Han pasado cinco años.
Cinco años desde que dije adiós a mi hermana, a mis amigos y a Blake.
Voy a empezar por contaros lo que ha ido pasando durante este tiempo. Los primeros meses fueron duros, diría que los más duros de mi vida, me sentía perdida, pero no de la misma manera que años atrás cuando se fue mi madre, está vez era como si en vez de perderme a mi misma hubiese perdido a quienes me hacían sentirme yo misma. Mi psicóloga me explicó que había hecho lo correcto al apartarme un poco para poder sanarme porque había desarrollado una dependencia de esas personas para ser feliz, aunque no había querido aceptarlo antes era algo que ya sabía.
Mi padre y yo nos refugiamos el uno en el otro durante ese tiempo, nuestra relación nunca ha sido tan buena como ahora y ambos sabemos que ha sido por todo el tiempo que hemos pasado juntos en nuestros peores momentos.
A finales del primer año retomé el contacto con Thomas y Kate que no dudaron en recibirme con los brazos abiertos cada vez que tenía que pasarme por la universidad a hacer algunos papeleos, más de una vez fueron ellos los que vinieron a verme a mi a Phoenix. Nuestra relación no tardó en ser igual o mejor que cuando estábamos juntos.
Con Blake las cosas no fueron igual, a veces les preguntaba por él a Kate y Tom pero poco más, me contaban que tal le iba en la universidad, en los partidos, ... en el tema chicas. Por lo que sé se graduó con notas excelentes hace dos años, ahora estaba de prácticas en un hospital de los Angeles y también me dijeron que casi un año después de mi ida empezó a salir con algunas chicas pero solo duró un tiempo con una tal Melany, aunque por lo que sé ya no están juntos. Esto es lo que tiene que el hermano de tu mejor amiga sea el mejor amigo de tú "ex", que te enteras de todo.
Hablemos de mí ahora, el psicólogo me ha ayudado mucho, me arrepiento de no haber empezado a ir antes, he aprendido a tener más seguridad de mi misma y no cuestionarme tanto las cosas. La universidad ha ido genial con notas de diez. Y en cuanto a mi vida amorosa, solo estuve con un chico que se llamaba Nick durante unos meses hace un año, pero la cosa no cuajó demasiado, tampoco es que yo le pusiese muchas ganas pero no sé, simplemente no lo sentía así.Volviendo al presente, ¿a qué no sabéis qué día es hoy?
¡Me gradúo!
Sí, ahora mismo estoy sentada en una de las sillas que han montado delante de un escenario al aire libre, vestida con un vestido blanco largo y con la banda azul y el sombrero con el logo de UCLA . Mi padre estaba sentado en una de las sillas de atrás donde se sentaban los familiares, me giro para mirarlo y él me da una sonrisa tranquilizante. Suspiro nerviosa cuando empiezan a nombrar estudiantes para que suban a recoger su título.—Savannah Brown —escucho a través del micrófono.
Me tiemblan las manos al subir las escalerillas del escenario. Recojo mi título, sonrío y miro al frente para la foto que hacen a todo el mundo en este momento. Miro al fotógrafo que está al final de las filas de sillas, pero mis ojos se confunden al ver unos ojos azules que no he olvidado en este tiempo. No sé cuanto tiempo estoy ahí pero siento un golpecito en la espalda que me saca del trance y me indica que tengo que bajar del escenario. Me siento en la silla de nuevo y miro hacia atrás buscándole con la mirada pero me desespero al no encontrarle por ninguna parte. Intento centrarme y pensar que lo he imaginado pero en cuanto la gente se empieza a levantar no tardo en salir casi corriendo hacia la parte de atrás del jardín para buscarlo.
—¡Ahora mismo vengo! —le grito a mi padre cuando paso por su lado.
Ando un poco más en dirección a la salida y le veo caminando a paso lento hacia ella, con la cabeza gacha.
—¡Eh! —le llamo alzando la voz.
Se me corta la respiración cuando se da la vuelta para mirarme, me acerco a él, nerviosa, sin saber que le voy a decir. Hago un intento de sonrisa cuando estoy frente a él pero es que no sé como reaccionar.
Luce un tanto distinto, lleva el pelo un poco más corto y ese tipo de barba de 2 días que le hace parecer un poco más mayor. Pero está igual de impresionante que el día que le conocí.—Te he visto cuando estaba ahí arriba —él asiente como respuesta —¿Qué haces por aquí? —le pregunto.
Suspira despacio antes de responder.
—Me enteré de que hoy era tu graduación y bueno...Pasaba por aquí cerca y quise pasarme —explica antes de negar un par de veces con la cabeza. —En realidad quería ver cómo estabas, y no sé, me parecía un día importante y quería estar aquí aunque no lo supieses —confiesa.
—Estoy mejor, mucho mejor, y me alegro de que estés aquí.
Él asiente varias veces.
—He oído que te va bien en ese hospital —cambio de tema.
—¿Como sabes eso? —sonríe.
—Tengo mis contactos —le sonrío de vuelta.
—Me va bien, ¿sabes? Ya he operado algunas veces —dice orgulloso y para darme envidia.
—Que morro, a mi todavía me queda...
—Te he echado de menos —confiesa de repente.
—Yo también, siento mucho el haberme ido de esa forma.
—Lo necesitabas, te han sentado muy bien estos años.
—A ti también —reímos con nostalgia.
—¿Sigues con el chico ese que me dijo Kate? —cambia de tema, aunque es obvio que los queremos saber sobre esa parte de la vida del otro.
—No, no fue nada no llegamos a ser novios ni nada —explicó.
—Bueno nosotros tampoco fuimos novios y si que fuimos algo —responde.
—A lo que nosotros teníamos no le hacia falta ninguna etiqueta.
Y es verdad, las etiquetas nunca me gustaron para ser sinceros, pero es que una etiqueta no podía definir ni la mitad de lo que sentíamos, o de lo que siento.
—¿Y tú sigues con Melany? —pregunto
—No, no congeniamos del todo.
Asiento como respuesta.
—Entonces... ¿Puedo besarte ya? Es que llevo cinco años esperando y me estoy desesperando —pregunta directo dejándome sin aliento, solo puedo asentir despacio.
Sus labios se encuentran con los míos rápidamente, nos decimos todo lo que sentimos con un beso, todo lo que hemos echado tanto de menos sentir, sus manos en mis mejillas y las mías en su pecho, nos separamos poco después y me muerdo el labio.
—Joder, sirenita —susurra en mis labios.
Se me encoge el corazón al escuchar ese apodo y vuelvo a unir sus labios con los míos, esta vez en un beso más largo.
Sabía que algún día tendría la oportunidad de devolverte todo lo que me habías dado Blake.
Porque esta vez no pienso volver a irme.——————
Y así termina su historia. Espero que os haya gustado tanto como a mí escribirla❤️
A lo mejor subo un extra en estos días🙈😏
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101 Latidos
Teen FictionSavannah Brown se ha pasado la vida contando días, horas, segundos y latidos, muchos latidos. Espera que su vida tome otro rumbo ahora que empieza la universidad, quizá alguien le enseñara a vivir de verdad y a no esperar que la vida cambie para ell...