K I N T S U K U R O I

[ P a s o ] v e i n t i c u a t r o

Incluso si los hermanos están cayendo, ambos actúan frente a otros como los cómplices que solían ser por el bien de la familia Jeon, aunque al termino del día se dejan consumir por sus resentimientos.

Ahora era mutuo.

Jeon Roomi terminó perdiendo más de lo que debería, y aunque quisiera escapar del odio, día a día se alimentaba por la traición que su propia sangre le dio por el trono de los Jeon; el hospital Asan.

Jungkook quería lo que corresponde y por lo que él mismo renunció al principio. ¿Por qué de pronto se esmeraba por ser el hijo perfecto y ganarse el favor de su padre?

Incluso, ha ganado una aliada, su nueva novia de la que todos en esa familia han aceptado con entusiasmo.

El pronostico cambió, y Jungkook cobró ventaja frente a Roomi, entonces qué podría hacer ella para recuperar su posición. Por qué de repente iniciaron una guerra por la herencia, por qué está jugando tan sucio.

—No dejes que te afecte Roo. Jungkook siempre ha sido un idiota.—Taehyung trató de transmitirle ánimos a la jovencita, y ha sido así desde aquella vez que el gemelo le declaró la guerra a la menor, al igual que Jimin entregando su apoyo incondicional a la hija menor de los Jeon.

Ahora Roomi únicamente tenía a los dos, después de que Seokjin pidió su traslado a la universidad de Cambridge para terminar sus estudios y del que rara vez se tenían noticias por el bajo perfil que decidió poseer.

Pero entre ambos amigos nada cambió, Seokjin seguía manteniendo contacto con Roomi por medio de textos y video llamadas siendo un soporte extra.

—Dudo que tu padre desee dejarte el paquete a cargo, él desaprobó a Taehyung como yerno y en cambio, Jungkook le dio el gusto con esa tal Eunjae. Sinceramente tu vida ahora parece melodrama, dos hermanos peleando por herencias, muy loco.—Seokjin carcajeó amargamente.—Necesitarías un milagro.—inmediatamente cortó la risa tomando una posición más seria y contundente.

—He pensado seriamente renunciar a todo. Pero tampoco planeo dejar a Taehyung. De verdad lo quiero y deshacerme de él por una herencia es lo más bajo que podría hacer. Además, estos meses me ha demostrado su lealtad que es...fundamental en el momento más conflictivo de mi vida.

—¿Pero? existen peros Roo, con eso me has dicho todo.

—No-no...

—No sé en qué momento te volviste una persona rencorosa.

—No guardo rencor, eso es una vil mentira ¿Acaso me difamas?

—Pero dentro de tus ojos puedo ver el deseo por derrotar a tu hermano, sin darte cuenta Jungkook está consumiendo tus energías, y eso no le hace bien a tu salud mental. Deberías...no sé, alejarte de ese mundo nocivo.

—Cómo podría si tengo que convivir todos los días con ellos.

—pff Roo tienes ahorros, puedes alquilar un departamento y pagar los gastos hasta que consigas empleo, pero si se te dificulta te ofrezco una propiedad que tengo por ahí, no te preocuparías por el arrendamiento, sólo los servicios. O...espera a que te cases con Taehyung y vives cómodamente.

—Agradezco tu hospitalidad pero ni una ni otra cosa es justa. Prefiero llevar por mi cuenta el asunto.

—Igual mi oferta estará en pie siempre que lo necesites.—Seokjin se encogió de hombros y luego se recostó sobre su silla al otro lado del dispositivo.—Estoy a una llamada de distancia, de cualquier forma, regresaré a Corea.

—¿Estas vacaciones?—Roomi preguntó emocionada y el chico asintió. Pero luego ella pareció recordar algo e hizo un puchero abatida.—Creo que no podré verte, Taehyung me llevará a Italia.