Capitulo 18: Muy mala broma

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*Narra _____*

Han pasado tres semanas, tres deprimentes y eternas semanas desde aquella terrible y dolorosa noticia que marco mi vida, ha sido una perdida irreparable. No hay tarde en la que no me ponga a llorar desconsoladamente, no puedo creer que ya no esté aquí. No puedo ver una foto de ella sin echarme a llorar.

Christopher entró a mi cuarto y me vio con la mirada perdida en la ventana -Hey... ______, ven, vayamos a dar un paseo por el parque.

-¿Ahora?

-Si, ahora, no aceptaré un "No" por respuesta

-No lo sé... -volví a perder mi vista en la ventana.

Desde que regresamos de Guanajuato, el día del entierro, Christopher ha estado tratando de subirme el animo, me lleva a diferentes lugares para que me distraiga y me olvide de todo, de toda esa tristeza, pero realmente no hay nada que pueda hacerme olvidar todo este dolor que tengo en lo mas profundo de mi alma, le agradezco que quiera hacerme sentir bien, pero  es imposible recuperarme de esta maldita perdida.

Christopher acarició mi espalda- Ya no pienses en todas esas cosas tristes, ya pasó, ella ya está  en un mejor lugar y tu lo sabes, velo por el lado bueno, tu me habías contado que ella estaba muy enferma, ya casi no podía escuchar ¿Recuerdas cuando me contaste que en navidad sus ojos se veían tristes porque no podía escuchar todo lo que contaban en la cena de navidad y ella solo reía para que no notaran que le dolía no poder escuchar? Ahora ella ya no sufrirá mas, te podrá escuchar estés donde estés.

Yo no dije nada, solo sentía como mis ojos se inundaban poco a poco y el mar de lagrimas estaba a punto de desbordarse para hacer un diluvio.

-Sé lo mucho que la extrañarás, te entiendo, yo al igual que tu perdí a un ser muy querido, a mi hermano, entiendo lo que sientes. Te voy a contar un secreto: ella siempre estará aquí cuando la necesites, todos los días habla con ella, te escuchará, yo al menos eso hago. Pensarás que estoy loco, pero enserio, yo sé que allá arriba te escucharán. Hazlo, platica con ella, aunque no la puedas ver, aunque no la puedas escuchar, ella si te verá y te escuchará, siempre recuerdalo.

Sus palabras me alentaron bastante, volteé a verlo, y él me miraba con esa sonrisa de oreja a oreja, esa hermosa y brillante sonrisa que me alegra los días desde que  llego.

Yo le respondí con una sonrisa débil, ya que no podía sonreír debido al gran nudo en la garganta que tenia por aguantar las lagrimas, que por cierto no tardaba en explotar.

Él tomó mis manos- Una persona muere hasta que la olvidan, así que ella aun vivirá en tu corazón por siempre, morirá hasta que tu lo hagas -Allí ya no me pude contener y las lagrimas salían una tras otra sin parar, el mar de lagrimas comenzaba a desbordarse- Oh, vamos, no llores ____, sabes que no soporto verte así... -Ahora venia el gran desborde de lagrimas- ven aquí.

Me abrazo muy fuerte, sus manos rodeaban mi espalda, mis lagrimas caían sin cesar, ahora sí, el diluvio comenzaba, el besó tierna y lentamente mi frente.

-Vamos, ya no llores, o me harás llorar también a mi -Levanté mi cabeza hacia él aun sin romper el abrazo.

-Lo siento Christopher, últimamente estoy muy sensible.

-De eso no hay duda -Sonrió.

Me miró y quitó las lagrimas de mi cara pasando su pulgar por mi mejilla derecha y luego por la izquierda.

Y lentamente me separé de sus brazos.

-Ya dejé tu playera llena de lagrimas

-No te preocupes, solo es cuestión de que se seque -Sonrió- Y bien, no me haz dicho si sí o no vamos a ir al parque por un helado.

Mi lugar estaba en tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora