Capítulo 14: Mi hogar estaba en tí

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*Narra _______*

Loving him is like driving a new Maseratti
down a dead-end street
faster than the wind, passionate as sin
ending so suddenly
loving him is like trying to change your mind
once you're already flying through the free fall...

Pase mi mano por debajo de la almohada y por fin logré apagar la alarma, quería seguir durmiendo, pero ya era hora de ir a la escuela ¿Por que la cama se tiene que poner mas cómoda y calientita justo cuando me tengo que parar?

Le hablé a Christopher, me paré de la cama y fui a cambiarme. Unos leggins negros, un suéter blanco y mis típicos converse blancos. Me lave la cara y cepille un poco mi cabello, estaba hecha un desastre.

Eché todo a mi mochila, mis cosas estaban regadas por todos lados. Bajé las escaleras y me dirigí inmediatamente a la cocina para buscar algo de desayunar, me conformaría por lo menos con un vaso de leche.

-Papá ¿A que hora llegaste? -dije abriendo el refrigerador.

-De hecho acabo de llegar -Saqué la leche del refrigerador y serví un poco en un vaso,

-¿Por que hay tantos botes de helado vacío aquí? -Christopher no tiró los botes de helado, rayos.

-Es que ayer compramos unos cuantos en el supermercado, se me antojaba mucho... aparte es de mi favorito -Sonreí inocentemente.

-¿Entre los dos se comieron todo eso? -Hizo una mirada de horror.

-Si, de hecho creo que por eso me duele el estómago -me lo sobé

Christopher por fin bajó -¿Ya nos vamos?

-¿No vas a desayunar? -le preguntó papá.

-No gracias, no tengo hambre

-¿Como vas a tener hambre después de haberte comido tantos botes de helado? -Los dos reímos, terminé de tomar el vaso de leche, fui por mi mochila que había dejado en el sillón y nos despedimos de mi papá, para después irnos.

Llegamos a la escuela y como siempre llegué corriendo a mi salón y me senté junto a Allison. Estábamos en clase de matemáticas, la que mas detesto por que el profesor nunca sale de su aburrido tema de las funciones trigonométricas que por cierto, sigo sin entender.

Mis ojos se estaban cerrando y el profesor seguía explicando ese tema, ya hasta se notaba su frustración, llevaba más de un mes explicando el tema y absolutamente nadie lo entendía, cuando de pronto tocaron la puerta del salón y era la maestra de música.

-Buenos días profesor Carlos, una disculpa por interrumpir la clase ¿Me podría permitir a _____ un momento?

-Claro, _____ puedes salir.

Salí del salón siguiendo a la maestra ¿Que estará pasando? ¿Se tratará de un reporte? No, no lo creo, ya hace tiempo que no me salto su clase. ¿O será por que no hago nada?

Me dio un gran alivio cuando vi que entramos al auditorio, que bien, no tendré otro reporte en mi expediente -¿Que hacemos aquí? -pregunté.

-¿Recuerdas que el otro día ibas a cantar para ver como lo hacías y sonó el timbre?

-Sí, lo recuerdo -rayos.

-Te haré una prueba y para que sea mas fácil la haremos aquí con el auditorio vacío

-Que alivio, creí que había ido por mi para hacerme un reporte.

La maestra comenzó a reír -No ¿Como crees? -subimos al escenario y en medio de este habían dos sillas y una guitarra, nos acercamos y nos sentamos- ¿Sabes tocar la guitarra?

Mi lugar estaba en tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora