12: Día con los antiguos protagonistas.

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El emperador envió una carta luego de que los sureños regresaran al Imperio Sur. Pidió que los tres príncipes Mo lo visitaran al palacio por un día, señalando específicamente que sólo fueran ellos y no sus padres.

Aunque la familia era unida, la  palabra del emperador era ley. Así, Mo Ting, Mo Tang y Mo Xian viajaron al palacio del emperador cuando el sol iluminó el palacio. Por eso Liu Xiuyan se quedó con Mo Yang y Shen Lian, la pareja que había adorado cuando leyó su libro. Como era normal, estaba demasiado nervioso una vez fue convocado por la pareja Imperial para el desayuno. Usualmente, desayunaba con toda la familia y lograba concentrarse en las discusiones infantiles de los jóvenes príncipes.

Ya había convivido con la famosa pareja imperial; era lo esperado sabiendo que todos compartían la misma residencia y casi siempre se encontraban siguiendo la misma rutina sencilla. Sin embargo, nunca había estado realmente solo con sus ídolos (Shen Lian y Mo Yang) porque los jóvenes príncipes lo distraían. Pasaba mucho tiempo con Mo Ting, así que no tenía muchas oportunidades de estar a solas con sus padres.

Shen Lian era increíble. Gentil y amable, por no decir maternal en extremo. Liu Xiuyan no podía pensar en una persona más dulce que Shen Lian, quién no lastimaria ni a su peor enemigo sin importar qué. Lo admiraba por eso, y le avergonzaba admitirlo.

Mo Yang, por el otro lado… bueno, Liu Xiuyan no sabía cómo lidiar con alguien cuyo aspecto era idéntico al de una estatua. Conocía a Mo Ting, una persona extrovertida, pero no se parecía en nada a su padre. Mo Yang era bastante tenso y estoico, el tipo exacto de persona que Liu Xiuyan evitaba a toda costa cuando estaba en el mundo moderno. Le agradaba leer sobre un príncipe serio e introvertido que solo parecía mostrar emociones con su adorable esposa, pero tener que convivir con dicho príncipe a solas era bastante diferente. Solo podía rezar a todos los dioses existentes por algo de fuerza, aunque sus esperanzas no eran altas.

Liu Xiuyan pensó que el día sería normal. Ésta ilusión se destrozó tan pronto como vio a un sonriente Shen Lian parado afuera de su habitación, con una canasta de bambú en su mano derecha. Internamente maldijo a sus antepasados por ser tan crueles, antes de prestarle atención a su personaje favorito.

—Shen Lian— saludó con respeto a pesar de que por dentro estaba golpeándose a sí mismo una y otra vez.

—¡A-Yan, vamos al mercado intermedio!

¿Mercado intermedio? Ahora Liu Xiuyan estaba tan intrigado como confundido.

—¿Qué es eso?— preguntó ladeando la cabeza con confusión.

Shen Lian hizo una mueca adorable de confusión, para luego sonreir con su usual alegría infantil. Se emocionó en cuestión de segundos.

—Es un mercado que Mo Yang y Zhao Leung crearon hace tiempo. Está en la frontera de los dos imperios, por eso le decimos mercado intermedio.

Eso levantó la curiosidad de Liu Xiuyan. Como un lector apasionado, siempre estaba interesado en conocer más y más lugares dentro del universo literario. Accedió fervientemente y fue a prepararse para visitar el mercado intermedio.

Liu Xiuyan vestía las túnicas de siempre. Eran ligeras y le permitían moverse de manera libre sin tener que preocuparse por exponer piel de más. Lo que él no sabía era que esa ropa, la que él vestía tan casualmente, eran las mismas túnicas que Shen Lian usó durante sus primeros días en el palacio. La Wangfei se los había regalado con bastante facilidad, sintiendo que era apropiado. Todos en el palacio, a excepción del despistado protagonista, sabían que Liu Xiuyan terminaría siendo esposa de Mo Ting. Tenía sentido que usara la misma ropa.

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El mercado estaba abarrotado de gente para cuando el carruaje de la familia Imperial se detuvo en la entrada. Mo Yang iba cabalgando afuera junto a un considerable número de guardias, todos vistiendo el emblema de la familia Imperial para ahuyentar a los curiosos. En el interior del vehículo, Shen Lian y Liu Xiuyan conversaban tranquilamente.

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