Cap 24. Temor

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Frederic Louis Black Dankworth de nuevo se levantó a una hora extraña.
De nuevo esa pesadilla.

Tenía todo el cuerpo empapado en sudor, soñando desde hace meses con su prominente muerte una y otra vez cada noche… ¿y su asesino?
No era otro más que aquel joven niño de la casa Phoenix.

¿Porque seguía teniendo estas premoniciones? ¿Esos terribles sueños?

Era por culpa de estos sueños que tenía la guardia en alto con los Phoenix.

En su sueño, después de espiar de cerca a los Pierre, había decidido, junto al marqués  Phoenix, matar a Reynald en secreto.

Pero el no se había percatado que estaba acompañado esa noche.

Ese hombre al parecer ya sabía de su aparición esa noche, al parecer se lo había dicho su prometido, ese hábil e inteligente joven, que ya estaba preparado con su espada de plata, mientras Reynald se sentaba con su copa de vino en mano a esperar que sea derrotado.

Era muy difícil dar pelea a un Phoenix, el joven omega de 18 años era tan fuerte y excelente, no sólo atacaba con su espada, en cada oportunidad él le daba puñetazos y patadas, y en esa batalla comprobó en carne propia como era ser desmembrado poco a poco por el frío filo de una espada y que ser alfa dominante no ayudó ni un poco.

Su causa de muerte.

Desangrarse.

Ese fue el fin del gran duque Dankworth.

El tenía miedo de morir así nuevamente. Tan doloroso y deshonroso.

El marqués le había informado que los Pierre se habían aliado con una bruja, la cual no le tomó mucho tiempo a Paulette capturar y Roland la había entregado al duque.
La única bruja que había al parecer en este reino.

Por su afiliación a los Pierre ahora estaba encerrada y encadenada en los calabozos de la mansión Dankworth, ya que la mantenían oculta de la familia real, a ella preguntó de sus quebrantos y sueños, ella al escucharlo se quedó deslumbrada.

Ella al igual que el duque había tenido esos sueños, al principio no interesó ya que eran sus propios planes, pero al ver que nada era igual a aquellos sueños, ella rápidamente contactó a los espíritus ancestrales, los cuales le dieron la respuesta.

Ellos estaban teniendo sueños de una vida pasada.

Tal vida que ella disfrutó, hasta que el día de la ejecución sintió como su sangre se congelaba y sus extremidades se tornaron de un color negro, su respiración era errática así como sus palpitaciones, le dolía por dentro hasta que su corazón doloroso se detuvo y comenzó a congelarse completamente como un cubo de hielo ¿que había salido mal? Ella vio a todos al rededor tener los mismos síntomas que ella y morir en una muerte por congelamiento muy rápida

¿Había un dios aquí, en este reino?

Como una bruja, Helena sabía que existían leyes y reglas que regían este mundo.

En su vida pasada de había topado sin saber a un dios que terminó matando a todos.

Y ahora resultante de esta vida, nada era como la anterior.

Era extraño.

Y al parecer todo tenía que ver con ese omega. No se comportaba como debería.

Esto dejó perplejo al duque.

El no quería morir de esa forma.

Después de ver que el príncipe y sobrino más prometedor y el cual tenía todo su apoyo, caer igualmente en las manos de ese omega y en sus artimañas, decidió hacer todo solo.
Así que juntó todas las pruebas incriminatorias contra Valery y las llevó ante su primo, el cual estaba muy sorprendido sobre las cosas que fueron planteadas frente a él.

Desde que el señorito Valery Carlisle Rolande Phoenix era un espía del gobierno extranjero, de conspiración contra la realeza, hasta de tener un ejército privado junto a Reynald.

Al ver a su tío plantear todo eso en la junta del consejo, Léopold salió en defensa de Valery, alegando que el era demasiado inocente como para planear tales cosas y además no hay una prueba contundente.

- ¿vieron como a reaccionado mi amado sobrino?- el duque se dirigió a los ministros - puede que el señorito Phoenix - miró de reojo a Roland - ya haya hecho uso de alguna artimaña hecho por aquella bruja.

Roland sólo apretó los labios y empuñó su mano, es por eso que ahora no podía decir nada para proteger a su hijo, el duque era tal que haría que sus palabras dañen más la reputación de su hijo. Aunque agradecía al príncipe dentro de sí por intentar protegerlo.

- ¡no! ¡El no es así! El…

- ALTEZA - dijo con su voz dominante, Roland ya no podía dejar que el siguiera, sería más contraproducente para su hijo
- no puede defender a un sospechoso, dañaría su reputación.

Léopold no tenía palabras para describir lo seco que había sido el marqués.

Era su propio y único hijo ¿no va a defenderlo?

- y... Duque Dankworth, agradecería que no afirme nada ahora, solo es un presunto culpable, no hay pruebas contundentes, pero contra Sir. Reynald Fabrice Erwan Pierre y su padre si.

- es por esa razón que sólo por ser sospechoso estará bajo prisión en el calabozo-contestó sonriente.

Frederic quería mantener encerrado a ese omega, si así conservaría su vida, lo haría a toda costa.

Léopold al escuchar lo que había dicho el duque, su expresión solo mostraba más que exasperación, era el lugar más sucio y deshonroso, haría a su amado caer en lo más bajo.

Roland en cambio miró al rey a los ojos y agachó la cabeza y se inco poco después
- mi rey, yo solo tengo un hijo, le ruego por el cargo que me confiere, dejar a mi hijo en prisión domiciliaria, eso al menos protegería su reputación para contraer matrimonio ¡se lo ruego! - dijo para luego postrar su frente en el frío suelo.

El rey miró a Roland sin saber que más hacer, él era el rey, pero su primo también tenía poder, así que estaba contra la espada y la pared. Nunca había visto a Roland postrarse así ante el, así que tomó una rápida decisión.

- por tus aportaciones y porque tu familia ha sido leal por generaciones lo apruebo.

- ¡se lo agradezco profundamente! - dijo Roland para luego incorporarse

- ¡majestad! - exclamó el duque - ¿siquiera el señorito podrá casarse? ¡Es patético!además, nadie lo vigilará correctamente en su casa.

El rey surco las cejas en desaprobación
- ¡he dicho! ¿Vas a desobedecer mis ordenes?

Frederic solo asintió y agachó la mirada.

Ahora no se sentía seguro.

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Valery solo suspiraba a través de su ventanal.

Extrañaba a piel de lobo, extrañamente añoraba su sola presencia.

Pero ahora no era el momento de pensar en alguien que te a dejado de lado.
Y ahora que han pasado 2 meses, lo perdonaba por la sola razón de que sólo era un niño y no sabía lo que hacía.

Tenía que resolver sus problemas y rápidamente.

El sería enjuiciado si Reynald lo hundía junto a él, lo cual era un hecho.

Realmente en este momento quería tener las cabezas del duque y de Reynald. Realmente lo deseaba.

Vio a lo lejos que había un pequeño ejército rodeando la mansión Phoenix.

Y por el uniforme dedujo de que eran hombres del duque Dankworth.

Valery sonrió ¿tanto temía de él?

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