||Lights Down Low-Éric García||

~N.º 7

18 de agosto de 2021, Aeropuerto del Prat, Barcelona.

—Espero que vuelvas pronto, Ari, te vamos a echar mucho de menos— dijo Noah abrazando a su amiga en la puerta del aeropuerto.

—Vosotras algún día podéis venir a Madrid— sonrió separándose de su amiga.

—Eso también es cierto. Avísanos cuando llegues y dale recuerdos a tu hermano de mi parte— se despidió la canaria de Arizona.

Arizona entró al aeropuerto y facturó su maleta. Pasó todos los controles correspondientes y le tocó esperar para que comunicaran cual era la puerta de embarque dirección Madrid. Cuando la plasmaron en las pantallas, fue directa allí. El vuelo fue  corto y se lo pasó durmiendo. Desactivó el modo avión del teléfono y se encontró con unos mensajes de su hermano y otro de Marco que decía que estaba ya en la puerta del aeropuerto esperándola.

—Marco, qué sorpresa— dijo la malagueña abrazando al chico por el cuello—Pensaba que iba a venir mi hermano.

—Eso es cierto, pero me he ofrecido yo y él pues no se ha opuesto. Además, quería verte.

—Ya veo que mi hermano me quiere mucho.

Fueron andando hasta el coche del mallorquín, guardaron la maleta en la parte trasera del vehículo y fueron rumbo a la casa de los hermanos Alarcón. Nada más abrir la puerta un niño pequeño salió corriendo hacia donde se encontraba la chica.

—¡Tita Ari!— gritó Theo levantando los brazos para que su tía le cogiera.

—¡Theo! ¿Me echabas de menos?— respondió llenando de besos a su sobrino.

—¡Hola tito Marco!— saludó el pequeño.

—Hola pequeño, ¿Dónde está tu padre y tus hermanos?

—No soy pequeño, soy muy mayor. Tengo— no terminó la frase ya que señaló con sus dedos el número dos.

Los tres juntos fueron hacia el salón donde, efectivamente se encontraban Isco, Piero, Isco y Sara. Los dos pequeños fueron corriendo a abrazar a su tía, imitando el gesto del mediano de los tres.

—Ari, menos mal que has vuelto, tu hermano estaba pesadísimo con que te hubieras hecho del Barça— saludó su cuñada dándole un beso en la mejilla—Hola, Marco.

—Quiero todos los detalles de ese viaje porque el señor que tienes detrás no se digna a contarme nada. Pensé que éramos amigos, Marco.

—Y lo somos, pero eres demasiado cotilla y no me apetece alimentarte con todo lo sucedido allí— respondió Marco sentando en sus piernas a Theo.

—¿¡Cómo que todo lo sucedido allí?! Arizona Alarcón, más te vale contarme las cosas ya.

—Marco, como te gusta ver el mundo arder— rio Sara acunando al pequeño de los tres niños.

Durante casi una hora la chica le estuvo narrando a los allí presentes la gran mayoría de cosas que había ocurrido a lo largo de su viaje a Barcelona, omitiendo ciertos datos que no eran relevantes en ese momento, como por ejemplo, lo sucedido entre la malagueña y el mallorquín.

—Al próximo viaje me apunto, son fantasía pura.

—Perdona Francisco, pero tú no te vas dejándome sola con los tres enanos— discrepó Sara amenazando a Isco.

—Bueno chicos, yo me voy ya que seguro que queréis pasar tiempo en familia— dijo Marco levantándose del sofá.

Arizona imitó su gesto y le acompañó hasta la puerta que es donde se despidieron. El chico no lo pudo evitar y la besó. Besarla para él se había convertido en una necesidad.