47: El protagonista y su esposo. Mo Tang es tonto.

180 22 4
                                    

A nadie le parecía demasiado bueno que Liu Xiuyan y Mo Ting aún no se hubieran casado. Tenían un hijo y vivían juntos, pero legalmente ni existía una relación que los uniera como pareja. La boda se había planteado muchas veces, pero siempre que iban a hacerlo surgía algún imprevisto que les hacía retrasarla. Ahora, finalmente había un poco de paz en el palacio.

Hicieron la boda rápido. A la familia no le pareció tan importante, pero no querían que hubiera críticas hacía Liu Xiuyan por el hecho de que su introducción a la familia imperial había sido demasiado rápida y apresurada. Tuvo un hijo y se acostó con el príncipe. Debían apresurarse si no querían que la gente empezara a quejarse cuando supieran el orden en el que todo había sucedido. Por eso solo hicieron una ceremonia familiar que tardó poco en elaborarse, con los únicos invitados siendo la familia imperial y la familia imperial sureña que iría gracias a la intervención de los más jóvenes príncipes.

Mo Tang rogó a su madre que invitaran a toda la familia sureña. Shen Lian lo aceptó solo porque sabía cuáles eran las verdaderas intenciones de su hijo más joven. Era obvio que Mo Tang solo quería ver al pequeño Zhao Ming. En realidad Zhao Ming ya no era tan pequeño, y eso podían verlos todos aquellos que miraran al príncipe sureño en estos días. La verdad es que Zhao Ming ahora tenía una confianza que nadie jamás pudo haber imaginado de él, quién siempre parecía un chico recto y bien portado. A Shen Lian le sorprendió mucho, pero no podía opinar. Aunque en su opinión, era bueno que Zhao Ming tuviera la libertad que quería.

Así fue como toda la familia se reunió en el gran comedor a celebrar la boda de Liu Xiuyan y Mo Ting. Acompañados por su hijo, Mo Cheng, a quién su abuelo vistió con la más hermosa túnica de color azul. Liu Xiuyan no quiso opinar porque sabía lo emocionado que se ponía Shen Lian con su nieto, así que dejó que su hijo vistiera así a pesar de las muecas que hacía el bebé cada vez que veía su propia ropa. Ah, en serio era tan malhumorado como la persona a quien debía su nombre.

Liu Xiuyan estaba feliz, nunca quiso una boda gigantesca y la pequeña ceremonia familiar fue suficiente para satisfacer sus únicos deseos de boda. Ya era la pareja legal del príncipe heredero. Wangfei.

Pero a Liu Xiuyan no le importaba mucho, en su mente ya él estaba casado con Mo Ting desde que tuvieron a su hijo. Aún así le hacía feliz saber que legalmente él y Mo Ting eran una pareja casada. Además tenía meses queriendo reunir a toda la familia. Su vida sexual y amorosa había disminuido levemente desde que nació su hijo, así que quería distraerse con los conflictos amorosos de sus ahora parientes. Era bastante entretenido ver a los tontos e imprudentes príncipes Mo tratando de lidiar con sus problemas amorosos.

Bueno, el día iba a ser interesante. A juzgar por sus expresiones, ambos Mo estaban enloqueciendo por culpa de los sureños.

•••••••••••••••••

Mo Tang era demasiado obvio con sus pensamientos lascivos.

La verdad es que nadie podía ignorar el atractivo sexual que emitía Zhao Ming ahora, con sus ropas abiertas y accesorios brillantes que atraían la atención a toda su figura. Su ropa se iba volviendo cada vez más reveladora, variando siempre en la cantidad de piel que prefería mostrar. A veces eran túnicas con aperturas grandes en sus muslos, exponiendo sus bellas piernas lampiñas y rellenitas. Otra simplemente escogía túnicas que dejaban gran parte de su pecho y clavículas a la vista, además de coloridos collares que desviaban todas las miradas. Sin falta, todas eran tan apretadas como para exhibir su bella figura.

Justo ahora vestía una túnica de las que mostraban sus piernas, lo que traía bastantes miradas considerando que estaba de pie y apoyado contra un pilar. Leía, pero el libro poco interesaba. Mo Tang se veía consumido por una insoportable lujuria cada que sus ojos caían sobre el hermoso cuerpo de Zhao Ming. Esa ropa era demasiado atractiva. Nadie podría ignorarlo si lucía así.

¡Transmigré a mi novela favorita!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora