[ P a s o ] d i e c i s é i s

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Roomi era llevada por Taehyung. Desde esa noche surgió un acercamiento por parte de los jovencitos tal como fue previsto, e inmediatamente las personas comenzaron a relacionarlos, sobre todo cuando Kim no hacía otra cosa más que tomar su silla de ruedas y pasearla por todos lados sin importar las amenazas por parte de Jungkook.

—Probablemente cuando te pida matrimonio estaremos en el viñedo de mi hermano mientras miramos el atardecer ¿Te dije que hay un campo de girasoles en sus tierras y al final del camino un acantilado?—Taehyung hablaba con toda la naturalidad del mundo mientras llevaba a Roomi en su silla de ruedas hasta la salida del campus.

—¿Quién te mintió diciendo que me casaré contigo bicho raro?—Roomi estaba roja por las palabras de Kim, sin embargo, fingió desinterés.

—Ni siquiera estamos saliendo pero ya sé que eres el amor de mi vida. Siempre lo supe.

—¿Estás seguro? puede que tú no seas el mío.

—Vamos querida, estoy viendo como limpias tus manos con la manta, sé que te pongo nerviosa ¿Entonces quién más podría ser el amor de tu vida?

—Yoongi...

Taehyung trastabilló sin apartar la vista de abajo buscando el rostro de Roomi y con la ilusión de encontrar broma en dicha afirmación, sin embargo, la chica tenía la mirada fija en un punto como si hubiese visto a un fantasma, y quizá no se equivocó, otro sujeto pálido hacía intercambio de miradas con su interés amoroso, y ahí comprendió que ella no tenía idea de la última pregunta que él le hizo, simplemente dijo el nombre de Yoongi por su repentina aparición.

—No me interesa.—dijo Roomi.—Vamos Taehyung.

—Espera algodón ¿Ni siquiera te interesa insultarme?—detuvo la silla de ruedas con un pie.

—¿Estás demasiado urgido porque te insulten? si es así porque no pateas a un extraño de la calle y esperas a que te dífame.

Yoongi rió por la ocurrencia de la chica, y aquellas palabras dignas de ella. De verdad extrañaba su personalidad, y no podía negar que un poco de su presencia le hacía bien.

—Sabes que si eso pasa aquél que se atreva no verá más la luz del sol.

—¿Qué hay de mi?

—Tienes derecho a escupirme si quieres.

Eso fue tan meloso que incluso Taehyung rodó los ojos, entonces, unos chillidos captaron su atención, pero era demasiado tarde para reaccionar y alejar a Soyoung que lo tenía apretado del brazo.

—Tae, te estado buscando por todos lados ¿No me digan que tendremos una cita doble?

—No-no yo estaba por...—Taehyung de pronto estaba siendo arrastrado por la chica a un sitio donde desconocía dejando a Roomi atrás.

Mientras tanto, ella le regaló una mirada que no supo descifrar y como pudo se movió del lugar, sin embargo, Yoongi tomó el control.

—Te dije que no me interesa nada de lo que tengas por decir.—la voz de Roomi se escuchaba ronca y sin emoción alguna.—Puedes dejarme sola, iré por mi cuenta.

—Tampoco me interesan tus berrinches.—en un arrebato Yoongi cargó a Roomi subiéndola a su auto.—Si comienzas a patalear te joderás peor esa pierna.

—Voy a gritar hasta que Jungkook venga y te rompa los brazos.

—Jungkook sabe que irás conmigo siempre y cuando nunca me aparezca frente a ti. ¿Es justo no?

—Ese traidor.—murmuró y dejó de oponer resistencia.

Roomi supo como terminaría esto luego de ver que Seúl quedaba atrás a medida que el auto de Yoongi se movía, así que la chica miró la fecha desde su móvil y comprendió.
Sin más dejó de evadir a Min sabiendo que mañana sería un día largo y un tanto difícil para él, pues el aniversario luctuoso de su madre se atrevesó, y por lo regular el pálido siempre regresaba para pasar ese día a lado de Roomi como cada año mientras iban a la cabaña que la madre de Yoongi le heredó.

 K I N T S U K U R O I Donde viven las historias. Descúbrelo ahora