Cap 26. Farsa

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Meinolf estaba en estado frenético. El rey Arnold estaba asustado de verlo así, sus ojos estaban inyectados en sangre, la habitación era un bloque de hielo, aunque a él no le afectaba tanto ya que tiene un artefacto mágico dado por el mismo Meinolf para su propia protección.

Los pensamientos de Meinolf no tenían fin

¿Acaso Solveig tenía razón? ¿No podía tener a Carlisle para el?

¿Porque?

Y aunque Meinolf sabía muy bien la razón, se negaba a aceptarlo.

Dicha razón era que el destinado en esta dimensión del segundo príncipe del reino de Victoire era Valery.

Era por ello que surgieron chispas en el primer momento en que el príncipe lo vio. Pero el "Valery" que debería de estar aquí, su alma murió en una conjugación tras ser eliminada en la dimensión que debió de morir su Carlisle.

Y ahora el Valery de esta dimensión era "su Valery".
Era por ello que el no estaba enamorado del príncipe.

El guardia que puso en vigilancia a Valery antes de que se fuera había llegado un poco tarde, ya que no era tan hábil como su maestro para teletransportarse, después de que Meinolf había percibido peligro, el llegó y apareció a su lado, le había dicho toda la situación que enfrentaba ahora su futura reina, pero como Valery era muy hábil y podría saber enseguida si era perseguido o espiado no sabía en sí todo el contexto profundo ya que lo vigilaba a una distancia muy larga.

La mente de Meinolf comenzó a especular preguntas sin respuesta ¿que pasa ahora? ¿Habrán cambiado las almas?

El no siguió perdiendo el tiempo en diplomacia con el rey de Solser, así que dibujó un pentagrama en el aire y pronto desapareció de la habitación, dejando a Arnold perplejo.

Sabía que ese pequeño rey era poderoso, pero no sabía la magnitud de su poder.
Arnold estaba aliviado de haber escogido el bando correcto.

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Valery estaba siendo cambiado de atuendo por sus doncellas a un camisón de pijama, había sido un día muy largo.

Tanto su padre como su madre estaban de acuerdo que se casara con el segundo príncipe para su protección. Y Valery tenía una buena espectativa del príncipe, sabía que era un hombre honrado y de honor, además que se veía que en verdad lo quería. Aunque a Valery esa situación no le importa.

Si estaba enamorado de él, era problema del príncipe, no suyo.
Y si Meinolf aparecía un día de estos, Valery estaba dispuesto a decirle que lo lleve con él.

Pero Léopold le había puesto en su dedo anular izquierdo un anillo de compromiso hecho exquisitamente, al menos con ello en su dedo tendría credibilidad cuando fueron ante el rey a hacer su proposición real, aunque el se había sentido raro y extraño.
Y así habían acordado una fecha para la Gran boda.

Al llegar a casa, Ronald lo había llamado a su estudio y allí le contó todo lo que sabía de Meinolf, su padre quería que su hijo no cargara algo en su corazón y aunque algunas eran verdad entre mentira, todo era por el bien de su hijo. Y Valery solo escuchó y cuando Roland terminó solo se retiró de ahí.

Después de que sus doncellas se retiraran, el subió a su cama, aunque no pudo conciliar el sueño y miró el techo de su cama, una hermosa obra de arte estaba pintado ahí y luego miró el anillo en su dedo, y suspiró.

"al menos me hubieras puesto un anillo de juguete" dijo en sus pensamientos que últimamente le venían a la mente como un flash.

Y pronto sintió una ventisca, el supo quien era perfectamente, pero en realidad no estaba alegre como lo habría estado hace unos meses.

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