Extra, capítulo diecisiete

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Intensas, solo quería recordarles que los extras no son adelantos. Son hechos que transcurrieron en la línea de tiempo del capítulo en cuestión, y no se narraron con profundidad. Sin más que agregar, disfrútenlo, y no olviden comentar los extras en Facebook. 

La sala del departamento estaba convertida en una especie de set. Había luces colocadas en diferentes puntos y varias personas que no conocía deambulaban con confianza por el sitio. Bajé las escaleras sintiendo una ligera incomodidad que se convirtió en algo más intenso al ver a Mariano tirado en un sofá. Me pregunté mientras caminaba si no tenía algo mejor que hacer un domingo por la mañana que estar metido en mi casa.

—Pablo, tanto tiempo. ¿Cómo estás?

Me quedé congelado en medio de todo al ver a la fotógrafa que me saludaba, reponerme de la sorpresa me tomó un par de segundos, avancé hacia ella para saludarla siendo consciente de que estaba siendo observado por Mariano.

—Adela —dejé un beso breve en su mejilla y me alejé de inmediato—, que sorpresa verte. No sabía que tú nos tomarías las fotos.

—La sorpresa me la llevé yo cuando me contactó Mariano. ¡Te vas a casar! —dijo como si no pudiera creerlo—. Tenía tantos años de no verte, ¿qué has hecho en todo este tiempo? Además de ponerte la soga al cuello con lo de la boda —agregó entre risas.

En medio de la impresión de verla en mi departamento mantuve una conversación superficial con ella, percibiendo como la tensión en mi cuerpo aumentaba a medida que los minutos pasaban. No podía dejar de pensar en que Mariano la había contactado, me estaba poniendo en aprietos con toda la mala intención del mundo.

En cuanto Adela se acercó a su equipo para conversar, fui directo a la cocina en donde estaba el imbécil de Mariano, comiendo como si estuviera en su casa.

—¿Qué mierda quieres, Mariano?

—Ay, golfo, me asustaste —la forma en la que se llevó las manos al pecho me hizo recordar a Cami, aquel gesto era de ella—. ¿Qué te pasa?

—¿Por qué contrataste a Adela para que nos tomara las fotos?

—Porque es la mejor haciendo ese tipo de conceptos. Trabaja para Hola, es buenísima. Me genera cero emoción o entusiasmo todo esto del compromiso de Cami, pero para ella lo mejor siempre.

—¿Crees qué soy imbécil?

—Sí... Pero que agresivo —se quejó cuando lo agarré por el cuello de la camisa—. ¿Por qué estás tan asustado? Suéltame o abro la boca y cuento todo.

—Por eso lo hiciste —afirmé mientras lo soltaba—, quieres meterme en problemas con Camila.

—Ay, obvio no. En serio es la mejor —aseguró tras darle un sorbo al yogur—. No me interesa de ninguna manera lo que hayas hecho con ella.

—Hay muchos fotógrafos y elegiste traer a ella aquí, a ella.

—Golfo, imagínate que descarte personas para trabajar solo porque hayan dormido contigo. Me quedaría sin opciones. Puedes cambiar esa cara, no le voy a decir nada a Camila. No me conviene hacerla enojar, la necesito enfocada en lo importante.

—Me llamo Pablo, no golfo.

Antes de complicar la situación salí de la cocina a paso rápido, delatando mi estado anímico. Conocí a Adela de muchos años atrás. En una etapa de mi vida donde me divertí más de la cuenta. La observé de reojo mientras hacía pruebas de luces y me fue inevitable recordar como me había involucrado con ella.

Benja necesitaba una fotógrafa, no tuvo que insistirme mucho para que la convenciera de trabajar gratis para él. Sentía atracción por ella, me encontré encantado con usar aquella excusa para pasar un par de noches en su departamento. Años después volví a tener un desliz con ella, un fin de semana intenso del que recordaba poco, pero el motivo de la incomodidad que sentía.

Malas Decisiones Escenas extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora