Comienzos.

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Yeimy se encontraba sentada en la camilla del hospital, mirando por la ventana que daba a un enorme jardín, lleno de frondosos arboles y flores que decoraban al suelo. Yeimy largo un suspiro largo y profundo, haciendo que su caja torácica se elevara, provocando un dolor punzante en las heridas de bala que se localizaban en su esternón. Una mueca de incomodidad surgió en el rostro de ella. Se sentía tan inútil, tan débil que se embroncaba con ella misma de no poder hacer nada sin la ayuda de otro. Desde que había perdido a sus seres queridos y quedando sola en este mundo y luego todo lo que conllevo a terminar en la cárcel, en ese agujero olvidado de Dios. Ella siempre aprendió a manejarse sola, no era por soberbia o por que no quisiera. Era por que en la cárcel era la ley del mas fuerte, sino lo eras te comían vivo, desaparecías. Así que tuvo que aprender sola, a sanar sus heridas sola, al levantarse del suelo aun cuando su cuerpo quería rendirse, a no preguntar, a salir de la oscuridad aunque esta la estuviera absorbiendo. Sonríe al recordar que  en esa amarga oscuridad hubo una luz, su querida amiga Fanny (La Taina). Ella fue su soporte en días grises, le enseño a defenderse, a valorarse, a salir adelante. A resurgir como dicen sus letras. Yeimy llevo su mano a su pecho y elevo una oración silenciosa en su nombre agradeciéndole estuviera donde estuviera que ella le agradecía por lo berraca que siempre fue. Cada éxito musical que ella logra se lo dedica,por que sabe que su mayor sueño era convertirse en cantante una vez que cumpliera su condena. Tania Quería empezar de cero, dejar los errores del pasado atrás. Por eso cada vez que Yeimy tiene un éxito, o una nueva canción sabe que ella esta presente.

 Yeimy estaba absorta en sus pensamientos que no escucho a la enfermera entrar con la silla de ruedas.

-Que pena con usted señorita, pero es hora de su sesión. 

-No, mor tranquila, adelante.  

-Permiso.

La enfermera ingreso a la habitación llevando con ella la silla de ruedas la cual la puso al costado de la camilla, ayudando así a que Yeimy se sentara en ella. El cuerpo de Yeimy poco a poco comenzaba a recobrar fuerzas. Sus músculos aun se sentían aun rígidos, sus extremidades se sentían pesadas y hasta le costaba respirar. Pero cada día que iba pasando su cuerpo iba reaccionando mas a los estímulos que las sesiones le brindaban. La enfermera le brindo una enorme sonrisa mientras la sentaba en la silla de ruedas y comenzaba a hacerla rodar para salir de la habitación. Mientras iban por un pasillo largo, con habitaciones en ambos lados, la enfermera se inclino sobre el hombro de Yeimy y le dijo.

-Bueno reina, ahora vamos hacer un paseíto al jardín ¿si?... vamos a mover un poquito las piernas con el andador.

-Esta el día hermoso para eso ¿no?.

-¿Otra vez la ironía?.

-Mor que voy a decir, no tengo muchas ganitas de estar caminando con un andador. Me siento una vieja.

-Bueno... capaz la sorpresa que la esta esperando en el jardín, la haga cambiar de opinión.

Dijo la enfermera con voz burlona. Yeimy al oír eso no comprendía que quería decir, se giro para mirarla con el seño fruncido esperando una repuesta, pero lo único que recibió a cambio fue un encogimiento de hombros de la enfermera. Yeimy quería preguntar, pero hablar era un trabajo costoso. Le ardía los pulmones y su pecho comenzaba a fatigarse. No era nada sencillo recuperarse de dos balas en el pecho. De golpe frente a ella se asomaba la entrada al jardín  que estaba observando por la ventana anteriormente. Comenzó a ir por un sendero completamente cuidado, con flores a sus costados y bancos donde la gente podía sentarse a descansar un rato. El sendero comenzó a tener una curva que se abrió a un jardín aun mas amplio y ahí a lo lejos pudo divisar una persona de espaldas, con una campera dorada que brillaba a la luz que el sol rebotaba sobre ella. Obviamente Yeimy reconoció de quien era dueño tal prenda de vestir y quien era el sujeto que estaba parado a unos metros de ella. Yeimy vio como Charly se daba vuelta y abría los brazo en el aire, junto con una enorme sonrisa.

"Tenías que ser tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora