MADRE (MarkHyuck, Jichen, Johnten y NoMin)

XXXVIII: La oscuridad

El golpe de todos juntos había logrado desequilibrar a la oscuridad, habían trabajado en equipo de una forma feroz, pero ningún se sentía satisfecho, al convertirse en lobo, Chenle pudo sentir como su lazo de manada estaba más activo que nunca.

No necesitaban la voz de los otros para poder guiarse, sus pensamientos estaban conectados.

—Necesitamos ideas sobre qué hacer. —Jeno fue el primero en hablar por medio de su mente. 

—Madre, ella me dio un poder, es para convertir a humanos normales en lobos, pero quizá pueda servirnos de algo.

—Por mí está bien, necesitamos concentrarnos, necesitamos evitar que esa cosa avance y nos pueda robar energía, o que encuentre a los demás. —Mark era el más preocupado, ya no solo por su pareja, si no por los omegas de ese país.

Ellos podían sentir la conexión con la naturaleza al cerrar los ojos, podían sentir la presencia de los que los rodeaban, habilidad que Jeno les estaba compartiendo ya que así fue su vida. Oscuridad y sentir las presencias de las personas de su alrededor.

Un destello de la voz de Madre los abordó.

"Abriré el portal en unos minutos, estaré esperando para que lo encierren de nuevo"

Todos habían recibido la señal. Con la mirada estaban planeando un ataque.

Jisung fue el primero en golpear a la bestia, quien gruñó con enojo. Jeno y Mark se acercaron aún más para hacer retroceder a la bestia al muro.

Los pequeños omegas se mantenían escondidos y temblando mientras veían a los lobos pelear y a la bestia gruñir, no tardaron mucho en notar cómo una especie de portal blanco se abría.

Con el último golpe, Chenle empujó al monstruo dentro del Muro, solo que, el hada entró en el portal también, para luego, repentinamente cerrarse.

Todos los aldeanos salieron al ver que todo parecía haber acabado, estaban aplaudiendo, se sentían salvados de que el muro había succionado a la bestia, pero Jisung no podía sentirse así, no después de que el muro se llevara a Chenle también.

A Jeno no le importó mucho tampoco, él empezó a golpear el muro con enojo y rabia.

—¿Jaemin? ¡Dame a Jaemin! —su lobo interno gritaba mientras sus aullidos asustaban a las hadas.

Mark cayó al suelo a un lado de Haechan, él se convirtió en humano, Haechan simplemente lo cubrió con una manta, el príncipe ya había previsto que los lobos después de transformarse entraban en un estado de desnudez. Así que simplemente lo cubrió y prosiguió a rodearlo con sus brazos.

—La perdí, Haechan, perdí a nuestra hija. —Sus lágrimas fueron silenciosas, ni siquiera se atrevía a mirar a su pareja. Si no pudo cuidar de su cachorra ¿Cómo cuidaría a su futuro hijo?

—Tranquilo ¿sí? —Haechan empezó a llorar en silencio también. No podía permitirse perder la compostura. —Sí Johnny pasó siglos buscando reunir a los lobos malditos, nosotros pasaremos todo el tiempo buscando cómo sacar a Daegal de allí.

—¡Alteza! —Uno de los guardias omegas gritó buscando a Jungwoo.

El rey de Fairy seguía pasmado, la oscuridad era de lo más real y se encontraba en el muro, Chenle era un lobo de la profecía, su pequeño hijo, ¿Por qué se había arrojado contra la oscuridad así? ¿No fue un sacrificio o sí? Chenle saldría del muro, ¿verdad?

—¡Alteza! —otra vez gritó uno de los omegas.

—¿Qué pasa? —cuestionó el rey.

—Guardias del reino de Alpha están afuera del reino, buscan hablar con usted, es importante. —Pidió el omega.

Jungwoo ni siquiera podía negarse, así que con todo el peso y dolor en su corazón fue a ver qué solicitaban los guardias de otro reino, ellos nunca iban allí al menos que fuera una orden directa del rey, así que esperaba alguna buena noticia, porque en ese momento era lo que necesitaba.

—¡Chenle! —Jisung se convirtió en humano, realmente no le importaba que lo vieran, él estaba en conmoción y al igual que Jeno empezó a golpear el muro, como si sus golpes fueran a liberar a su pareja.

Habían perdido a Chenle, Daegal y Jaemin para siempre.

—Vístete. —Sungchan no servía para dar apoyo, pero le acercó un poco de ropa a Jisung. Era su amigo, pero no sabía cómo consolarlo. Shotaro se acercó también, tocó el muro con cuidado y se rompió a llorar.

A Shotaro le dolía mucho porque Chenle y él compartían mes de cumpleaños, eran hermanos, estaban dedicados a ser reyes y fueron educados como tal, Chenle fue su persona favorita y lo protegía de todos los que hablaron mal del hada sin alas.

El príncipe observó cómo los aldeanos se acercaban al muro y empezaban a llorar.

—Hizo el sacrificio de un rey. —Dijo una de las nodrizas.

Shotaro quería gritarles que todos eran unos hipócritas, cómo era posible que lloraran por Chenle cuando toda su vida la mayoría de los ciudadanos se dedicaron a insultarlo, claro, las personas se dan cuenta del valor de los seres humanos cuando ya no existían en este mundo. Que seres tan horribles.

—¡Él no está muerto! —Jisung suspiró. —Chenle va a volver. Él es el legítimo rey de Fairy. —Tomó una manta por el momento y empezó a hablar. —Por favor, necesito que hagan un recuento de daños y ayuden a las personas que resultaron heridas en el ataque, necesitamos idear algo.

Sungchan sonrió, Jisung no tenía mucho interés en opinar o expresarse, siempre era mandado por Lord Suh o por él, así que verlo tomar el mando lo llenó de orgullo. Jisung confiaba en Chenle y en su lazo. Confiaba en el futuro que Madre les había mostrado.

—Cumplan las ordenes de la pareja del príncipe Chenle, nosotros buscaremos la forma de sacarlos del muro. —Shotaro habló con seriedad pese a que su rostro se veía hinchado y sus ojos rojos.

La mayoría de los omegas empezaron a despejarse e ir en busca de ayuda. Necesitaban continuar con su vida después de verificar que la profecía de Madre era real y que había un gran monstruo aguardando en el muro listo para salir.

Los lobos necesitaban calmarse, enfriar su cabeza. Ten no se despegaba de Jeno, quien se había convertido en humano, ya le había ofrecido ropa para que se vistiera también. Jeno no se encontraba bien, él tampoco quería dejar ir a Jaemin y su lazo decía que el príncipe de Alpha no estaba muerto, solo se sentía débil, como si en algún momento fuera a desaparecer.

—Vamos a encontrarlo. —Ten lo animó. —Es un alfa terco, pero lo sacaremos, Johnny no pude volver a su tierra sin su príncipe.

—Nosotros no vamos a volver, Ten. —Jeno sonrió. —Nuestro destino es ir a la frontera de Alpha y Aeleph para instruir a los nuevos lobos, la oscuridad crecerá y volverá a salir en algún momento y me da miedo pensar que, Jaemin y Chenle salgan con ella...

—Jeno, calma, encontraremos la solución...

Pero esa sensación no duró mucho, un pequeño resplandor apareció en la superficie del muro, del tamaño de una pelota de tenis, apareció una esfera brillante con unas alas diminutas, Jisung sonrió, Chenle tenía esa misma forma cuando lo conoció, su corazón se encogió con ganas de llorar.

Era una bolita similar a una luciérnaga.

—¿Chenle? —cuestionó Jisung con incredulidad.

—¿Papá? —Su pequeña voz hizo que todos abrieran la boca. Los pertenecientes a la manada conocían esa voz.

Haechan se echó a llorar, los sentimientos que sentía por parte de Mark, por medio del lazo, lo inundaban, Mark se levantó y atrapó a la pequeña lucecita entre sus dedos, simplemente la acunó y la pegó a su pecho.

—Aquí estamos, Daegal, aquí estoy...

Continuará...