Reloj de arena.

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El sonido penetrante de lo que parecía una gotera de agua, es lo primero que sus oídos percibieron al volver lentamente de la inconciencia.
Una mueca de dolor adorno su rostro, al sentir como su cabeza latía, saboreo su boca al encontrar su garganta y labios secos. Le costaba a su cabeza entender que es lo que estaba sucediendo, el por qué su cabeza latía como un tambor, por qué su cuerpo se sentía frío, tan frío  que calaba sus huesos, haciendo tiritar todo su cuerpo.

Poco a poco comenzó a parpadear lentamente, evitando hacer movientos bruscos que acrecentará aún más su terrible jaqueca. Sus párpados pesaban y costaba abrirlos, pero lentamente pudo comenzar a enfocar su visión. Estaba borrosa, desenfocada y no podía aún darse cuenta que es lo que le había pasado o en donde demonios se  encontraba. Volvio a parpadear mas fuerte y seguido esta vez al darse cuenta que se iba desvaneciendo la nube de la incociencia lentamente, haciéndola estar mas despierta ahora.

Cuando su mirada ya comenzaba a enfocar mejor y poder poner en palabras en su mente lo que estaba observando,  vislumbro sobre el suelo de concreto gris rugoso, unos pequeños rayos de sol, los cuales al levantar lentamente la mirada comprendió que se colaban por las rendijas de una muy desgastada persiana de madera color verde.
Su investigación con la mirada fue cortada de golpe por un gemido de dolor, al mover un poco su brazo izquierdo, el que le reclamo, al sentir como un cosquilleo agudo la invadía desde la mano hasta el hombro.
Quiso mover sus brazos, pero algo se lo impedía, volvio a intentar con mas fuerzas está vez pero un miedo la apoderó en el primer movimiento, al no poder tener control de sus extremidades. Parecía como si estuvieran ¿restringidos? y fue ahi, aun en su poco razonamiento aún, con su cabeza dando mil vueltas, que se dio cuenta que estaban fuertemente atados a lo que era una ¿columna?.
Ese pensamiento activó todas sus alarmas en Yeimy y rápidamente la neblina que azotaba su cerebro se esfumo, como el rocío en la mañana.

Levanto la cabeza, pero eso produjo un mareo profundo en ella, ocasionando que cerrará los ojos fuertemente esperando que la sensación se calmara. Luego de unos segundos comenzó a repasar en su cabeza del ¿como pudo haber llegado a este momento?. ¿Que es lo que había pasado? ¿que explicación existía para terminar en esta situación? piensa Yeimy.
Su cabeza comienzó a rebobinar, como si de una película se tratará, paseando miles de imágenes en ella. De golpe comienzan a venír a su mente imágenes, del lago, Sourrand, ella manejando bajo la lluvia, llegar a lo de Charly.  Es ahí cuando sus ojos se abren desorbitados al recordar todo. No sabía si era mejor el no recordar o el haberlo echo.

La noche lluviosa, el infeliz de Charly en su departamento, su corazón partiendose en dos, las palabras frías e hirientes que salieron de la boca de Charly, cómo jugo con ella, su traición. Eso, sigue Yeimy, sigue recordando. Luego recuerda que salió corriendo a la calle y una luz, eso, recuerda las luces que la encandilaron, una luz muy fuerte y luego ...la oscuridad.
Su pecho comenzaba a agitarse, lagrimas comenzaban a acumularse entre sus parpados, una punzada en el lado izquierdo de su cabeza la hizo gemir de dolor, apretando fuertemente los ojos. MIERDAAA. El dolor ahora era multiplicado, por el dolor de su cuerpo agotado, mezclado con el que su corazon quebrado sentía. El dolor de recordarlo, de volver a repetir en su cabeza sus palabras, como dagas que se vuelven a clavar en su pecho una y otra vez.
Tomo una respiración temblorosa y volvió abrir los ojos, para inspeccionar mejor su alrededor.
Donde quiera que estuviera, estába oscuro, salvo por los dos o tres rayos débiles de luz que se colaban de la persiana.
En el ambiente se podía percibir el olor a  humedad, llenando sus fosas nasales, combinado con el silencio ensordecedor que la envolvía. Continuo mirando, pero no pudo sacar ningúna conclusión, solo que se encontraba atada y sentada sobre un suelo duro y frío, dónde sus músculos endurecidos de estar vaya a saber cuanto tiempo en la misma posición comenzaban a reclamarle, su cabeza se partía en dos y su garganta ardía como una herida recién hecha.
Pero, ¿porque? ¿quien la secuestraría?. De golpe un nudo en su garganta se formo, cortando su respiración al traer una repuesta a esas preguntas en su cabeza. ¿Acaso? ¿será charly? ¿seria el quién esta detrás de todo esto? ¿será que la quiere sacar del medio terminando con su venganza?.

"Tenías que ser tu"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora