Extra, capítulo veinte

8.8K 1K 782
                                    

Está largo para compensar la falta del extra del 19. Voten y comenten. 

Pese a haber estado en muchos eventos parecidos, lo que observaba no tenía comparación con ningún otro desfile al que hubiera asistido. El despliegue de fotógrafos y los constantes flashes habían empañado mi vista que estaba atenta a todo lo que ocurría. La música animaba el ambiente, alimentando la sensación de que aquello era algo realmente importante.

Benja, que se encontraba sentado a mi lado estaba en mi mismo estado, observando todo con un entusiasmo perceptible. Aquella noche marcaba no solo el éxito de Camila, su agencia se estaba apuntando un logro que al menos él no se había contemplado. Pese a la aversión que me provocaba ese show por todo los problemas que le dio a Cami, no pude evitar sentirme contento por ambos, por ella y por mi mejor amigo que se mostraba más contento que de costumbre.

Conté los minutos que transcurrieron para que el segundo bloque del show iniciara. Estaba ansioso por verla salir, aguardando con impaciencia el momento por el que ella se había esforzado tanto. Con el cambio de música experimenté un subidón de adrenalina. Mi vista se quedó fija en el escenario del que se desembocaba la pasarela, donde las luces apagadas no permitían ver nada.

—Ya está lista —dijo Benja, tras ver la pantalla de su teléfono—, Mariano dice que se ve tranquila, pero está nerviosa.

Asentí sin poder centrarme en sus palabras. Mi mente estaba ocupada imaginándose a Camila nerviosa en el backstage, sin el idiota de Mariano y sin Lucy al lado.

Las luces se encendieron obligándome a parpadear, la voz profunda que sonó anunciando la banda en vivo fue silenciada por los aplausos que incrementaron ante los primeros acordes de una canción. Benja me dijo algo en voz baja, sin embargo, no pude identificar ni una sola de sus palabras, me levanté en un impulso al ver Camila aparecer al fin.

Los aplausos aumentaron ante la sonrisa amplia que ofreció a todos. Por un par de segundos olvidé como respirar al contemplarla de pies a cabeza. Las alas grandes y azules que hacían juego con las dos prendas que la cubrían fueron lo primero que saltó a mi vista. Se veía como una hada de verdad con ellas, moviéndose con absoluta seguridad sobre la pasarela que parecía rendirse ante sus encantos.

Bajó sus pies el piso se iluminaba mientras se deslizaba contoneándose con absoluta armonía con la música que sonaba. Cada paso provocaba que su pelo se meciera, su cuerpo lucía tentador con el escote que revelaba la exuberancia de sus pechos y las curvas remarcadas de su cintura. Aplaudí embelesado por lo que estaba viendo. Por sus sonrisas y la soltura con la que se desenvolvía, del nerviosismo que habló Mariano no había nada. Camila se mostraba segura, como si aquello fuese algo que hubiera hecho muchas veces.

Era consciente del ruido de los aplausos, de la música, y los murmullos de voces a mi alrededor, sin embargo, no podía enfocarme en nada de ello. Las piernas de Camila retuvieron mi atención hasta que, se aproximó con su andar sensual a nuestro sitio. Levantar la mirada fue una especie de necesidad que no contuve, estudié su rostro que sonreía propiciando que nuestros ojos se encontrara. Dejé de ser un espectador que la observaba desde abajo, la sonrisa que le ofrecía a todos mutó a un gesto más íntimo que solo estaba dirigido a mí.

Sus ojos brillaron por escasos segundos mientras se llevaba la mano a los labios para enviarme un beso que una cámara inmortalizó. Pude percibir como Benja se puso de pie a mi lado, y la fuerza con la que aplaudía, entretanto seguía con la vista a Camila que avanzó por la pasarela moviendo el trasero que lucía más redondo con la diminuta prenda que llevaba puesta.

Permanecí de pie todo el tiempo, hasta que regresó de nuevo al lugar de donde salió. Mis ojos no se apartaron de ella, de su rostro, su pelo, su cuerpo y su andar rítmico que potencializó todo lo que fue su pasarela. Recordé como respirar con normalidad mientras me sentaba en el sitio que me había costado mucho trabajo, además de dinero conseguir. Y solté un suspiro que evidenció mi alivio, todo había salido mejor de lo que esperé.

Malas Decisiones Escenas extraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora