[ P a s o ] t r e i n t a y d o s

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Seokjin.

Abrí los ojos encontrándome con una Roomi completamente dormida, la misma que se veía tan linda con sus cachetes apretados por la almohada y me quedé absorto en ese momento tan intimo entre dos personas, si bien para cualquiera no tendría nada de especial dormir con algún amigo o amiga, sin embargo, para mi sí, imagínate abrir los ojos por primera vez en el día y ver a esa persona.

Resulta algo soso, pero en mi caso era tan significativo mirar a Roomi dormir plácidamente, sentir sus mejillas cálidas al toque luego de proporcionarnos calor con nuestros cuerpos.

Regularmente no solía despertar con Hye porque ella abandonaba antes la habitación después de nuestros encuentros que al final de cuentas se resumieron el algo carnal por tanto tiempo y que terminaron por volverse monótonos.
La adrenalina que sentí alguna vez por poseer un cuerpo se consumió, haciendo que sólo uno de los dos sintiera placer, y que claramente yo no era, porque algo dentro de mi cambió.

Cambió desde que conocí una sonrisa llena de vida, la misma que se dibujaba cada mañana por los pasillos del campus pronunciando mi nombre con tanto cariño.

Pero irremediablemente ese amor me lo guardé para mi mismo, porque ella le entregó su corazón a las personas incorrectas y yo entre las sombras me dediqué a mirar con la esperanza de ser elegido una vez, de tener el privilegio de adueñarme de sus sentimientos y demostrarle que los buenos chicos aún existe.

Me removí de la cama no sin antes depositar un beso en la comisura de sus labios.

Y luego me coloqué una sudadera para ir a la cocina con la intención de preparar el desayuno, pero antes de salir de la habitación di un vistazo a mi rostro que considerablemente ya no lucía peor que anoche, sólo un para de moretones y algunos aruños.

Caminé a mi destino descubriendo que Yoongi cocinaba con la ayuda de Jimin, si algo tenía mi amigo el pálido eran sus buenos dotes para la cocina, y la agilidad para preparar buenos platillos.

El olor de los alimentos impregnó mis fosas nasales y yo hambriento inhalé sintiendo una exquisita sensación, entonces, quise tomar algunas porciones de comida con los dedos sin que ellos me notaran por estar más entretenidos en lo suyo, pero grave error pues Jimin solía tener un sexto sentido que aún de espaldas me llamó la atención.

—¡Alto pequeño bribón! antes de devorar la comida toma esa bebida para la resaca que está en la tasa.

Titubeo ante la apariciencia de aquella bebida extraña y no tuve más remedio que pasarla por mi garganta.

Jimin vino hasta mi secando sus manos con el mandil y detrás Yoongi con los platos.

—Come.—demandó Jimin de forma autoritaria.

—¿No vas a preguntar qué pasó?—pregunté ansioso porque este rubio me gritara como un padre, pero únicamente encontré en sus expresiones serenidad, algo típico de él.

—¿De por qué tú y Roomi dormían juntos o por qué tu rostro está hecho una mierda?

Tragué duro, cómo sabía que ambos pasamos la noche y no de esa forma porque nosotros literal dormimos juntos.

—Se puso rojo.—escuché la estúpida carcajada de Yoongi a mi lado mientras tallaba mi espalda.—No te juzgo pero ya es hora de que dejes de ser tan inofensivo, mira que con esa cara y esos hombros en menos de una semana me llevo a Roomi al altar.

—¿Qué dice este idiota?—me dirigí a Jimin tratando de que calmara a Yoongi, pero éste sólo se encogió de hombros.

—Y no mintió el Doctor Min.

 K I N T S U K U R O I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora