"Tenías que ser tu"

Rojo.

Caía la noche sobre la ciudad de Medellín dando la bienvenida al tan anciado evento de beneficencia que se llevaría a cabo hoy. Así se encontraba Charly terminando de vestirse en su departamento, poniéndose su saco negro adornado de detalles dorados, completando el look con una camisa negra, la cual llevaba dos botones desabrochados, mostrando su lampiño y bronceado pecho. El cual estaba acompañado con sus tan característicos collares.

Se peino, rocio perfume y se observo fijamente en el espejo para comprobar como lucia. Su estómago estaba hecho un nudo, a causa de nervios, de saber que en pocas horas, la volvería a ver.

Nunca penso en verse como un idiota enamorado, ancioso de ver a su amada. Siempre se reía de las cursilería que le parecía las parejas que se mostraban enamoradas en las películas o novelas, pensaba que eran unos bobos y que el nunca caería en esas. Pero mírenlo ahora, poniéndose todo bello solamente para su reina, con los nervios atacando todo sus organismo y con ancias de volver a verla. si, se había convertido en un bobo enamorado. ¿Pero quien lo podía culpar? ¿quien no se enamoraría o perdería la cabeza con esa mujer? es mas se siente completamente orgulloso de perderla con ella. Se mira a los ojos fijamente con tan solo un objetivo en su mente. "Recuperar a su reina, está noche".

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Yeimy por otro lado, está pasando sus manos alisando el vestido, a la altura de su abdomen para comprobar que estuviera todo perfecto, mirándose al espejo. Se veía increíble. Pero su estado de ánimo no era el más óptimo. Tenía que ir a la gala, por qué tenía que representar a Sourrand y además por qué fue especialmente invitada. No podía hacer ese desplante, mas que ahora es una cantante reconocida, sabria que si no se presentaba quedaría mal ante las entidades que la habían convocado y además quedaría tambien mal con los artistas de la comuna, que en fin y acabo eso era lo único que la hacia presenciar este evento. Si fuera por ella, se tiraría al sofá con una enorme copa de vino, acompañada de su soledad y pensamientos.

Así que bajo las escaleras, suavemente por los tacos que traía y poniéndose los aros al llegar al final de estas, pudo escuchar como una bocina era tocada fuera, anunciando la llegada de Juancho. Tomando una respiración profunda, tomo su clutch, color negro brillante y salió de su casa rumbo a la gala.

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Charly estacionó su coche deportivo, frente a la puerta del gran y lujoso hotel, dandole la llaves al chico del valet parking, el cual se llevó su coche a estacionarlo. Por un momento se sintió de nuevo en los viejos tiempos en Puerto Rico, cuando se encontraba en la cumbre de su carrera, cuando se la pasaba de eventos en eventos lujusos siendo la estrella mas destacada. Los fans con sus carteles de amor y paparazzis por todos lados, sobre una alfombra roja que lo recibía, evocó todos esos recuerdos en el. Obviamente el no perdió el tiempo, sacándose las gafas negras y haciéndose notar. Había llegado el rey. Comenzó a saludar a sus fans y sacarse fotos. Era toda una presentación a lo Charly Flow.

Luego de cruzar las enormes puertas dobles del hotel, se encontró con un enorme salon, adornado de una lujosisima araña de cristales. Este se encontraba organizado por mesas redondas, vestidas de finos manteles blancos, con toda su vajilla armada sobre ellas, con un número en cada una. Bajo las escaleras de mármol que lo conducían a esta salón, sin dejar de ser nunca Charly, saludando camarógrafos, a la prensa, deteniendose para sacarse fotos, hacer notas, hablando con un grupo por acá, otro por allá alardeando. Hasta que despues de un tiempo pudo visualizar al fondo del gran salon un bar. Su garganta ya pedía algo para humedecerla, así que comenzó su rumbo hacía allí, a medida que se iba acercando, pudo reconocer a su parcero Drama K, tomando un trago, sentado en la barra. Había luces por todos lados y la música se escuchaba fuertemente. En eso se acercó a Drama palmeandole la espalda.