||Lights Down Low-Éric García||

~N.º 29

18 de septiembre de 2021, Barcelona.

Los primeros rayos de luz de la mañana comenzaron a entrar por la ventana de la habitación iluminando a los dos jóvenes que seguían en la cama. Éric se había despertado antes que Noah. Le transmitía tanta paz verla dormir encima de su pecho, con ella a su lado no necesitaba más, se sentía completo cuando estaban juntos. Esta vez no quiere que nada salga mal. Suavemente le iba acariciando la espalda y el pelo de arriba a abajo. Poco a poco los ojos de la canaria se fueron abriendo.

—Buenos días, canaria, ¿qué tal has dormido?

—Bastante bien— dijo levantándose para apoyar su cabeza en la almohada y girarse para ver a su compañero de cama esa noche—¿Qué hora es?

—La hora perfecta para ir a desayunar. Aunque podemos optar por otro tipo de desayuno que igual nos gusta más a los dos.

—Creo que sé de cuál hablas y a mi me encanta empezar así el día.

[...]

—Mil gracias por lo de anoche, Éric. Ha sido perfecto— agradeció la chica cuando el coche se paró frente a la casa de la familia canaria.

—Es lo que te mereces. Creo que cuando entres te va a tocar aguantar un interrogatorio por parte de tus hermanos y Ari.

—No te rías tanto que tu hermana te va a hacer lo mismo. Te quiero— dijo Noah acercándose al chico para dejar un beso en sus labios.

—Te quiero.

La chica se bajó del coche y hasta que no entró en el interior de su casa el defensa culé no se marchó de allí. Le resultaba imposible quitarse la sonrisa que llevaba en la cara desde la noche anterior. Nunca había sido tan feliz como en ese momento.

—Noah González López, al sofá ya— dijo Arizona al ver a su amiga entrando por la puerta principal.

—Tenemos que hablar— indicó Fernando cruzándose de brazos frente a su hermana que estaba ya sentada observando a los tres que tenía en frente.

—¿A dónde te llevo Éric?

—Fuimos a cenar a un restaurante que se llama Mediamanga, ¿os suena?

—Eso ahora no interesa, después, ¿qué pasó?

—¿En serio Pedri me lo estás preguntando tú? Si estoy convencida de que le ayudaste a prepararlo todo— rio Noah al ver la situación que estaba viviendo— Tenía una sorpresa organizada, una noche de hotel con unas vistas increíbles de Barcelona.

—¿Protección?— preguntó la malagueña.

—Eso siempre.

—Y lo más importante, ¿qué te dijo?

—Eso no os lo pienso contar— respondió levantándose de donde la habían obligado a sentarse— Pero, Fer, Pedri tenéis oficialmente cuñado. Con vuestro permiso, me voy a duchar, y sin él también.

Mientras Noah subía las escaleras pudo escuchar perfectamente los gritos de emoción y de felicidad que sus hermanos y su amiga estaban dando por la información que ella les acababa de decir.

Una vez se duchó y se cambió de ropa regresó con los otros tres que seguían en el salón.

—¿Qué tal con Javi estos días?— preguntó Pedri a Arizona.

—Muy bien, ahora he quedado con él porque esta tarde se va a Sevilla que juegan contra el Betis mañana.

—Te has aclarado ya las ideas o sigues dudando— intervino esta vez Noah sentándose al lado de su hermano mayor.