24 de agosto de 2021, Madrid.
—Por Barcelona la foto que subió ayer Noah no gustó mucho, sobre todo a una persona en concreto— dijo Leire al colgar la llamada con Noah.
—Es normal, ¿pero que ha pasado?— preguntó Marco.
—En el entrenamiento esta mañana a Riqui se le han cruzado los cables y le ha hecho una microfisura en el tobillo a mi hermano y se lo han llevado al hospital. Noah, Pedri y Javi están con él, por lo que me quedo más tranquila.
—Leire, no es que se le hayan cruzado los cables, es que se ha pasado de la raya— intervino Arizona después de haber vuelto del servicio.— Le ha jodido el inicio de temporada.
—Eso es cierto, mínimo es mes y medio de baja.
—Al menos hasta que vuelva sé que está en buenas manos.— dijo sonriente la catalana para que todos entendieran a lo que se refería.
Cuando todo eso sucedió los cuatro se encontraban en un restaurante todos juntos, por lo que decidieron ir a casa de Marco a pasar la tarde allí, los cuatro tranquilos. Marco llevó a Arizona en su coche y Llorente hizo lo mismo, pero con Leire. Estos dos llegaron unos minutos más tarde a la casa del mallorquín, y cuando llegaron se encontraron una escena que ninguno de los dos se imaginaba volver a ver.
—¿Pero que están viendo mis ojos? Me sabía la historia, pero no había tenido ocasión de confirmarla— exclamó Leire bajándose del coche.
—Que calladito os lo teníais los dos, eh. Bueno, sobre todo tú— señalando a Marco— también anda que no decirme nada, ya te vale— dijo Marcos pasando su brazo por los hombros de la catalana.
—No teníais otro momento para aparecer, no— rio el anfitrión de la casa—Pues lo que habéis visto es lo que es, nos hemos besado así que ya podéis figuraros lo que puede haber.
—Queremos ir poco a poco, por eso no lo sabe casi nadie. Eso sí, como os vayáis de la lengua os mato a los dos.— dijo Arizona finalmente después de estar varios minutos callada.
Entre risas los cuatro entraron a la casa del jugador de Real Madrid, pasaron primero por la cocina para coger algo de beber y después fueron directos al jardín para pasar la tarde en la piscina.
—Vuelve a hacerme una aguadilla y verás— dijo Leire a Marcos que se encontraba en una esquina de la piscina riéndose sin parar.
—A ver, ¿qué me vas a hacer tú?— respondió acercándose a ella hasta tenerla pegada a su pecho.
—No quieras saberlo— insistió la chica posando sus manos en los hombros del futbolista.
—Quiero saberlo.
Sin decir nada más Leire intentó hundir a Marcos bajo el agua, pero no salió como ella tenía pensado y fue la catalana la que acabó bajo el agua.
—Te odio— dijo quitándose el agua de la cara.
—Es mentira y los dos lo sabemos— respondió Marcos apretando más el agarre que había hecho en la cintura de la chica.—Tengo muchas ganas de besarte.
—¿Por qué no lo haces?
Esas palabras que pronunció Leire causaron efecto en el chico y no dudó ni un instante en saborear esos labios que tanto echaba de menos. Una de las manos de la chica no tardó en pasar del hombro al cuello y pelo de Marcos.
—Esto si que no me lo esperaba— dijo Marco sorprendido ya que acababa de volver del interior de la casa.
—Leire García, tú y yo tenemos una conversación pendiente— añadió Arizona al lado del mallorquín.
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||Lights Down Low-Éric García||
Fanfiction-No vas a conseguir lo que quieres tan fácilmente.