Madre es quien elige quiénes nacen como Alfas, Betas y Omegas, elige también en cuál de los cuatro reinos debe nacer de acuerdo a las actitudes que tendrá esa persona, dejando una profecía antes de desaparecer.
"Dos alfas unidos,
enfrentarán un de...
Ten saltó a los brazos de Jeno cuando pudo reconocer un olor diferente y más cuando se dio cuenta de que podía Jeno ya no tenía los ojos nublados. Lo abrazó tan fuerte que el príncipe se sorprendió.
—Es un milagro, hueles y, por Madre, tus ojos. —Ten estaba muy feliz.
—Puedo olerte también, eres muy bonito, Ten, no puedo creer que mi sarcástico amigo y segundo mejor peleador de mi reino sea tan pequeño. —Jeno lo abrazó otra vez. Estaba tan emocionado por poder ver de nuevo. —Oh, y tienes una marca.
Ten se sonrojó y se sintió descubierto. Bajó la mirada.
—¡También tengo una! —Jeno le enseñó la suya.
Ten sonrió y se sintió genuinamente feliz al ver que Jeno había sido marcado, inmediatamente observó a Jaemin, quien hablaba con Johnny, aunque era obvio que los dos fingían hablar porque parecían estar más pendientes en la conversación de Jeno y del guardia antes que en la suya.
—Estoy feliz por ti, dile a Jaemin que te trate bien o me veré en la necesidad de golpearlo. —Ten rio.
—Diría lo mismo, pero, aún sigo sin creer que alguien como Johnny te haya marcado por sus propios intereses, eres demasiado bueno para él. —Jeno lo observó a lo lejos.
—No es tan malo, él no es malo, yo me dejé marcar. —Ten sonrió al recordar que había dicho que nunca defendería a Johnny porque era un tirano, como cambiaban las cosas en un instante. —Esto es importante para él y lo ayudaré en todo lo que pueda.
—Mientras sea tu decisión, está bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Eres demasiado atractivo. —Jeno acarició el rostro de Jaemin esa mañana. —En verdad soy muy afortunado. El príncipe del cuento fue rescatado por otro príncipe.
Jaemin se removió entre la cama, se sentía muy diferente, quizá gracias al acto de fundir sus cuerpos y sus pensamientos mediante un lazo, el nudo y la mordida estaban listos. Jaemin era de Jeno y Jeno era de Jaemin.
—¿Qué tanto dices? —Jaemin se acomodó en el pecho de Jeno y empezó a abrir los ojos.
Por la luz que entraba por la ventana quizá serían las seis de la mañana, quizá un poco más tarde. Ellos debían volver a vestirse y esperar pacientes o quizá buscar alimento. Por el momento, Jaemin agradecía sentirse tranquilo y no estar tentado por los omegas de ese país.
—Dije que eres muy atractivo y que te agradezco por salvarme. —Los labios de Jeno se posaron en la frente Jaemin. Jaemin talló sus ojos y besó a Jeno en los labios.
—Buenos días. —Saludó el alfa más delgado. —No te ha salvado de nada, tú me salvaste de convertirme en un depredador.
Los labios de ambos viajaron al otro. La perfecta armonía que tenían en ese momento se debía a la unión de dos destinados. Jaemin sabía perfectamente que negarse a Jeno le traería decepción y dolor, por eso debía ser agradecido con Madre de darle a una persona que pudiera complementarlo sin importar lo que dijera la sociedad. Jeno era su destinado y de eso no habría ni una sola duda.
—Me salvaste. —Jeno le dio un beso en la mejilla a Jaemin. —Es porque ahora te puedo ver.
Jaemin se levantó con sorpresa, se apoyó sobre sus manos en el colchón y observó fijamente a Jeno quien le sonreía con mucho amor. Jaemin no necesitó palabras porque se lanzó sobre Jeno y lo abrazó con fuerza y cariño.
Jeno aprovechó la situación y giró a Jaemin dejándolo caer sobre la cama y colocándose arriba de él.
—Aunque mi alfa estaba muriendo de orgullo ayer, quiero repetir lo de anoche. —soltó una risita. —¿Quieres estar arriba primero? —Jaemin susurró en el oído de Jeno y éste se estremeció.
Sí, ambos lo querían y necesitaban. Por ahora podrían calmarse hasta que llegaran los demás para descubrir los secretos del muro. Aunque no tenían dudas, ese lazo iba a durar demasiado y tendrían toda la vida para poder disfrutarse de sí mismos.
Ahora todos estaban reunidos frente al muro.
Jisung y Chenle tenían una sensación extraña. Ninguno de los dos olía y todos se habían sorprendido. Había sido un hechizo de Johnny y un hechizo de hadas. Maldita mala coincidencia.
Ten observaba de lejos junto con el príncipe Sungchan y el príncipe Shotaro. Haechan sostenía a Daegal muy cerca de Jaemin.
Johnny tocaba el muro.
En frente del Glyph de Orenyd estaba parado Mark
En frente del Glyph de Alpha estaba parado Jisung
En frente del Glyph de Aeleph estaba parado Jeno.
En frente del Glyph de Fairy estaba parado Chenle.
—Toquen con cuidado su Glyph y pídanle a Madre por su profecía. —Johnny no tenía idea de qué pasaría. No sabía cómo invocar a Madre.
Pero no pasó nada, el silencio consumió el lugar, las piedras que estaban puestas en el muro no parecían haberse movido ni nada, excepto una, la de Mark. La de Mark tenía una ligera luz desprendiéndose del filo del glyph y la pared. Como si tocarla hubiera activado un botón que hiciera que la piedra se sumergiera en la barrera.
—¿Por qué fue el único en encender? —cuestionó Johnny en voz alta.
Ninguno le pudo dar una respuesta coherente, Mark solo se limitaba a ver a Haechan de lejos. Jeno se dio cuenta, creía que quizá la piedra de Mark había brillado porque tenía un nudo, pero el príncipe de Aeleph también tenía una marca. Una marca con Jaemin.
—Quizá es porque estoy seguro de dónde soy, nací en Orenyd al igual que mi pareja. —Mencionó el guardia.
Eso activó la mente de Johnny y de Jeno. Mark quizá había dado la respuesta. Jeno se hizo a un lado a Jisung y tocó la piedra de Alpha. Empezó a brillar.
—No se trata de dónde crecieron, si no el lugar de dónde son sus destinados. —Habló Johnny.
Jisung y Chenle se miraron e inmediatamente cambiaron de lugar sin decir ni una sola palabra. Ambos lo sabían, pero preferían callarlo, incluso usar pociones para no oler al otro y evitar pasar por un vergonzoso celo.
Mark presionó una vez más la piedra de Orenyd porque Haechan era de ese lugar.
Jeno presionó la piedra de Alpha porque Jaemin había nacido en esa nación.
Chenle apretó la piedra de Aeleph porque Jisung había nacido en aquel país.
Y Jisung empujó el glyph de Fairy porque le pertenecía a príncipe Chenle.
Y una extraña luz comenzó a salir del muro, el gélido frío empezó a expandirse, una ligera neblina brotó e inundó el pequeño claro frente a la muralla. Los cuatro lobos sentían como si fueran succionados por algo más allá de su comprensión. La fuerza con la que habían sido arrasados no podía ser de alguien humano.
Continuará....
Holi, estoy actualizando desde el celular y lejos de mi ciudad, jajaja pero ayer subí un especial de Guardians y quería actualizar hoy antes de viajar.
De nuevo, felices fiestas y espero que nos sigamos leyendo el próximo año 🥰
