"Tenías que ser tu"

Te llevo, bajo mi piel.

*AVISO*

Contenido para adultos, mayores de 18 años.
Leer, bajo su responsabilidad.
Espero que lo disfruten. ☺️

La manos sobre el volante, ya se encontraban blancas, por el fuerte agarre que tenía sobre el, hasta el punto de cortar la circulación en sus nudillos.

Yeimy se encontraba, a las afueras del departamento de Charly, justo estacionada frente a su puerta. La ciudad a su alrededor se encontraba durmiendo, ya que eran más de las 23:00 pm.
Se encontraba paralizada, sentada dentro de su coche, con su mirada fija en un punto imaginario del parabrisas. En el camino hacia acá, la bronca y el deseo de tirarle todo en cara a Charly, la cegó, y no se puso a pensar que pasaría, cuando lo tuviera frente a ella.

Hacía varias semanas que no se veían, y la última vez que así fue, no terminaron muy bien las cosas entre ellos. Por eso estaba ahí, repasando todas las posibles hipótesis, que pudieran suceder al volver a verlo. Cuando estaciono el coche y lo apagó, un clic dentro de ella se produjo, al darse cuenta, que a poco metros de ella, se encontraba Charly. Su corazón comenzó a palpitar fuertemente en su pecho, con miedo, de que al verlo a los ojos se pierda, al tenerlo cerca, baje sus barreras.

Ella conocía perfectamente el poder que tenía Charly sobre ella, y ese era su más grande pánico, no poder mantener sus fortalezas con el. Pero ya estaba cansada, harta, de que todas sus desgracias tuvieran el nombre de Charly, que en su cabeza, no parará de pasar esa imagen de el con otra mujer en su cama. No sabía el por qué, pero eso le producía rabia, le producía dolor. Capaz era que le jodia el hecho, que el le haya dicho tantas veces que quería todo con ella, y luego todo eso se lo pasaba por el culo, acostándose con otra.

Pero no entendía las actitudes de el, eso la descolocaba. Ella vio en sus ojos la sinceridad, pudo ver el anhelo en el, de en verdad querer hacer las cosas bien con ella, de que lo que decía era cierto, lo sentía en su corazón. ¿Pero por qué actuaba así? ¿por que el hacia esas cosas?.
Arrancando la llave del encendido, sin más preámbulos, Yeimy salió del coche, completamente enervada de nuevo, era como si la rabia la impulsará contra Charly. Así que ahí se dirija, el mismísimo infierno para encontrarse con Charly, estaba enojada, fastidiosa. Quería ya gritarle a la cara, borrarle de una trompada esa sonrisita tonta tan típica de el.

Cerrando con un golpe seco, la puerta de su coche, encamino hacia la entrada del departamento, agarro la tarjeta de acceso que tenía en su bolsillo de los shorts, la que Charly le había dado una vez, cuando habían armado la alianza contra Manin.

Fue una tarde que se juntaron en un café, ahí fue cuando se la había dado, el le dijo que la tuviera, para que entrara sin ningún problema a su departamento, por si pasaba alguna emergencia. Así que sin pensar, la utilizo, pasándola por el lector. La puerta se abrió, la empujó y paso, dejando que está se cerrara sola detrás de ella, caminaba furiosa, con pasos apurados, hasta llegar a una fila de ascensores, apretó el botón varias veces con ímpetu, hasta que el ascensor llego y las puestas se abrieron, entrando en el, marco el número 4, el piso de Charly.

Cuando las puertas se cerraron, Yeimy se recostó contra la pared, del fondo del ascensor, largando un bufido, largo, profundo, hinchando sus cachetes, y mirando al tuvo de luz encima de ella. ¿No sabía por qué?, pero sentía que iba a enfrentarse con su destino, en cuanto esas puertas se abrieran, entendería el por qué, la vida la trajo hasta este punto.

Tenía miedo de esa sensación, tenía miedo de que la absorbiera, y se perdiera. Pero entonces, imágenes de la vida que había formado con Juancho y Emilio, vinieron a su cabeza, esos momentos en que todo estaba bien, en perfecta sincronía. Pero luego de golpe, apareció el beso en el hospital con Charly, su sonrisa, el beso del comercial, en la primera vez que se vieron después de 4 años, en sus palabras. " Yo a vos te amo". Yeimy rio cinicamente y sacudió su cabeza, tratando de borrar esos pensamientos. La bronca creció aún más en su interior, en ser tan boba, de creer en sus palabras de amor, en dejar que el idiota de Charly, arruinara lo bello que tenía con su pez, su familia. En cuanto, el ascensor anunciaba su llegada, deteniéndose y abriéndo las puertas, Yeimy salió apresuradamente, en busca de su objetivo.