nadie salió por la ventana, saltando desde el balcón, y como si fuese llevado por el viento voló pero un aura fría lo envolvía.

Extrañaba a su alma gemela, quería verlo y cerciorarse que todo estuviera bien.

Quería proponerse como pretendiente y cortejar a Carlisle, pero ahora tenía el cuerpo de un niño de 13 años, el no lo tomaría enserio.
Pero quería ser persistente al menos y no perderlo de vista, al menos quería ser su amigo ahora y hacerlo su esposa después que cumpliera los 17 años.

Y así llegó al territorio del marqués Roland, habían guardias por todos lados, era de esperarse, ya que era alguien de suma importancia para el país, además del duque Dankworth el cual era primo del rey Edward XI, solo el tener el control de una buena parte del ejército de su majestad no era cosa de chiste, el mismo rey tenía mucho cuidado con ese hombre, ya que el podría hacerse con ese puesto sólo si así lo deseaba.

Miró al dueño de su mirada que estaba recargado sobre su blanco balcón con sus cabellos rojos revoloteando en el aire, lo cual le sacó un suspiro, por supuesto el no paso desapercibido de Valery, quien sorprendido lo saludaba desde la distancia y le hizo una seña para que se acercara a él.

Meinolf dudó un poco, pero quería estar con él, así que voló hacia allá.

- ¡Vaya! ¡Cada vez me sorprendes más! Eres como una caja de sorpresas ¿que mas puede hacer este chico ¿umm?

El niño sólo se ruborizo por el "alago" y con voz baja dijo - puedo hacer muchas cosas, de hecho, hasta puedo hacer que alguien muera si así lo quiero y nunca podrían descubrir la causa de muerte

- vaya, eso es fantástico, una habilidad  muy buena, es algo bueno que me vengas a visitar, he estado muy aburrido, papá me castigó por herir a mi maestro de esgrima ¡pero el tuvo la culpa!

-¿que fue lo que le hiciste?

Valery solo se cubrió el rostro un poco tímido esperando que el niño no se asuste de él o piense erróneamente acerca de él - so-sólo le quite un brazo ¡pero solo fue uno! ¡El se lo merecía!-

Valery recordaba los momentos cuando en su vida pasada, ese hombre al que su padre le dio la confianza y lo acuñó como si fuese parte de la familia, el conspiró junto a Reynald, el fue quien le escupió en la cara cuando estaba encarcelado junto a su hijo, despreciaba solo el mero hecho de que era un omega y era mejor en la guerra que el mismo, además que el fue quien le quito el agua a su hijo para que muriera de sed.

Lo odiaba tanto que cuando su padre le presentó a quien sería su maestro de esgrima sólo pudo tragarse su enojo en ese momento le hervía la sangre del desprecio que tenía hacia ese hombre, que cuando ese hombre le dijo - muéstrame lo que tienes-no escatimó esfuerzos y en dos movimientos había cortado su brazo dominante en dos partes, el hombre ni siquiera pudo reaccionar ante tal movimiento y sólo vio su brazo caer a la arena y después de darse cuenta que era el suyo grito como cerdo en un matadero, el grito del hombre alertó al almirante quien en solo segundos llegó, y detuvo a su apreciado hijo de rematar al hombre.

Meinolf al escuchar "se lo merecía" surco las cejas y preguntó - ¿acaso ese bastardo te hizo algo? - su voz cambió, y su tono helado salió a flote y el vaho salía de su boca

Valery lo observó con ternura - eso ahora no tiene importancia, gracias por preocuparte- dijo sonriente acariciando el suave cabello negro del niño

Meinolf le agradaba su tacto, pero no le agradaba que lo tratara como niño
- sabes que ya no soy un niño-

Valery solo rio - ¿cuantos años tienes?

- tr-trece

- entonces eres un niño

- ¡tu tienes 15! ¡Aún eres un niño también!

- pero soy 2 años mayor que tu, además de que ya puedo contraer matrimonio - dijo burlón

Pero eso último puso triste a Meinolf

- ¿tengo alguna oportunidad? - dijo bajo

Valery estaba sorprendido, sabía que había captado la atención del niño, no era tonto, pero no sabía hasta que punto y preguntó estúpidamente
- acaso... ¿Yo te gusto? -

Meinolf estaba avergonzado, que su rostro estaba rojo, pero asintió a la pregunta

- ¿quieres cortejarme? -

De nuevo asintió

- ¿quieres casarte conmigo?

- ¡si quiero! - exclamó seguro de si mismo

Valery no podía dejar de reír, el niño frente a él era tan lindo y tímido a la vez, le conmovía su corazón.

- Meinolf, tienes que crecer primero para casarte conmigo, tienes que tener al menos 20 años, aún te faltan 7 años, además solo te he visto pocas veces- dijo risueño

El niño al escucharlo se entristeció pero luego Valery prosiguió

- también me gustas piel de lobo, pero ahora somos niños, pero acepto tu propósito de cortejo aunque....

Meinolf de inmediato se acontentó pero lo dejo seguir

- ¿... que?

- hace 3 días los Pierre vinieron acá y mi padre aceptó su propuesta de cortejo

Meinolf de pronto se puso furioso, pero no lo demostró en su rostro

- no importa... Te vas a casar conmigo al final - dijo Meinolf seguro

Valery sonrió y lo atrajo hacia sí mismo - me agrada tu seguridad, pero mejor mantenemos esto en secreto, yo me encargaré de decirle a mi padre, ya que el tiene que aceptar si no, no será oficial.

- esta bien, no me molesta

Meinolf le acarició una mejilla y Valery sentía su tacto - sssss está fría- siseo exaltado, pero Meinolf apreciaba que su frío le erizo la piel a su amado, mirar esos pequeños bellos erizados, solo sonrió al verlo.

- eres muy frío ¿es por tu magia?

- si, nací de esta forma, de hecho fue por ello que mi madre murió cuando nací.

Valery solo cayó rápidamente y acercó al niño a su pecho

- lamento si te incomode

- no lo haces, tengo que decirle todo a mi futura esposa, esa es mi responsabilidad

Valery le sonrió tímido al escuchar aquello, frente a ese niño se sentía tan a gusto y podía ser el mismo y no habría problemas, de hecho no sabía muy bien si le gustaba Meinolf, pero de lo que estaba seguro es que a su padre no le agradaba este niño ¿porque? Quería saberlo.

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