||Lights Down Low-Éric García||

~N.º 13

24 de agosto de 2021, Ciudad deportiva Joan Gamper, Barcelona.

Todos los jugadores del Fútbol Club Barcelona fueron a la ciudad deportiva como un día normal aunque todos sabían que iba a ser algo distinto a lo habitual debido a las últimas novedades que sorprendieron a medio Instagram en la tarde noche de ayer. Éric pasó por la casa de los González para recoger a Pedri.

—Buenos días— saludó el canario subiéndose al asiento del copiloto y abrochándose el cinturón.

—Buenas, ¿qué tal?— preguntó Éric arrancando de nuevo el coche.

—Mejor que tú no creo. Espero que seas consciente de la que se va a liar en el vestuario cuando Riqui nos vea.

—Soy consciente, pero que no monte ningún espectáculo porque Noah y él no eran nada. Entiendo que le haya podido molestar, pero nada más.

—Me acabas de confirmar que te gusta ver el mundo arder— rio Pedri apoyando la cabeza en el reposacabezas.

—A mi él me puede decir lo que quiera, pero si empieza a decir algo sobre tu hermana o a insinuar cosas, no te prometo que no le vaya a hacer algo.

Llegaron a la ciudad deportiva y aparcaron el coche. A ellos se unió Jordi Alba que había entrado antes que ellos y también Gerard Piqué. Los cuatro fueron directos al vestuario para cambiarse de ropa para empezar el entrenamiento. Minutos después por la puerta apareció Riqui que saludó a todos sus compañeros excepto a Pedri y a Éric.

—Buenos días a ti también, eh— dijo Pedri dirigiéndose a su compañero.

—Hola— respondió cortante.

—Si tienes algún problema conmigo me lo dices y punto.

—Igual resulta que tengo lo tengo con tu hermana y en parte contigo por mentirme en toda la cara.

—Riqui te quiero dejar dos cosas muy claras. La primera piénsate muy bien qué vas a decir sobre mi hermana y, la segunda es que en ninguno de los dos te ha mentido, pero si tu te quieres montar esa película, adelante, pero la realidad es otra muy distinta.

El canario salió de la sala después de decirle eso a su compañero de equipo. Se notaba que estaba bastante cabreado por lo que fue Busquets a hablar con él para tratar de tranquilizarlo. Mientras en el vestuario continuaban Éric y Riqui, este último se acercó al internacional español para hablar con él.

—Supongo que os habréis reído bastante Noah y tú con lo que me habéis hecho, ¿no?

—No nos hemos reído de ti en ningún momento, eso para empezar. Y conmigo ese tonito lo rebajas. No hemos hecho nada que te pudiera sentar mal. Además, no sé porque te tengo que dar explicaciones cuando nunca habéis sido nada.

—Claro, ya lo entiendo. Te diste cuenta que tu oportunidad la perdiste y has aprovechado para volver a su vida quitándome a mi del medio, pero no lo vas a conseguir— respondió acercándose más y más a Éric— Yo la quiero como tú nunca vas a ser capaz de hacerlo.

—Chicos, ya— dijo Piqué separando a los dos canteranos— Tirad para fuera ya, Koeman está esperando.

Los tres salieron al verde donde empezaron con los ejercicios físicos pertinentes que les tocaban ese día. Después realizaron una serie de rondos y, para concluir, hicieron un partidillo. El equipo estaba dividido en dos. En una jugada en la que Éric tenía el balón en sus pies Riqui fue a recuperarlo y acabó clavando los tacos de su bota derecha en el tobillo del catalán. El grito de dolor que salió de la boca del barcelonés hizo que todo el mundo se frenara en seco y fuera Pedri corriendo a su lado para ver lo sucedido.