||Lights Down Low-Éric García||

~N.º 40

11 de octubre de 2021, Barcelona.

Después del viaje express a Milán para ver las semifinales de la UEFA Nations League, las chicas regresaron a Barcelona y fueron preparando la cena que Leire tenía en mente para dar la noticia a todos sus amigos.

—Todos han confirmado que vienen— dijo la catalana al ver las respuestas que había en el grupo de Whatsapp que habían creado para esa ocasión.

—Leer sus teorías me hace mucha gracia, sobre todo las de Jordi.

—Igual se piensa que nos vamos a casarnos las tres al tiempo, o algo parecido— rio Noah.

—No me creo que sea esta noche. Estoy nerviosa.

—Lei, tú tranquila. Lo más probable es que a alguno le de un infarto o algo así, pero nada grave. Yo por si acaso voy a tener el número de urgencias a mano.

—Venga, os dejo que os marchéis a casa para que os preparéis.— informó la protagonista de aquel día.

—Cualquier cosa nos llamas— dijo Arizona saliendo detrás de Noah.— Nos vemos en un rato.

Tras despedirse Noah acercó a la malagueña a la casa del futbolista del Espanyol. Todo el trayecto estuvo eclipsado por las teorías que podrían salir a la luz esa noche. Todas las que se les ocurrían eran más absurdas que las anteriores. Cuando Arizona estaba ya en su casa durante aquellos días, la canaria regresó a la suya.

—Noah— dijo Pedri al ver entrar a su hermana por la puerta— ¿No me vas a decir el motivo de la cena de hoy?

—Pedro, es que ni lo intentes porque no te va a salir bien. A las ocho y media te quiero listo en el salón.

—Entre hermanos no puede haber secretos.

—Puede haberlos. ¿No puedes ser como Fernando? Él también está invitado y no está molestando tanto como tú— respondió Noah subiendo las escaleras.

—Porque Fer no se preocupa tanto por sus amigas como lo hago yo.

—¡Te he oído!— intervino desde la cocina el mayor de los González— La diferencia está en que a mi me gusta el factor sorpresa.

Noah dejó a sus dos hermanos en la planta baja mientras ella entraba en su cuarto para ducharse y lavarse el pelo. Una vez salió de la ducha se plantó en frente de su armario sin saber muy bien qué ponerse.

Prendas que había guardadas empezaron a volar por aquella habitación acabando encima de la cama o cubriendo el suelo. Tras una larga búsqueda encontró el look perfecto para aquella velada.

Una falda corta color beige, con un top negro con un marcado escote y una americana del mismo tono acompañado de unos zapatos de tacón negros.

—¿Estáis ya listos?— preguntó la chica bajando hasta el salón.

—Para variar, Pedri no— rio Fernando al ver a su hermana— Éric va a flipar cuando te vea. Estás increíble.

—La ocasión lo merece. Ahora no lo entiendes, pero luego todo cuadrará ya verás.

—Hombre, por fin bajas. ¿Nos vamos ya?.

Los tres salieron de la casa para después subirse al coche de la mediana de los hermanos para poner rumbo al restaurante.

[...]

—Leire, por favor, relájate.— rio Pau al ver a su novia dar paseos de un lado para el otro— Todo va a salir bien. Habéis elegido el lugar perfecto.