—¿Me dejas los apuntes? —me pide Kate.
Estábamos a lunes, había tenido clase por la mañana y Kate no había podido ir a anatomía porque se encontraba mal.
—Sí, toma —busco en mi mochila el archivador y le doy lo que me ha pedido.
—Muchísimas gracias.
—¿Vais a hacer algo hoy? —pregunta Tom.
—¿Me ves con ganas de hacer algo? —responde Kate irónicamente. La verdad es que hoy solo había salido de su habitación para venir a la mía a por los apuntes, ha cogido un buen resfriado.
—¿Tú Savi? —se dirige a mí ahora.
—Creo que no.
—¿Podemos quedarnos aquí un rato más entonces? —sugiere.
—Por mí genial —acepto.
Entonces suena mi puerta.
Me levanto de la cama donde estábamos sentados y voy a abrir.—¿Qué haces aquí? —susurro intentando que no me oigan mis amigos.
—Me encanta tú entusiasmo —suelta irónicamente.
Me aparta un poco y se mete en mi habitación tan tranquilo, no me da tiempo a reaccionar.
Kate y Thomas lo miran sorprendidos, pero él ni siquiera se inmuta, se apoya contra mi escritorio y me mira.
—No sabía que iba a venir —les aclaro a mis amigos.
—No te preocupes —le quita importancia Kate. —Momento de irnos Tom —lo coge por el brazo y lo intenta levantar en contra de su voluntad.
—¿Ya? —se queja Tom como un niño.
—Sí —le ordena Kate. Van hacia la puerta y se despiden de Blake y de mí.
—Adiós chicos —se despide Blake con una sonrisa.
Cierro la puerta después de pedir perdón a mis amigos.
—¿Por qué no me has avisado?
—Quería sorprenderte —dice acercándose a mí.
—Avisa la próxima vez.
Él asiente, pero no está haciéndome caso. No me había dado cuenta de que ya estaba delante mía, coge mi rostro entre sus manos y no duda en pegar sus labios con los míos, yo jadeo por las sorpresa, pero solo parece gustarle más porque muerde mi labio inferior para tener acceso a mi boca mientras me empuja hasta que mi espalda toca la mesa de mi escritorio, no para de besarme cuando me sube a la mesa y abre mis piernas para poder colocarse en medio. Sus manos bajan por mi espalda hasta mi culo que manosea sin ningún tipo de vergüenza.
—No he parado de pensar en lo del sábado —empieza a contar sobre mis labios. —No sabes lo dura que se me ponía solo imaginando como te quitabas el puto vestido —confiesa mientras mete las manos por mi camiseta hasta llegar al broche del sujetador.
Lo desabrocha y me quita la camiseta y el sujetador segundos después. Sus manos van directas a mis pechos y yo jadeo contra sus labios. Me decido por quitarle la camiseta yo también y pasar las manos por su pecho, pero antes de hacerlo Blake me detiene, coge mis manos y las sube hasta por encima de mi cabeza.
—Te dije que te la devolvería —me recuerda, aunque yo sigo confusa. —No vas a tocarme y... Bueno tampoco a ti misma —explica con su sonrisa arrogante mientras me guiña un ojo.
—¿Es en serio?
—Sí, pero no te preocupes, te va a gustar —dice antes de cogerme por las piernas y lanzarme sobre la cama.
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101 Latidos
Teen FictionSavannah Brown se ha pasado la vida contando días, horas, segundos y latidos, muchos latidos. Espera que su vida tome otro rumbo ahora que empieza la universidad, quizá alguien le enseñara a vivir de verdad y a no esperar que la vida cambie para ell...