~N.° 42

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28 de noviembre de 2021, Madrid.

—¿Es en serio?

—Sí, Ari, nunca he estado tan seguro de nada en mi vida. ¿Qué dices?

—Digo que sí— respondió sonriente la malagueña para abrazar a Javi.— ¿Has venido desde Barcelona solo para decirme esto?

—Exacto. Es que preguntarte por Whatsapp o por videollamada "Oye, Ari, ¿te quieres venir conmigo a Barcelona para vivir juntos?" Me parecía un poco cutre.

—La verdad es que un poco si lo es, la verdad.

—Igual parezco idiota, pero, ¿me puedes repetir tu respuesta?

Arizona rio, pero repitió palabra por palabra lo que le había dicho antes. No le parecía una locura, se iba a ir a vivir con el amor de su vida, no podía pedir nada más.

—Lo único que voy a llevar mal de marcharme de Madrid es no ver a diario a estos tres revoltosos— dijo la malagueña sentando a Piero en sus piernas.

—Algún día que tengamos libre podemos venir a verlos.

—¿De verdad?— preguntó ilusionada.

—Claro, sé lo importantes que son tus sobrinos para ti y si venir a verlos aunque sea un día te hace feliz, yo soy feliz. Además, se me ha ocurrido una cosa.

—Miedo me das, dime.

—Podemos preparar una habitación para ellos tres y así que se vengan unos días con nosotros allí y así Sara y tu hermano tienen un poco de tiempo para ellos— comentó acariciando el rostro de su pareja.

—Si antes era la persona más feliz del planeta, ahora lo soy muchísimo más. Te quiero demasiado, Javi.

—No más que yo a ti, mi vida.

Esa tarde la aprovecharon para pasar el mayor tiempo posible con los sobrinos de Arizona. Por su mente todo estaba pasando muy rápido, pero estaba muy feliz por lo que iba a suceder. En ese salón, se encontraban los hombres más importantes de la vida de la chica, incluyendo a su hermano aunque no estuviese allí.

[...]

16 de enero de 2022, Barcelona.

Y poniendo esto aquí, sería lo ultimo que habría que colocar. Finalmente hemos terminado con la maldita mudanza—celebró Arizona.

—Solo hemos tardado un mes y medio en sacar todo de las cajas, pero bueno.

—Bueno, eso es un detalle tonto que no es relevante— respondió la malagueña pasando sus brazos por el cuello del chico que apoyó sus manos en las caderas de ellas.

—Llevas aquí casi dos meses y aún no asimilo que vivamos juntos— se sinceró el futbolista.

—Pues créetelo porque es así.

—Tengo una sorpresa para ti, pequeña. ¿Quieres venir conmigo o quieres que te la traiga?

No dudó, quería ir con él. Bajaron a la planta principal de la casa y salieron al pequeño jardín con el que contaba la casa en la parte trasera. Cuando abrieron la puerta comenzaron a sonar unos ladridos que Arizona no conseguía averiguar de donde venían. De repente, por un lateral del jardín apareció un labrador color marrón chocolate.

—Hola, pequeñín, ¿te has perdido?— preguntó la chica acariciando al animal.

—Me da que perderse no es el motivo por el que está aquí. Tiene una nota en el collar, creo que deberías leerla.

||Lights Down Low-Éric García||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora