6. Pulseras

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Abro los ojos con pesadez, mi cabeza palpita de dolor. Cuando consigo enfocar la vista, me asusto, estoy en una habitación que no conozco tumbada en la cama.

¿Cuánto hacía de la última vez que me pasó esto?

Rápidamente levanto la sábana para comprobar si tengo mi ropa puesta y sorprendentemente mi vestido y mi ropa interior están intactos, lo único que no llevo puestos son mis tacones. Al incorporarme de la cama veo que están colocados en el suelo, no sé dónde estoy, aunque creo que ayer no salí por lo que debo seguir en casa de Blake.

¿Será esta su habitación?

Sinceramente no soy capaz de pararme a averiguarlo, no tengo ni idea de qué pasó anoche, solo quiero irme de aquí. Pero para mi mala suerte cuando voy a levantarme a ponerme los tacones la puerta de la habitación se abre, levanto mi cabeza rápidamente y choco contra la intensa mirada de Blake.

—Toma, te vendrá bien para la resaca —me tiende una pastilla y un vaso de agua

Yo acepto de forma tímida. ¿Él sabrá lo que pasó anoche? Me averguenzo solo de pensarlo.

—Gracias —susurro después de tomarme el ibuprofeno.

Él me da una pequeña sonrisa y se sienta a los pies de la cama mirándome.

—¿Esta es tu habitación? —pregunto con curiosidad mirando a mi alrededor mientras estoy sentada sobre la cama con mis piernas cubiertas por el edredón.

Él solo asiente. Vale, eso quiere decir que estoy metida en su cama. ¿Me traería él aquí anoche?

—¿Te acuerdas de algo de lo que pasó anoche?

Yo solo puedo negar avergonzada. Mi memoria no recuerda nada a partir del momento en el que me quedé sola anoche.

—¿Qué pasó?

Él suspira y comienza a hablar.

Blake's Pov

Llevaba observándola toda la noche, desde que entró por la puerta con ese vestido que hizo que perdiera la cordura por unos segundos, ¿cómo podía ser tan guapa? Me recordaba a una sirena, de esas que aparecían en los cómics de surf que leía de pequeño.

Verla bailar en la pista había sido una puta tortura, al menos por fin se había separado de sus amigos y podría acercarme a ella, pero justo cuando iba a hacerlo vi como alguien se me adelantaba, Tyler, el capitán del equipo de lacross, un gilipollas de cuidado, estaba bailando con ella y yo solo podía observar mientras una sensación extraña que jamás había sentido me incitaba a darle un puñetazo a Tyler para poder ser yo el que bailaba con Savannah.

Lo peor llegó cuando la besó, delante de mis putas narices, venga ya, la había dedicado hasta un gol esta tarde y ahora se estaba enrollando con otro en mi propia casa.

Me mordí la lengua y decidí que era el momento de divertirse y dejarse de gilipolleces, solo sabía su puto nombre, no podía tenerme así.

Estaba tomándome algo con unos amigos cuando sin ni siquiera pensarlo mi vista volvió hacia la pista de baile, pero, ellos ya no estaban allí, mis ojos pasaron por toda la casa hasta que los localicé en las escaleras, intentando subir arriba, sonreí de forma irónica, pero la sonrisa se me borró cuando ví el comportamiento de Savannah, sus ojos no podían mantenerse abiertos y si no fuera porque Tyler la sujetaba no sería capaz de mantenerse en pie. Me preocupé cuando vi como los ojos de Savannah se cerraban y como Tyler intentaba subirla arriba en contra de su voluntad.

Me dirigí a paso rápido hacia ellos con la intención de partirle la cara a Tyler pero intenté contenerme.

—Tío, sueltala anda —intenté ir por las buenas

—Blake, piraté no es tu problema

—Es mi problema que intentes llevarte a una chica inconsciente a una de las habitaciones de mi casa.

—¿Acaso la conoces?

—Sí, vamos vete Tyler, no creo que quieras que toda la universidad se entere de que solo puedes ligarte a chicas inconscientes ¿no?

Gruñió antes de darme a Savannah que ni siquiera podía mantenerse en pie. Tyler se largó enfadado y yo solo pude coger a Savannah para llevarla hasta mi habitación, allí estaría segura y podría descansar. Abrí la cama con una sola mano y tumbé a Savannah dentro, le quité los tacones para que estuviera cómoda y la tapé con el edredón. Fui hacia mi baño y cogí un paño húmedo para pasarlo por su frente y su nuca, cuando volví a deslizar el paño por su piel ella subió una de sus manos a la altura de su cabeza haciendo que sus pulseras se moviesen un poco hacia abajo, fruncí mi ceño con curiosidad y confusión y dejé de respirar por unos segundos que parecieron eternos cuando ví la cicatriz en su muñeca, rápidamente busqué su otra mano debajo de las sábanas y aparté sus pulseras, otra cicatriz se encontraba en ella.

¿Acaso había intentado...?

¿Qué le habría pasado para llegar a eso?

¿Quién la habría hecho tanto daño?

Miles de preguntas pasaban por mi cabeza en ese momento pero la suave voz de Savannah interrumpió mis pensamientos, ¿estaba contando? Imaginé que solo estaría hablando en sueños. En una hora la casa por fin estaba vacía de gente y pude dejar a Savannah sola para irme a dormir a la habitación de mis padres.

Pero obviamente en este momento, no le cuento todo esto a Savannah, no le cuento todo lo que ví anoche. Simplemente le relato como Tyler intentó propasarse con ella y como le detuve y la subí hasta mi habitación para que descansara tranquila.

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