El Consorte

Cap 22. Planes

Cuando Meinolf volvió el tiempo, se dio cuenta que su cuerpo de adulto había pasado el plano de la dimensión, tal vez esto se debía a la cantidad de mana que emanaba su cuerpo.
Volvió a la habitación que era suya en el castillo Golondrina, aunque era más una pequeña habitación de almacén. Vio a un niño costado en ella en posición fetal, al ver su versión pequeña e ingenua de aquel entonces, se sintió enojado consigo mismo.
Aunque es algo muy extraño y perturbador asesinar e incinerar a su "yo" de otra dimensión, era completamente necesario eliminar toda posible debilidad que alguna vez fue parte de él.
Adoptó su forma pequeña y comenzó a buscar la Federación Skoll que protege la sangre real.

Dicha Federación sólo vela por la seguridad del alfa de sangre pura real.

Antes la Federación Skoll lo había encontrado y protegido cuando era solo un niño ingenuo e inocente de 13 años. Lo ayudó a tener aliados en el reino del Norte y a recuperar su poder en la política después de matar a la autoproclamada reina regente y toda su prole. Además que después de entrenarlo arduamente y comandar a su ejército hacia el éxito contra los reinos vecinos que se oponían, pero para llegar a ser un reino soberano, tenía que deshacerse del reino que actualmente era más fuerte por sus tropas de más de 1 millón de hombres dispuestos a morir. Pero el reino de ulfkald tenía algo que el reino de Victoire no tenía. Y eso era la magia.

Nadie sabía cuál era el origen de la magia, ni porque Dios escogió el linaje real del reino más frío. Nadie excepto el sucesor de la corona del norte.

Como el reino de Victoire era el más fuerte, el reino decadente de Ulfkald no tenía de otra que ser un estado vasallo desde hace décadas.

Y ese era una obra que había dejado que su alma gemela se encargara. Y por ello no lo había traído a su lado.

Su sueño era que cuando Carlisle se encargara del golpe de estado y tuviera a su hijo, aclararía su mente y él los traería de vuelta a su lado, sería su eterna emperatriz. Pero había tardado más de lo que debía debido a que tuvo que encargarse de los rebeldes que se oponían a su gobierno. Hasta llegó a pensar que todo estaba coludido en su contra para no llegar a tiempo a salvarlo.

Cuando sintió su pecho arder como fuego incandescente en su frío cuerpo, sintió morir en carne propia.

Este sentimiento y herida sólo se debía a que su destinado le había pasado algo. De inmediato se transportó al lugar en el instante que sintió el dolor y luego vio algo que lo había estado perturbando en sus pesadillas hasta el día de hoy.

Se supone que el debía de morir cuando su destinado muriera, incluso su cabeza debió de haber caído tal y como lo hizo Carlisle.
El no sabía porque.

Pero todo lo que podía sentir era su inmenso odio hacia todo lo que le rodeaba.

Y convirtió todo en hielo.

Su percepción se perdió, lo único que pudo rescatar de todo ese inmenso blanco y azul, era las cabezas de los seres que más amó.

No podía llorar ¿porque? Lo que quería ahora era llorar su pérdida por esta familia que creó lejos de él.

Besó los labios agrietados de la cabeza de cabellos rojos, su corazón frío sentía tanto dolor.

Y pronto pensó que lo que haría era regresar el tiempo.

No sería ingenuo. Sería menos estúpido. Amaría todos los días de su vida a este hombre que podía percibir su ira que lo consumía. Y volvería a amarlo en todos los planos y dimensiones diferentes. En infinidades de reencarnaciones y de cualquier aspecto que tengan.

Lo haría.

Y así fue que viajo y devolvió el tiempo.

Ahora estando en el presente en esta reunión de guerreros y eruditos que solo velan por su seguridad, pensaban como lidiar con el reino que había decidido atacarlos.

El niño debía de encargarse de ellos, ya que él no gobernará en un país hecho ruinas, costaría dinero y tiempo.

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Valery ahora se encontraba aburrido y sumamente enfurecido, ya que su pequeño hombrecito no había llegado a verlo hace días.
Además que ahora estaba en compañía de su enemigo, el cual insistía que prender incienso lo haría calmar y tranquilizar.

Valery había hecho caso a su madre cuando dijo que se asegurara que no prendiera incienso, le dijo a ese hombre que no le gustaba el olor.

Aunque era extraño lidiar con una versión amable de Reynald que ahora insistía que bebiera té.
Valery no se preocupaba de que le hubieran puesto algo a su té, ya que todos los infiltrados en la mansión habían sido atrapados y torturados, así que tomó su taza con completa elegancia y bebió un sorbo.
La sonrisa de Reynald era extraña, no podía pensar que era lo que estaba pensando.

- me alegra pensar que aceptó estar un momento conmigo, a pesar de que se negó a salir fuera de la mansión Phoenix.

- mis disculpas, pero mi padre se preocupa, ya que aún soy muy joven y puedo ser atacado, así que no me deja salir.

Algo se crispó en el rostro del caballero, el sabía muy bien que Valery había aceptado salir de la mansión e ir al dentro de la ciudad con el príncipe, donde comieron afuera. Había estado fuera de los planes de su padre que el príncipe más prometedor se interesara en Valery.

Nunca lo habían previsto.

Ahora tenían una alta competencia, ya que el almirante podría casarlo con el sólo para protegerlo.
Tenían que actuar de inmediato.

Sabía por los infiltrados, que a este joven señorito no le había llegado su primer celo, era algo de esperar ya que no era un omega de baja clase, que le podía llegar el celo después de los 12 años.

Y era importante que cuando Valery tuviera su celo, el estuviera presente. Ya que si no se casaba por las buenas con el, sería de otra manera.

Aunque Reynal era un alfa, no era alguien dominante, así que alguien especial como Valery quien es omega dominante, no podría percibir ni en sueños sus feromonas.

Así que para ese momento tendría que estar muy atento al comportamiento del joven.

Valery sólo sonrió al ver su semblante cambiante todo el tiempo
- Sir, se está haciendo tarde, un omega joven como yo no debería estar demasiado tiempo con un alfa.

Reynal no había pasado más de dos horas a su lado y ya lo estaba corriendo, además el sol está en lo alto todavía. Porsupuesto que estaba disgustado, pero el saber que la actitud de Valery cambió del joven tranquilo y enamorado que conoció lo hizo sentir extraño.

Pero su padre le indicó que no se precipitara.