Noche de enredos I.

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Charly terminaba de peinarse frente al espejo en su cuarto y poniéndose perfume, con una sonrisa amplia en el rostro. Tomándose todas esas molestias, para ver a su reina en unas horas. Quiere tener todo preparado para ese entonces, arreglándose con sus dos manos la camisa blanca del smoking, metiéndola en sus pantalones. Si así es, un smoking. Se sentía un ridículo vestido con eso, no era hombre de usar esa vestimenta, no gritaba su estilo, su esencia. Pero recuerda haber visto películas en las que siempre que el novio armaba una velada romántica a su chica, vestía de smoking Y además por que Vanesa le exigió prácticamente que se comprara uno, así que utilizando el beneficio de tener una tarjeta de crédito sin limites, cortesía de Mike, Vanessa lo había arrastrado del brazo a una boutique de altos estandartes en el poblado, para ayudarlo a elegir el traje ideal para esta ocasión. Quería darle todos los lujos a su reina hermosa. Tenía la pajarita colgando de su cuello, con sus manos trataba de atarla, pero no sabía cómo, hizo varios intentos, hasta que quedó una especie de moño torcido, no era lo ideal, pero funcionaria. Encogiéndose de hombros, se coloco el saco, cerciorándose que no hubiera ninguna arruga o pelusa, acomodando sus mangas, mientras volvía a fijarse en el espejo para hablarse así mismo.

- Esta noche es tuya, ¡UTUTUYYY!.

Chocando las manos entre si y refregándolas, salió del cuarto con su caminar campante y confiado, a recoger las cosas que ya tenía listas para llevar a la casa de Vanesa en un bolso. Como los ramos de rosas rojas, el vino, los bombones, las velas, entre otras cosas. Echando un último vistazo para no olvidarse de nada, encamina al ascensor para bajar al estacionamiento, dentro de este se palmea el bolsillo del pantalón, con una mano ya que la otra lleva el bolso, para verificar que tenga el celular y las llaves del coche, estaba todo perfecto, estaba mas que listo para comenzar la noche.

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Mientras tanto, al otro lado de la ciudad. Yeimy se encontraba frente a su cama mirando la cantidad de ropa esparcida sobre ella, que fue sacando del placard. Estaba indecisa, no sabía que ponerse. Si ir ¿elegante o sexy? ¿Formal o informal?. La verdad era que le hubiera gustado comprar algo lindo para estrenar, pero no tuvo tiempo, el bobo de Charly le aviso a último momento y además con el día cansador que tuvo en Surround no pudo parar un minuto.

Yeimy de golpe tuerce su boca, en un gesto de incredulidad. ¿ Que te pasa Yeimy? ¿Queriéndote estrenar algo bonito, para Charly? ¿Qué pasa contigo mujer?. Era verdad, ese pensamiento la descolocó completamente, ahí parada deseando estrenarse ropa para su hombre, pues baja unos cambios mujer.

Estaba envuelta en una toalla, del baño que se había dado hacia un rato, mientras cavilaba sus pensamientos. Parecía una adolescente en su primera cita, con los nervios de punta, sabiendo que va a ver al chico que le gusta. Basta boba, concéntrate, Eh avemaría y vestiste de una vez. Ella se reprende mentalmente, por esos pensamientos. No sabe que ponerse aun y no puede evitar sentir mariposas en el estómago, de tan solo pensar que en un rato lo va a ver y peor aun es no saber que le tenía preparado el a ella. La intriga la estaba matando.

Yeimy termina por elegir un vestido negro corto, que le llega hasta los muslos, entallándole increíblemente el cuerpo, marcando sus curvas, estilizándola y haciéndola ver toda una bomba sensual. Su escote es en forma de corazón, resaltando sus pechos. Le gusta como le queda, está satisfecha con el resultado. No podía mentir que quería verse provocativa, sensual ante el.

Se mira al espejo, pasando sus manos por el vestido para alisarlo mientras se observa el cabello detenidamente, subiendo sus ojos desde sus puntas, hasta su cuero cabelludo, quería verse distinta y pocas veces lo usa recogido, a parte ese tipo de peinados estiliza más su cuello. Con mucho cuidado, comenzó a recogerlo, formando un hermoso recogido, dejando caer algunos mechones, enmarcando su rostro. Se veía increíble, radiante. Aplicando un maquillaje suave, resaltando sus rasgos y obviamente sus labios color rojo, haciendo su boca más carnosa, apetecible. Se puso unos aros color dorados, largos y se alejó del espejo para verse de cuerpo entero, para poder observar el resultado final, se veía increíblemente hermosa, pero faltaba el último detalle, los zapatos. Ya sabía cuáles iban a acompañar este perfecto look. Corriendo de nuevo al Placard, se agachó, casi metiéndose en el, para comenzar a tirar pares de zapatos, por toda la habitación, hasta encontrar los deseados. Feliz de tenerlos en su mano, corrió de nuevo enfrente de el espejo, que estaba posado en la esquina de la habitación, para ponerse esas increíbles sandalias. Una vez puestas, se observo de nuevo, dando varias vueltas, para verificar cómo quedaban, con el vestido. podía ver cómo sus pantorrillas se marcaban, por la altura de sus tacos y como sus piernas se estilizaban más, haciéndolas increíblemente largas, además el negro resaltaba su bronceado natural. Era una imagen. Completamente caliente, sonriendo satisfecha, al saber lo que le provocaría a Charly cuando la viera. Termino sus retoques aplicándose un poco de perfume, en cada costado de su cuello y en el escote, agarro su cartera y marcho hacia su auto rumbo a las coordenadas que Charly le había mandado por WhatsApp.

"Tenías que ser tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora