Cap 35. Decisión

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Roland quería saber quien era esa persona que había perdonado su vida, así que con una voz grave y rasposa dijo - ¡dime! ¡Quién es esa persona que perdona mi vida! - le tomó por el cuello de la camisa gritándole en el rostro, este hombre de nombre Ricardo solo lo miró con una sonrisa -por supuesto que fue nuestra emperatriz -

Roland se quedó perplejo, soltando el agarre -¿emperatriz? - El almirante Ricardo sólo bufo y se compuso la camisa de su blanco uniforme y contestó - ¿quiere saber quien es nuestra emperatriz? - Este solo reía por el semblante del hombre más fuerte de Victoire ponía - nuestro emperador prohíbe ahora que su nombre salga de los labios de sus súbditos -suspiró con pesar al recordar el rostro de ese monstruo cuando dijo el nombre sin querer y prosiguió -pero seguro usted sabe muy bien quien es, ya que se trata de su hijo.

Roland al escuchar aquello, su semblante no podía estar más sorprendido, el sólo pensar que su hijo está con el reino enemigo, que él mismo sea el enemigo de su nación le hacía doler su corazón, pero aún así esa emperatriz de la que hablaba era su hijo.

Ricardo solo sonrió, sacó unos grilletes y se los puso de mala gana a Roland -por el momento tengo que sacarte de aquí - dijo, para luego sacar un artefacto mágico que arrojó al suelo y pronto se formó una puerta brillante, tomó a Roland a la fuerza y cruzó.
Tan luego como cruzaron, aparecieron en una carpa a las afueras de la ciudad principal de Victoire
Roland pronto sintió todos sus huesos calarse al ver de que forma estaba vestido su hijo. Su corazón se estrujaba al ver su lindo rostro parecido al de su madre manchado de sangre, dios sabe de quien era, recubierto de todo el cuerpo con una armadura negra que al parecer estaba impregnada en magia por la energía que emanaba y también al aparecer por dentro de la armadura portaba cota de malla.
Carlisle lo miró fijo y se quito el casco y saludo - hola padre, que bueno verte con bien y vivo- Roland estaba sorprendido pero grato al ver a su hijo con bien, el como si hubiera visto de nuevo a ese niño pequeño de 7 años que lo perseguía incansablemente sonrió y estiró sus brazos hacia Valery, el corazón de Valery se recubrió con ternura al ver el aspecto de su padre, y de un momento a otro, dejando caer el casco se arrojó a los brazos de su padre, gritando -¡padre! ¡Te extrañé! - Valery escondió su sucio rostro en el cuello de Roland y su abrazo fue largo, queriendo llenar todo ese tiempo separados, ya no importaba lo demás, solo su amor fraternal.
Después de aquello se separaron, Roland pasó una mano por el rostro de Valery y dijo -pero que te ha pasado hasta ahora...porque... ¿Porque estas vestido de esta forma?- Roland ahora no quería reprochar a su hijo, pero esto lo preocupaba seriamente.
Se supone que su preciado hijo estaría en casa sin involucrarse en la guerra, incluso confiaba en que el rey del norte nunca estaría de acuerdo en que Valery tocara tan siquiera una espada por las costumbres de los norteños, pero ahora... Ese rey no era para nada confiable, la seguridad de Valery al parecer no le importaba.

Carlisle vio a través de la mirada de su padre, así que dijo - yo quería ayudar a mi prometido, así que le rogué por ello, así que el me hizo General de su ejército-

Roland aún así no estaba convencido -¡eso es inaceptable! ¿Que pasa si sucede un percance? ¡Estar en la guerra es un peligro en todo momento! - el almirante sinceramente estaba preocupado por su bienestar, ser un general era tener la carga de todo, además que son lo que más peligro conllevan, ya que el enemigo verá siempre a la cabeza de los soldados y tendrán en mira su vida latente.

-De hecho, el rey estaba preocupado por mi vida, me prohibió hacerme tan solo un rasguño ¿tonto no? - dijo Carlisle con una gran sonrisa recordando el semblante de su amado - me envió a ellos para asegurar eso- dijo para después tronar los dedos y de inmediato aparecieron 5 sombras alrededor de Valery.

Roland estaba muy sorprendido, ya que no se había percatado de otras presencias en el lugar.

Estos sin duda eran perros de dicha Federación que protege la sangre antigua. Seres fuertes y que portaban magia.
Debido a su red de información, esto ya lo sabía desde hace mucho.

— así que es así...
Solo dijo Roland y suspiró.

Al menos tenía que decir que el rey del norte era cuidadoso.

— así que no te preocupes padre—dijo Valery recogiendo su casco del suelo y Poniéndose en marcha.

Roland al ver su acción, se precipitó hacia su hijo — ¿a donde vas? — dijo, pero el solo ver la mirada helada supuso a dónde se dirigía su amado hijo y prosiguió — irás... Iras al palacio real?... Definitivamente no puedes

— ¿que no puedo padre? —dijo Valery interrumpiendo — ¿acaso no puedo matar a los que querían matarme primero? ¿Vas a protegerlos acaso?

Valery ahora se estaba molestando, sabía que su padre se mostraría de esa forma, pero aún así, si Meinolf no se lo llevaba en ese entonces, ahora ya estaría su cabeza en una pica en la entrada de la ciudad, siendo comida por los pájaros carroñeros ¿acaso su padre no lo veía así?
De todas formas, lo único que Valery no quería es que su padre muriera en esta línea de tiempo, así que le dijo a Meinolf que hiciera vasallos al reino de Valencia y que le diera estrictas instrucciones sobre a quienes no deberían matar: a su padre y madre. Con esto Valery al menos se sentía mejor, ya no tendría que preocuparse por lastimar accidentalmente a sus padres, ahora sólo se enfocará en matar al rey y a los príncipes, y a Meinolf le dejaría a Reynal, el sabrepasa el rencor que el mismo Valery le tiene. Y sobre la bruja, su marido también quería hacer algunos experimentos, ya que las brujas eran en estos tiempos escasa hasta casi nulas, quería saber que clase de conocimientos portan y si podrían hacer más de ellas.

Volviendo con su padre, este solamente se quedó petrificado
—¿vas a matar a la familia real?

—Si

—¿incluso si eso resulta en nuestra relación de padre e hijo rota?

Valery quedó brevemente en silencio y contestó imponente — Si, si usted cree más en las personas que quisieron asesinar a su hijo, no me importaría, ya que al parecer padre no me tiene en su corazón, con respecto a madre, le preguntaré si quiere ir con usted o irse conmigo, ella lo decidirá.

Roland no pudo responderle, solo quedó en silencio al ver a su hijo marcharse con su espada.
A veces el mismo no sabía que le pasaba.

A veces no sabía en qué creer, pero aún así, su hijo se había aliado con países enemigos, junto con el rey de Ulfkald, pero su honor no le dejaba perdonar a su hijo a pesar de que lo amaba ¿porque no podía sólo ayudarlo?
La conclusión fue que al final, todo lo que dijo Reynald ante el rey era verdad ¿y ahora que iba a pasar?

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Hola hola aquí Lady Overlord :D ¿que tal les parece hasta aquí?

Ya vamos para la recta final :3

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