K I N T S U K U R O I

[ P a s o ] v e i n t i s é i s

—Por Dios Tae me vas a explotar la mano de tanto que la estás apretando.

—Es mi primera vez en diez años que me subo a un avión, te dije que le tengo pavor a las alturas.—Taehyung se aferraba a la mano de la chica y al asiento en lo que su jet despegaba.—¡Ah!—dio un grito del susto y se metió por las costillas de su novia para cubrirse del miedo.

Roomi para distraerlo comenzó a sobar su espalda y pensó que el viaje no sería tan bueno para Taehyung, así que re buscó entre su memoria alguna historia de su vida con que pudiesen platicar.

—Sabías que cuando era pequeña mamá nos disfrazó a Jungkook y a mi para el festival de primavera. Yo era la reina abeja y mi hermano una flor.

Taehyung se reincorporó interesado por escuchar una próxima historia.—¿Y qué hicieron?

—Pues estuvimos en una caravana que no recuerdo porque claramente me dormí. Hay fotos de hecho.—Roomi sacó su móvil y comenzó a indagar en su carrete.—Mira.

Taehyung miró curioso una por una de las fotos enternecido.—Eres una preciosa bebé, en cuanto bajemos tienes que enviármelas, necesito cambiar mi fondo de pantalla.

Roomi frunció el ceño porque entre sus planes no debía acabar su fotografía en la galería de otro. Igual lo dejaba pasar porque se trataba de Taehyung.
—Promete que no le enseñarás tu móvil a nadie o juro que te subo al rascacielos más alto de Seúl.

Al final de unos minutos Taehyung se quedó dormido acurrucado sobre su novia de una forma placentera que logró roncar.

Entonces, Roomi comenzó a sentirse un poco fatigada y se paró colocando a Kim en otra posición para no despertarlo y poder ir al sanitario.

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Roomi había vomitado la cena completa, y por un momento se miró al espejo luciendo más demacrada de lo que logró verse en los últimos dos meses.

Inconscientemente se tocó el vientre emitiendo una expresión llena de preocupación, pero inmediatamente la reemplazó por una diminuta sonrisa melancólica.

—Descuida bebé, papá pronto lo sabrá.

Roomi descubrió hace poco que dentro de su vientre una nueva vida nacía y se formaba, una producto del amor que existía entre ella y Taehyung que ni siquiera supo en qué momento ocurrió.

En su mente sólo existía miedo, miedo de la reacción que pudiese tener su familia por ser algo prematuro para una jovencita que necesitaba experimentar su entorno y sobre todo por Taehyung, ¿Cómo lo tomaría?

Trató de no crearse un lío en la cabeza porque de antemano Kim debía enterarse pronto.

Y si algo tenía claro, era que ese bebé merecía vivir.

[••••]

La pareja había subido a una camioneta que los llevaría hasta la finca de Namjoon y Roomi no dejaba de admirar el amanecer con tanta emoción.

Los prados siendo bañados por los rayos del sol, inmensamente verdes y repletos de vegetación donde las uvas eran las protagonistas de tan magnífico paisaje.

A lo lejos de una colina se lograba apreciar la tan enorme finca de Kim Namjoon, el hombre más respetado por esos rumbos, conocido como el Rey del vino, y que probar sus cosechas eran como tocar el cielo.