~.Amor en Guerra.~

Capítulo 48

Una semana después...

Alicia por fin estuvo en calma, ya no hizo tantos berrinches y hablaba de mejor manera con el personal. Se controló por primera vez el embarazo y no se veía nada, aún es muy pequeño. Ethan me confesó que cada tanto se encuentran en los límites del bosque con Caro y Casius está junto con Nana muy entusiasmado del bebé. Y bueno, aquí estoy yo, tratando de llevar bien el circo con la madre de mi cachorro.

Mientras que, desde que Dania colgó aquella vez, no supe más nada. Todos los días le escribo, la llamo, le mando videos o audios de canciones. Realmente me está haciendo las cosas difíciles pero necesito que me aclare que es lo que quiere. Todo sea por ti mi pelirroja.

Vuelvo a llamar una vez más, como lo vengo haciendo estos días, ya con la esperanza que no me contestará pero esta vez se escuchó una respiración desde el otro lado de la pantalla.

Titubeo un poco al no saber si realmente es ella o no pero ya no tengo nada que perder.

*en llamada*

- Dania?
- Dante.
(suspiré con alivio)
- Te juro que no veía la hora de escucharte.
- Marqué a Enzo...
- Qué!? Hace una semana que no...
- Sin reclamos.
(Se escuchó tajante)
- Contestas sólo para decirme eso?
- Quedan dos semanas, te pasaré el número de Ángel y organicen con él los hombres en tu terreno.
- No deberíamos hablar de nosotros.
- Me escuchaste?
(Suspiré)
- Si, te escuché...
- Perfecto.
- Vas a cortar?
(Un silencio se hizo presente y luego contesto)
- No me acosté con él, no te pagaré con la misma moneda, ni tampoco quiero que dejes a tu bebé.
- Entonces está todo mejor?
- Hablaremos por llamada...
- Dania! No me respondes!
- Sigo, hablaremos por llamada pero quiero que sepas que aún no tome mi decisión.
- Vas a tenerme a tu merced para después tirarme a la basura?
- No, sólo pido tiempo.
- Y lo que sentimos!?
- Lo que sentimos no es suficiente, necesitamos confianza, libertad y muchas muestras de amor.
- No te soy suficiente, verdad?
- Dante (frenó sus palabras) sigo siendo tuya, en cuerpo, en alma, en mente...
- Y yo tuyo amor... (Una vez más hizo que baje mi guardia)
- Pero también quiero empezar a amarme...
- Qué significa?
- Después que todo se resuelva, después que pase esto, después, solo después, veremos que es lo que vamos a hacer y espero no la cagues más.
- Lo prometo! Realmente quería escuchar tu voz.
- No lo hagas...
- Qué cosa?
- Prometer. Quiero hechos, no palabras.
- Está bien cachorra.
- Perfecto. Debo irme.
- Qué harán?
- Menos averigua Dios y perdona. Chau.

*fin de la llamada*

No estoy seguro si la sensación que siento es alivio, más dudas o que, pero por lo menos pude escuchar su voz después de tanto tiempo.

Me dirijo a la cocina por un poco de comida. Charlo con Ethan y así va pasando el día, entre cruce de palabras con mi padre y mi Beta.

Blas está casi 24 horas haciendo guardia o cualquier cosa que se me ocurra en el momento que viene a mi mente y me rió al saber que no refuta nada.

Ya sin darme cuenta es la hora de merendar pero quiero hacer algo distinto a la rutina de siempre. Golpeo la puerta de mi padre y cuando el abrió lo agarro del brazo para llevarlo sin preguntar conmigo. Al principio forcejeó pero luego se dejó llevar resongando.

Casius: Vas a romper mi brazo!
Dante: Te acuerdas que antes merendabamos aquí? (Señalé un cantero redondo donde había muchas Rosas Rojas)
Casius: Como no olvidarlo Hijo (Sonrió de lado)
Dante: Bueno, quiero pasar tiempo contigo padre.

Solo asintió para luego mirar a Nana que venía con la comida hacia nosotros y pudimos notar que la alegró vernos así de nuevo. Se retiró y nos dejó las delicias de panqueques que tanto le gusta hacernos.

Pasamos toda la tarde hablando de cosas triviales y también de como cambie en lo que va de éste tiempo.

Nos hacia falta una charla entre nosotros. Éste lazo se había desvanecido y por momentos era intermitente, pero al final del día, sabíamos que éramos solos los dos.

Pasó unas horas y volvimos adentro. El frío se hizo notar, así que nos obligó a retirarnos de donde estábamos.

Como buen hombre de familia, cene con la madre de mi hijo y Ethan que está cada día más sonriente, debido a los encuentros con su mate. Lo que me da mucha felicidad por él.

Luego digo provecho y voy de manera calmada hacia mi habitación, mientras Alis debora el postre que hizo Nana.

Entro, me siento a la orilla de la cama y como buen niño enamorado, veo la pantalla esperando su llamada.

No tardó más de una hora, empezó a sonar el móvil y atiendo rápido.

*en llamada*

- Dante?
- Cachorra!!!
- Como sabías que te iba a llamar ahora?
- Intuición, te presiento mi vida...
- Aggg no te hagas...
- Ahora la gruñona eres tú?
- Muy gracioso! tengo ganas...
- Eh?
- Te extraño, quiero que recorras mi cuerpo, que toques mi piel, que me hagas el amor.
(En eso suspiré pensando muchas cosas)
- Es cruel que me digas esto...
- Es cruel que no te tenga en mi cama...
- Eres tú? Realmente?
- Llevo una semana dando pastillas a Enzo para que piense que duermo con él, quiero verdadera acción.
- Wow, la niña aprendió trucos nuevos...
- No es eso, es sólo que...
- (otra voz se escuchó de fondo) Dania! Q que hiciste con el Alfa?

*fin de la llamada*

No puede ser, quién carajos la abra escuchado. No puedo volver a llamar para que no sospechen pero ruego que no fuera mi hermano, sino las cosas se volverán algo intensas.

Voy a tener que esperar mañana a que me llame y si no lo llega a hacer, voy a buscarla. Eso lo tengo decidido.

Con un Santo! Le viene a pegar lo cachonda y la agarran infraganti. Sólo pido que no le pase nada.

Dejo el celular, rasco mi cabello y me retiro a dormir en mi habitación.

Alicia ya está acostada, así que apago las luces del velador que dejó prendidas y me acuesto a su lado.

Mi mano viajó para acariciar su estómago y ella me la agarró de forma tierna. A veces me compadezco de está mujer, ojalá el embarazo la cambie y si no bueno, tendrá que darme a mi hijo para que lo crie.

Antes de dormir, pienso en el número que me mandará Dania para organizar todo en la boda. Si algo se, es que Vicen tiene muchas tretas, pero no saben que yo tengo el doble.

Cierro los ojos y me propongo descansar. Ansioso por mañana para recibir noticias de mi loba.