10:47 pm—¿Te gustó mi regalo?
—¡Eres un hijo de puta, así que fuiste tú! No sabes cuanto te maldigo Jungkook, acabas de arruinar mi vida de todas las maneras posibles. Estás demente, ni siquiera te conozco, un hermano nunca haría algo así.—mis lágrimas impedían que soltara todos los improperios que tenía para Jungkook.—No quiero volver a ver tu maldita cara nunca.
—Me temo que hoy no somos hermanos, es más nunca lo fuimos realmente.
—Con lo que acabas de hacer te creo, nunca lo fuimos.
—No, no me refiero a ello, realmente no somos nada, más que simples primos hijos de dos hermanos cuya rivalidad creció por el hospital Asan, probablemente revivamos esa antigua guerra y necesito verte débil e impotente para llevarme esa victoria.
—¿Q-que qué dices?
—¿No abriste la otra caja de regalo? Esa era para ti especialmente.—sin más Jungkook colgó dejándome con la palabra en la boca y de inmediato le dije al taxista que se detuviera en cualquier parte y me dejara revisar tan nombrada caja.
Finalmente la abrí y comencé a leer todo de principio a fin.
—De ninguna manera...—cubrí mis labios para ahogar mis sollozos.Jungkook tenía razón, en esa caja estaba nuestro origen.
Y dejé escapar un grito desgarrador que el taxista se acercó para saber qué ocurría. El muchacho me ayudó llevandome al hotel más cercano mientras obtenía un boleto de avión a Corea.
Me recosté sobre la ventana del auto mientras mis lágrimas caían sin parar sobre mis pómulos, no tenía el coraje necesario para afrontar la verdad, me rehusaba aceptar que Jungkook y yo no compartíamos un lazo de sangre más allá de dos primos, de padres y madres diferentes, nuestra única realidad era ser hijos de dos hermanos que se odiaron a muerte y mi padre tenía mucho que ver.
Me sentía sucia y repugnante, era como ser parte del acto más cruel, como si yo también hubiera participado para que los padres de Jungkook murieran.
Nunca tendría cara para mirarlo de nuevo sin ver su odio acechando y lo entendía, si quería mi vida estaba dispuesta a entregársela, pero antes, debía salvar a mi bebé.
En una sola anoche había perdido todo.
Tres horas antes...
Taehyung y yo llegamos al llamado de Namjoon quien estaba sentado en uno de los sillones de la puerta principal frotando el canal de su nariz rodeado de fotos exparcidas por el suelo.
Y no cualquier tipo de fotos, era de esas que te dejaban sin palabras.
Taehyung tomó una del suelo y la miró alrededor de tres minutos, inspeccionando atónito si lo que sus ojos veían era cierto.
Por mi parte tomé otra fotografía y tampoco reparaba la semejante injuria que se cometía hacía mi persona.
—¿Qué es esto Jeon Roomi?—soltó furioso y con lágrimas en los ojos para después arrugar hasta romper dicha impresión.—¡Responde carajo!—gritó y me tomó con brusquedad, entonces me quejé porque su agarre me estaba lastimando.
—¡Eso no es cierto Taehyung, ni siquiera sé quién hizo esto!—me defendí.
—¡C-cómo puedes excusarte de esa manera! Eres tú, es tú maldita cara y la de ese malnacido de Seokjin haciendo no sé que diablos. Y no me digas que esta otra es mentira, esa ropa es del día que según tú habías ido al médico y yo estúpidamente te creí.—Taehyung ya estaba exaltado, y su voz aguada como si de un hilo dependiera para romper el llanto por completo.
Nunca lo vi tan indefenso y dolido, sus lágrimas me dolían más a mi, la forma en como se quejaba y se tiraba al suelo, sobre las fotos completamente perturbado por lo que se lograba apreciar que hasta me causó asco, y no por mi, sino por el infame encargado de profanar mi nombre y persona de formas tan crueles.
Hasta que vio un móvil dentro de esa caja de "sorpresas", lo tomó y desbloqueó al toque, entonces al mismo tiempo un par de audios lograron reproducirse.
—"nena, necesito verte, créeme que me importa una mierda que estés con él, juro que iría por ti y te follaría de todas las formas posibles.—los tres, Namjoon, Taehyung y yo abrimos los ojos atónitos por la confesión, pero no tanto cuando descubrimos al dueño de esa voz; Kim Seokjin.
—"en cuanto se vaya Taehyung"—mi voz, esa era mi voz dejando escapar una sonrisa ladina, pero en ese momento mi mente hizo una conexión de escenarios, recordando perfectamente que esa no es la llamada original, mi voz era, pero me encontraba hablando con mamá, ella me ordenó que regara las plantas mientras se encontraba fuera y yo respondí "en cuanto se vaya Taehyung" riendo de forma tan estúpida porque mi mamá bromeó si hacíamos cosas indebidas.
Me tendieron una trampa.
Y Taehyung no tenía necesidad de creerse la mentira de otro y sufrir de la manera en como lo hacía.
—Ta-Tae—no podía formular palabras para defenderme. Mientras que él me enterraba esa mirada filosa apunto de asesinarme. Odio, él me odiaba ahora y de eso no tengo la menor idea.
—¡Lárgate!—escupió y yo no me movía, así que se levantó a toda prisa para echarme, y Namjoon se interpuso entre los dos para evitar que su hermano en estado colérico hiciera una idiotez.
—Por favor cálmate.—habló el mayor.
—¡No hasta que esa mujer se vaya!—empujó a Namjoon lanzándolo lejos y ninguno de los dos supimos de donde salió tanta fuerza bruta.
Taehyung estaba fuera de sí, ardía de furia y las venas de su cuello resaltaban, con sólo verlo temí, y no por mi, sino porque mi bebé sufriera las consecuencias si algo me pasaba.
—Taehyung déjame explicarte, nada de eso es cierto.—finalmente hablé entre sollozos y lágrimas.
—¡Incluso tienes la osadía de negarlo, carajo lo vi, escuché esa mierda y quieres que te crea, no soy tan idiota como parece. Ahora desaparece para siempre, vete, vete con ese imbécil!
—P-pero nos vamos a casar!—dije para arrepentirme el resto de mi vida, y sus palabras quedaron marcadas en mi mente. Unas que me dolieron en lo más profundo de mi ser.
—Nunca me casaría con una cualquiera y mentirosa. Me das asco Roomi. Me acabas de hacer mierda, me siento el hombre más patético en este mundo, te entregué todo de mi y tú sólo disfrutaste burlándote con ese imbécil.—sonrió melancólico.—Tenía razón, algo no andaba bien entre tú y Seokjin.
—Aunque te lo explique nunca lo vas a entender...sólo espero que un día logres escucharme.—me quité el anillo y se lo dejé en una de las mesitas.
Me di la media vuelta y huí, sin embargo, a lo lejos escuché de nueva cuenta la voz de Taehyung gritando, sí gritándome.
—¡Maldigo el día en que te conocí!
[••••]
Namjoon se agachó a recoger del suelo algunas de las fotografías y las miró con cierto interés, entonces frotó su cara lleno de frustración, no, no era idiota, era demasiado astuto e inteligente para darse cuenta de que esas fotos estaban más que truqueadas y los audios jodidamente seguro de que también.
Recogió todo el material y le ordenó a uno de sus hombres que llevara la caja a su despacho, se encargaría de revelar la verdad a su hermano en cuanto tuviese la certeza y para ello necesitaba hablar con Roomi, lo cual sería una tarea dificil de encontrar.
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K I N T S U K U R O I
FanficJeon Roomi, tal vez, con dos veces la victoria no está asegurada. ¿Por qué no lo intentas una tercera? quizá él sea aquel alfarero que pueda unir todas las piezas rotas que te conforman.