XXI: El príncipe y el hada

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Shotaro observó la botella que le había dado el rey Jungwoo, estaba vacía. Quizá debió administrarlo mejor o quizá simplemente se debía a que tenía demasiada mala suerte y su fin estaba cerca, podía sentirlo.

Había estado siguiendo a Chenle por mucho tiempo, y Chenle no parecía querer rendirse, había que admirarle eso, Lele trabajaba muy duro, incluso cuando un estúpido guardia de Aeleph le lastimó el ala, el príncipe de Fairy nunca se rindió, siempre demostraba que quería cuidar a su pueblo.

Pero ahora no estaba muy seguro de poder seguirlo. Chenle se había encontrado con dos extraños y luego llegó un tercero en una carroza y se habían ido camino a Aeleph de regreso. Shotaro no escuchó la plática de esos tres, estaba demasiado lejos y ya estaba muy cansado. Odiaba caminar y no volar y ahora su verdadero aroma saldría a la luz y posiblemente sería acosado, necesitaba pensar en un plan.

Lo peor, es que estaba en medio de la nada y no podía acercarse a nadie a pedir ayuda.

Pero vamos, él no podía rendirse, él también era un príncipe. Observó con hambre cómo los extraños y la luz hablaban a lo lejos, ellos sí podrían disfrutar de una rica comida dentro de un establecimiento.

—¿Entonces eres el príncipe Chenle de Fairy? —preguntó Haechan.

—Así es. Lo cual es muy extraño, no pensé que estaría comiendo con los príncipes de Orenyd y Alpha en una choza en medio de un camino. —La pequeña bolita de luz se oía emocionada. —Necesitaba hablar con algún príncipe porque los reyes de Aeleph no me hacen caso, mucho menos el rey Jungwoo, fue quien me exilió de mi tierra.

—¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa? —cuestionó Sungchan con preocupación.

—Por favor créanme, yo digo la verdad, pero una cosa negra salió del muro de Fairy, donde cuenta la leyenda que en ese lugar fue encerrada la oscuridad, allí se encuentra mi Glyph, por eso viajo, para recibir su apoyo y verificar que los glyph no sean reunidos, no sabemos qué pueda salir de allí si los reunen. —mencionó el pequeño.

Los dos herederos se observaron. Johnny estaba juntando los glyph e iban a llevarlos para liberar a Madre o a cumplir lo que fuera de lo que tratara la profecía.

—No podremos ayudarte con eso, un grupo de nuestros amigos ha decidido reunir los glyph y llevarlos a Fairy. Deben estar llegando allá en este momento. —Haechan abrió la boca con mucha preocupación.

Chenle palideció, no quería que su gente muriera. No podría dejarlos, tenía que salvar su reino.

—Debo ir con ellos. —mencionó el hada.

—Vamos para allá, te acompañaremos. —dijo Sungchan, la luz era un hada y no quería que nada malo le pasara. Él era el futuro rey, debía estar alerta y proteger a todos los que lo necesitaran.

Lele les explicó por qué era una esfera de luz y por qué había escapado de su reino, que no podía volver o lo convertirían en rey y él no estaba preparado para eso.

—Ustedes están enamorados y por eso se casarán, pero yo no puedo hacer eso. —dijo la luz. —Es bonito saber que el amor triunfa al final.

Los otros dos se miraron, estaban dudando de que ese matrimonio se llevara a cabo, ya no estaban convencidos de que fuera una buena idea. Sungchan y Haechan no estaban enamorados.

—Nosotros no somos destinados. —dijo Sungchan arrugando la nariz, le estaba llegando un olor delicioso y difícil de ignorar. Rascó su nariz para que el olor se fuera.

—¿Y por qué se casarán? —dijo el hada con curiosidad. —En Fairy no hay alfas y solo podemos salir de allí a los 30 años por nuestra seguridad, nuestro olor de omega que era permanente y nuestras alas desaparecen. Yo tengo ganas de encontrar a mi destinado... Aunque... Dudo que mi alfa me quiera.

MADRE (MarkHyuck, Jichen, Johnten y NoMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora