~N.º 10

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20 de agosto de 2021, Barcelona

Dos días habían pasado desde el encuentro que tuvieron Noah junto con Riqui y el comentario que este le puso a la canaria en la foto que había subido a redes sociales, pero aún así se seguía hablando de ello.

—Buenos días— saludó Pedri entrando al vestuario.

—Buenas— respondió Antoine levantando la vista de su móvil— Supongo que te habrás enterado, ¿no?

—¿De la "no cita" de mi hermana con Riqui?

—Esta conversación me interesa— intervino Busquets— ¿lo sabías?

—Nos lo contó al volver, pero yo sigo prefiriendo a otro como cuñado.

—Venga, Pedri, no nos jodas, dinos algo de lo que te contara Noah. Sabes de sobra que no vamos a decir nada de nada— insistió el catalán.

—Se besaron. ¿Ya estáis contentos?— respondió el canario guardando sus cosas en su taquilla.

En ese preciso instante entró por la puerta Éric que saludó a ese grupito de tres a los cuales miró de una forma un tanto extraña ya que no le quitaban los ojos de encima.

El entrenamiento transcurrió con normalidad, cuando terminaron junto con la sesión de gimnasio regresaron al vestuario donde se cambiaron de ropa para irse a casa.

—Oye Pedri, ¿quieres que te acerque a casa? Me pilla de camino— dijo Éric acercándose al canario.

—Pues si no te importa te lo agradecería porque mi hermano no puede venir— respondiendo agradecido.

Juntos fueron hasta el parking donde se encuentran sus respectivos coches, llegaron al del catalán y se subieron en él.

—¿Qué tal le fue a tu hermana con Riqui el otro día?— preguntó saliendo de la ciudad deportiva sorprendiendo así a su acompañante.

—¿Sabías que iban a verse?

—A ver, teniendo en cuenta que se lo dijo el día de la cena delante de mi o me enteraba o me enteraba. Muchas opciones no me quedaban. Pero eso, que qué tal les fue.

—¿De verdad quieres saberlo? Yo no sé si querría saber como le ha ido en una cita a la chica que me mola con otro chaval.

—Claro que quiero saberlo y tu hermana no me mola, no sé como tengo que decírtelo— respondió Éric frenando en un semáforo.

—Vale, si lo que tu digas.— suspiró Pedri— Te lo cuento y me explicas el rollito que os traéis Noah y tú porque no os entiendo.—hizo una pausa y continuó hablando— Pues simplemente fueron a tomarse un café y dieron una vuelta.

—Venga cuéntalo todo. No me importa, en serio.

—Sinceramente creo que te mola eso de sufrir porque otra explicación a esto no le encuentro. Se besaron, pero solo fue un beso. Ni siquiera sé si para Noah significó algo o qué porque más no nos contó por lo menos a mí, a lo mejor a Fernando le ha dicho algo más.

Durante unos segundos el silencio invadió ese coche, pero se interrumpió por la pregunta que le realizó Pedri a Éric al ver como este sonreía de lado después de haber escuchado todo lo sucedido en el encuentro de Noah con Riqui.

—Me estoy perdiendo más que en una clase de matemáticas. ¿Tú por qué sonríes ahora?

—Es complicado de explicar. Pero está todo bien, no te preocupes.

—No me puedes decir eso y ya está. Somos amigos. Quiero que me lo cuentes todo. Además me tienes que explicar ese rollo raro que tenéis Noah y tú. Entra a casa y me lo cuentas que ella no está porque se ha ido con tu hermana a casa de Javi.

El catalán no tuvo más remedio que aceptar la sugerencia del canario. Llegaron a su casa y saludó a los padres de este y salieron al jardín para hablar allí más tranquilos.

—Soy todo oídos, aunque por mi salud mental te pido que los detalles más íntimos no me los cuentes porque te recuerdo que es mi hermana. Dicho esto, me callo y te dejo hablar.

—Te lo he dicho en el coche. Es algo complicado lo que tenemos tu hermana y yo, pero sabemos lo que estamos haciendo los dos. Créeme. No voy a entrar en detalles porque la prometí que no se lo contaría a nadie, pero todo es mutuo. Lo único es que nos gustan las cosas difíciles.

—No he entendido nada— rio Pedri mirando a su amigo— ¿Me estás diciendo que lo que escuché en la cocina el día de la comida en mi casa es una especie de juego que solo sabéis vosotros?

—Podría decirse que sí. Pero Pedri, esto solo sabes tú y supongo que también Arizona y Leire, ya sabes como son estos. Se enteran de algo y tardan diez segundos en decírselo al resto del planeta.

El canario le prometió a su amigo que no diría nada. Un rato después se marchó de allí para irse a su casa. Cuando llegó se encontró con su hermana preparando una maleta.

—Vale, ahora mismo tengo muchas preguntas y no sé por cuál empezar— dijo Éric entrando a la habitación de Leire que tenía la puerta entreabierta.

—Pues tú sabrás— rio la chica.

—Vale, ¿qué haces aquí tan pronto? pensé que estabas en casa de Javi.

—Y estaba. Habíamos quedado para comer, pero luego le ha surgido una cosa y nos hemos tenido que ir antes de lo previsto y me ha traído Noah. Siguiente pregunta.

—¿Por qué estás preparando la maleta? ¿Nos vamos de viaje y no me enterado?

—Tú te quedas en casa con mamá y papá, pero yo me voy a Madrid unos días, necesito despejarme.

—¿Qué ha pasado?— preguntó Éric acercándose a su hermana.

—Pau, eso ha pasado. No me ha hecho nada, tranquilo— respondió sentándose al lado de la maleta.— El día antes de irse de vuelta a Villareal me llamó y nos vimos. Me dijo que esperaba que lo que sucedió en la discoteca que no afectase a nuestra amistad. Ahí me di cuenta lo que realmente siento por él y me rompí por dentro.

—Leire, mírame a los ojos— dijo Éric al ver como una lágrima rebelde por la mejilla de su hermana— Ningún chico se merece que tú llores por ellos, eso para empezar. Y lo siguiente si la forma de olvidarte de eso es irte a Madrid vete, pero espero que el billete de ida tenga uno de vuelta.

—Aunque a veces te quiera matar en el fondo no me imagino que no estés en mi vida— dijo abrazando a su hermano.— Vuelvo en una semana no te pienses que me iba a ir tan pronto.

—¿Te vas mañana?— pregunta a la que Leire asintió—Pues no pidas ni Uber, ni Cabify ni nada de eso, te llevo yo, ¿vale?

Después de dejar algo más calmada a su hermana se marchó del cuarto de esta para irse al suyo. Las dos conversaciones que había tenido a lo largo del día no paraban de darle vueltas en la cabeza. Riqui y Noah y por otro lado, su hermana y Pau. Demasiada información en tan solo un día.

||Lights Down Low-Éric García||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora