Capitulo 33: Puesta de besos

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Después de ver a Christopher semi desnudo  regresó al baño, y yo me quedé un buen rato dormida.

Desperté muy agitada, en mis sueños había recordado aquella ves que Sebastian creía que iba a matarme, pero en ese sueño lo hacia, estaba pálida y sudando, gracias a Dios había sido solo una pesadilla.

Tomé mi celular que estaba a lado de mi cama para ver la hora, pero tenia muchas llamadas perdidas, eran de Sebastian, comencé a sentir miedo, realmente ya no quería verlo, si, debo aceptarlo, el me estaba haciendo mucho daño. Así que mejor decidí apagar mi celular, o seguiría molestando.

Bajé las escaleras y fui directo a la cocina, mi estomago parecía que cobraba vida por si solo, estaba hambrienta, no había comido nada en todo el santo día.

-¡Hola! -me saludó Christopher muy ánimado al verme entrar a la cocina.

-¡Que onda! Al fin ya te vestiste

-Desde hace rato -Rió- ¿Por que dormiste tanto? Llegaste a las 2:00 y ahora son las 7:00

-Eso del festival me trae completamente muerta

-Te entiendo

-Tengo mucha hambre! -Dije abriendo el congelador-¡Si! -exclamé al ver dentro.

-¿Encontraste helado?

-¡Si! -Dije sacándolo muy feliz

Miré hacia la ventana, el sol no tardaba en ocultarse, era un hermoso día, el lago estaba en unos hermosos tonos naranjas y rosas reflejando los tonos del cielo, se veía precioso.

-¡Hey! ¡Dame helado!

-Si, claro, pero ¿Que te parece si nos llevamos el bote de helado y lo comemos mientras vemos la puesta de sol en el lago?

-¿Te gustan mucho las puestas de sol verdad?

-Realmente las amo, entonces... ¿Vamos?

-¡Por supuesto que sí!

Salimos de casa y caminamos hasta la banca a un lado del lago. Nos sentamos y me quedé un buen rato mirando encantada el inigualable paisaje.

-Definitivamente este es mi lugar favorito

-Es hermoso

-Lo sé, no tienes idea lo feliz que me hace ver las puestas de sol

-Y tu no tienes idea lo feliz que me gustaría hacerte algún día

Me quedé sin palabras, esto hizo que mis mejillas se encendieran ¡Demasiado!

Christopher abrió sus ojos muy  grandes -Oh oh, ¿Lo dije o lo pensé?

-Lo... dijiste -Lo dije mirando para abajo para que no notara que estaba mas roja que un jitomate

-Okay... esto es incomodo -Dijo mientras despeinaba los cabellos de su nuca.

-Muy incomodo

Hubo un largo silencio con miradas timidas y bajas, no sabia que hacer, no sabia si mirarlo, o hacerle alguna pregunta rara para que se olvidara esto. Yo seguía tomando cucharadas de helado sin saber que decir o hacer.

Saqué la cuchara de mi boca, y la metí al bote de helado para tomar un poco de helado, pero Christopher la metió al mismo tiempo, volteé a verlo y mis ojos dirigieron la mirada inconscientemente a sus labios, lo cual empeoró la situación, me entraron unas intensas ganas de besarles como la otra vez, adueñarme completamente de ellos.

Cada vez Christopher y yo, nos acercábamos más y más, ya sentía su respiración, y un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Tal como una descarga eléctrica, pero era una sensación condenadamente hermosa

Mi lugar estaba en tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora