Aunque Valery no entendió del todo porque su padre le había dicho eso a Meinolf, solo le sonrió al niño frente a él.
Después de hablar un poco, él niño se despidió pronto de él.Aunque a Valery se le hizo muy extraño, lo dejó ir no sin antes darle un beso en la frente.
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El niño de cabello negro se vestía para salir esa noche por un asunto, pero de pronto una ventisca seguida de un destello brillante apareció en la habitación, pronto Meinolf supo de quien se trataba, y no estaba nada feliz.
Era el señor del tiempo. Solveig.
Cuando vio a esa extravagante sombra cobrar forma, solo percibió su descontento.
- hace mucho que no nos vemos-dijo el niño sonriendo tranquilamente
- ¡TU! - la sombra que se le vía el semblante de un extraño hombre temblaba de ira
- ¡maldito farsante! ¡Me engañaste! ¿Sabes los que has causado? ¡Una grieta dimensional! ¡Usaste un hechizo prohibido!- la sombra lo había buscado en los confines del espacio en diferentes momentos y dimensiones.Antes que Meinolf rompiera el espacio y tiempo, había conocido a Solveig cuando comenzó a conocer los límites de la magia y su curso natural.
Naturalmente y por su sangre, las criaturas mágicas se acercaban a Meinolf y ese fue el caso de Solveig, el cual estaba agradecido por la ayuda que le brindó el joven en darle un poco de su vitalidad para no desaparecer de los confines del mundo.
Solveig le dijo que le cumpliría un deseo a cambio.
Al principio pidió un deseo pero este no se pudo cumplir. Así que Meinolf quería volver el tiempo en que era niño para conocer de nuevo a Carlisle. Así que le pidió que le enseñara los hechizos prohibidos del tiempo. El señor del tiempo se lo enseñó con advertencia, pues usarlo conlleva a una condena, porque estaría violando las leyes del espacio y tiempo.
Pero sin embargo Meinolf uso la magia y el hechizo, ahora era hora de pagar. Pero hasta ahora Meinolf había eludido el poder que se le confiere por dios y hasta ahora no hizo lo que sus ancestros prometieron a Dios. Al final del ciclo volverse uno con la naturaleza.
Era uno de los tantos asuntos que Meinolf tenía que resolver de alguna forma.
Solo por volver a verlo.
Ahora que tenía la oportunidad de hacerlo suyo en cuerpo y alma, no quería desperdiciar la oportunidad.
- me disculpo por los agravios, pero era algo necesario.
- ¡sabes la verdad y aun así te rehusaste a creerlo! ¡No puedes tenerlo ni aunque vuelvas a usar el hechizo miles de veces! ¡Solo condenarás su alma! No puedes volver a intentarlo- exclamó Solveig
Pero Meinolf solo lo miro furioso - ¡NO! ¡ESO NO PUEDE SER POSIBLE! El... Carlisle ahora es diferente, ahora el quiere estar conmigo.
¿Porque su alma gemela no podía estar junto a él? Se supone que es su destinado, entonces ¿porque?
- tu sabes muy bien que en el primer plano existe, pero tu para el no, y ahora, él de ahora es de otra dimensión, al menos su alma no pertenece aquí y ahora el alma de él que debería estar en esta dimensión vaga en algún lugar en el limbo y tú no perteneces aquí aunque tengas ese pequeño cuerpo, mataste al "tu" de aquí y ahora todo se hecho a perder por tu culpa.
Descontento el señor del tiempo lo miró
- quiero estar con él, deseo estar con él, cuando te lo pedí me lo negaste y tuve que encontrar otras formas. El es la otra parte que me falta, no puedo renunciar a ello.
- lo que has hecho no tiene vuelta atrás, ahora recibirás tu castigo-dijo Solveig para luego mover uno de sus largos y delgados dedos hacia el suelo, lo cual causó que se abriera una grieta, la cual un simple mortal no lo vería ni siquiera a él.
Meinolf miró esa grieta en la dimensión, para luego arrugar su entrecejo
- ¿puedo pedir tiempo? - dijo el niño mirando al espectro de extraña forma
- ¿tiempo? ¿Eso es lo que pides después de lo que ocasionas?
-tengo entendido que los seres mágicos como yo pueden vivir milenios, toma el tiempo que quieras de mi, a cambio de estar toda la vida junto a mi pareja mortal. Cuando el ya no este en esta dimensión, puedes castigarme, el tiempo es cuestión de un parpadeo para ti, así que atiende mi súplica.
Solveig no podía entender por qué este semejante estaba tan apegado a un alma mortal destinada a perecer.
- esta bien. Vendré por ti Señor del invierno.
La grieta se cerró de inmediato - nos vemos... Vulder - para luego desaparecer como si nunca hubiera estado allí.
Meinolf no le gustaba que le llamaran por su verdadero nombre. Era extraño para él.
Con un suspiró, hizo una seña con su mano, para luego un hombre aparecer frente a él incado.
- mi señor, todo está listo- dijo el hombre
El niño se puso su capa dispuesto a encargarse de algo que necesitaba su inmediata intervención.
Pronto mordió su dedo y dibujo un diagrama en el aire pronunciando un hechizo en un extraño idioma, para luego salir de la nada una puerta de cristal, tan fría que congelaba los huesos. Por supuesto el hombre tuvo que hacer un hechizo de protección para no morir cruzando la puerta.
Cuando cruzaron, pronto una ventisca fría le rozó el rostro blanco, en la piel del niño se dibujaban dentritas estelares, ocasionado por estar en su territorio.
Después de volar por un tiempo, ambos llegaron a una casa alejada de la ciudad principal, dentro de dicho lugar se llevaba a cabo una reunión. Eran unos hombres que estaban bien abrigados de pies a cabeza por ser el tiempo de más frío en el territorio de Ulfkald
- ¡silencio! ¡Están en presencia de nuestro Señor!
Los hombres al darse cuenta de ello y ver al inmaculado Niño con piel de porcelana y dentritas estelares, pronto se incaron y dijeron al unísono
- ¡bienvenido a nuestro Señor!Pero de pronto todos miraron a todos lados y se miraron entre sí desconcertados
- mi señor ¿donde esta nuestra reina? - dijo un hombre al fin.
Meinolf sonrió al ver que se refirieron a Carlisle como su reina
- lo traeré a presentárselos después, por ahora, informenme sobre el asalto de ese país.
Aquellos hombres pusieron semblantes serios, como si fueran a matar en cualquier momento.
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El Consorte
FantasyUn pobre chico omega Engañado por su esposo el emperador Su hijo asesinado y el ejecutado Pero el destino no puede ser tan cruel ¿verdad? Ahora por una extraña razón regresó 10 años al pasado. Ahora sabiendo lo que pasará, la cara de la moneda se vo...