Roomi le pidió a los cuatro chicos que la dejaran sola unos minutos antes de partir, cuando eso ocurrió la chica trató de pararse por sí sola de la cama con ayuda de un bastón.
Era verdad que su pierna estaba recuperando la movilidad a un ochenta y cinco por ciento, sin embargo, le abrumaba la lenta recuperación. Sobre todo el pensar en la idea de regresar al campus usando un bastón para terminar siendo objetivo de habladurías y burlas. Necesitaba poner empeño a sus metas o estaría jodida.
—Esta mierda es absurda.—tiró por ahí su bastón y se detuvo de la pared hasta llegar a la puerta donde sigilosamente observó el área para no ser sorprendida.—Un, dos, tres...
Sin el bastón se le dificultaba horriblemente y comenzaba a sudar frio para no ser descubierta entrando al cuarto de su padre donde yacía profundamente dormido, sin embargo, logró su cometido y entró divisando la cama donde ese hombre se encontraba con muchos cables y otros aparatos que aún lo mantenían con vida.
Se acercó y lo miró con rencor, cuando de inmediato sus ojos se llenaron de lágrimas tras recordar que por culpa de un monstruo como él perdió a la gente que amaba, su madre, el bebé y sus dos hermanos. A pesar de actuar con rigidez y decir a los cuatro vientos que estaba bien no era así. Le pesaba terriblemente y lo único que se le venía a la mente era desconectar todos esos cables y acabar con la vida del señor Jeon.
Roomi tomó el primer cable temblando y con lágrimas escurriendo sobre su rostro, mientras en su mente se repetía una y otra vez aquella trágica noche.
Pero su cobardía la detuvo, Roomi soltó un sollozo que cubrió con su mano y perdió el equilibrio desplomándose en el suelo.
—No puedo matarte, necesito que vivas y sacarte la verdad sobre el paradero de Jungkook, y aunque quisiera tampoco soy como tú, jamás asesinaría a alguien.—soltó con rabia.
De pronto, la puerta fue abierta y Roomi sintió unos pasos detrás de ella, entonces vio su bastón siendo entregado.
Subió la vista poco a poco, desde unos zapatos perfectamente brillosos hasta un traje pulcro y sin arrugas.
El secretario Lee al ver la negativa de Roomi decidió cargarla, pero ella rápido lo apartó y él inmediatamente pidió disculpas por el atrevimiento.
—No le digas a Seokjin que estuve aquí.—dijo.—En realidad a ninguno de mis amigos.
—¿El joven Seokjin es su..?—el secretario Lee fue interrumpido de inmediato.
—Ocúpate de tus asuntos. Pero no.
—Oh...es que.. él se nota muy preocupado y tengo entendido que vivirán juntos.
Roomi enarcó una ceja en forma de advertencia, misma que Dongmin captó y dejó de hacer preguntas.
La chica tomó su bastón y caminó a la salida lo más rápido que pudo, dobló por el pasillo cuando Seokjin se apareció asustado y sin dudarlo la abrazó fuertemente.
—Grandulón me aplastas.—recriminó ella.
—Creí que te tirarías del último piso, incluso fui hasta la azotea.—Seokjin la soltó y tan pronto notó la enigmática presencia del secretario Lee.
—No te apartes de ella mientras no esté yo.
—Ya Seokjin estás paranoico al igual que Yoongi.—una tercera voz se escuchó en el fondo del pasillo quien le pertenecía a Jimin.
—Pues ni tanto, Yoongi está peor.—secundó Roomi.—Al menos Seokjin me traía comida de su casa y Yoongi me obligaba a comer las verduras de este infierno.
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K I N T S U K U R O I
FanfictionJeon Roomi, tal vez, con dos veces la victoria no está asegurada. ¿Por qué no lo intentas una tercera? quizá él sea aquel alfarero que pueda unir todas las piezas rotas que te conforman.