K I N T S U K U R O I

[ P a s o ] t r e c e

Yoongi trató al día siguiente tener acceso a Roomi, sin embargo, Jungkook se encargó de pasarle el recado de su hermana con un determinante no.

—No eres nadie para prohibir me entrar a verla.

—Es ella quien lo decidió así, además, tiene planeado visitar al sujeto que la salvó, porque si aún no lo comprendes gracias a ti dos personas resultaron heridas. ¿Hubieses cargado en tu conciencia con dos muertes?

Min poco a poco perdió aquella actitud altanera al entender perfectamente la postura de Jungkook, era verdad, si las cosas no se hubiesen salido de control nadie tuviera que pisar el hospital y probablemente la mentira seguiría su curso, aunque no era lo más sano para ninguno, y de cierta forma agradeció que Roomi haya descubierto todo, no importando la manera tan dolorosa en la que fue pues están donde deberían estar.

Se rindió por el momento, pero prometió volver a ver el rostro de Roomi y suplicar por perdón, aun sí le costara toda una vida.

—Será divertido ver como te arrastras por perdón Min Yoongi.—declaró Jungkook haciendo que el mencionado quien se iba, se detuviera de golpe y volteara al origen.

—Sabes que no eres ese tipo de cabrón y Roomi no permitiría que su hermano se deje embaucar por el juego del rencor.

—Al parecer tengo razón, tú nunca terminaste de conocer a Roo. Y es mejor, porque la decepción será más dolorosa, un caso que amaré ver.

—Aceptaré con gusto el castigo, pero si yo fuera tú cuidaría mi pellejo en el intento, porque el odio es el peor aliado del hombre ¿Amarás presenciar como Roomi se deja arrastrar por ese sentimiento?—Yoongi hizo una mueca externando su inquietud, y un sentimiento agobiante se instauró en su pecho porque nada bueno resultaría. Por supuesto que Roomi lo odiaba y eso lo entendía, sin embargo, el ataque era impredecible, aunque tampoco temía por eso, sino más bien el proceso que la llevaría a realizar actos de los cuales la terminarán acabando también a ella.
Roomi no puede ceder a la oscuridad.

A Jungkook no le causó ninguna clase de efecto las palabras de Yoongi, o quizá fue lo demasiado astuto como para detonar sus emociones.
—Si eso pasa me arrastraré por mi hermana.

—Qué extrañas palabras viniendo de ti Jungkook, cuando eres el verdadero enemigo de tu gemela.—Yoongi rió con suficiencia y esta vez fue capaz de derribar la mascara de Jungkook.

El mayor de los Jeon y sus puños a punto de reventar por la presión que ejercía en ellos luego de apretarlos. Así que caminó tomando desprevenido a Yoongi por la espalda, arrinconando su cuerpo sobre la fría pared del hospital.

—No sabes ni una mierda, pero si crees que soy el verdadero enemigo, entonces vamos averiguarlo.

—Sueltame idiota.—Yoongi bramó tratando de quitarse de encima a Jungkook quien era algunos centímetros más alto.

—Voy hacer que te tragues tus palabras y te demostraré que soy el único que puede proteger a Roomi.—soltó a Yoongi.—Puede que sea la persona más fría sobre esta faz de la tierra con ella, pero créeme que le soy el más leal, porque yo nunca le he mentido, y siempre he sido transparente, algo que te faltó.

Esta vez Jungkook había ganado el primer encuentro, aunque tuviera muchos defectos encima y no era para nada políticamente correcto cuando era un tema que relacionara a su hermana.

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Jungkook ayudó a Roomi a sentarse en la silla de ruedas para ir a visitar a Taehyung a pesar de que el hermano por dentro se negaba a que la chica tuviese contacto con él, pero debía hacer una excepción bajo las circunstancias en las que se encuentran.