Liu Xiuyan se sentía raro.
No raro de la manera en que siempre se sentía cerca de Mo Ting. Tampoco era raro del modo que sentía antes de estar enfermo o resfriado. En realidad no sabía muy bien qué era, solo se sentía raro. Su estómago tenía cosquilleos. Y algunos olores eran desagradables sin ninguna razón.
Liu Xiuyan sabía (sospechaba) qué era era lo que sucedía dentro de su cuerpo, pero era ilógico pensar en ello ahora. Honestamente quería ignorar dicha posibilidad hasta que fuera imposible. Haber leído libros y manhwas le daba suficientes conocimientos para adivinar que su malestar solo podía ser causado por una razón particular.
En otras noticias, Liu Xiuyan podía jurar que Mo Xian ocultaba algo. No sabía qué era o qué involucraba, pero tenía un talento natural para ver que Mo Xian se escabullia lejos todas las tardes, sin avisarle a nadie de su paradero. Al principio Liu Xiuyan pensó que podía tratarse de un joven huyendo a mitad de la noche para encontrarse con su prometido, pero no tardó mucho en notar que Mo Xian rara vez iba hacia el pabellón donde se quedaban los sureños. Liu Xiuyan estaba muy intrigado y quería saber a dónde huía el príncipe.
Después de la habitual cena familiar, Liu Xiuyan se despidió de Mo Ting con la excusa de sentirse mal para que no fuera a buscarlo. Mo Ting había insistido en que podía acompañarlo y cuidar de él, pero Liu Xiuyan se las arregló para persuadirlo. No estaba orgulloso de su método…pero funcionaba con el principito.
A medianoche Liu Xiuyan se puso sus tunicas más oscuras y amarró su cabello en lo alto, disfrazando su apariencia lo suficiente para que nadie le reconociera en la noche. Salir de su habitación no fue tan difícil, pues encontró una puerta lateral que nadie vigilaba. Pudo deslizarse hacia el exterior sin atraer mucha atención. Luego tomó una bolsa de tela rústica y la colgó sobre su hombre, para recolectar cualquier prueba. ¿Prueba de qué? En realidad no tenía idea.
Escaparse fue aterradoramente sencillo. Uno pensaría que el palacio donde vivían el emperador y sus hijos tendría al menos unos guardias vigilando cada entrada. Realmente no había nada. Solo pasillos vacíos, que podían ser invadidos en cualquier momento. Ah, ahora tenía sentido que siempre secuestraran a alguien de la familia imperial. De verdad tenían una seguridad terrible.
No le costó mucho ver a Mo Xian. Bueno, tampoco es que hubiera muchos chicos de figura delgada paseándose por el palacio a esas horas. Seguirlo fue algo complicado, porque Mo Xian poseía la muy extraña habilidad familiar de desaparecer en las sombras sin ser notado. Liu Xiuyan se las arregló para no perderse (apenas) y pudo ver cuál era el destino de Mo Xian.
Liu Xiuyan casi grita de asombro el ver a Mo Xian quitarse la ropa. Se esforzó por mantener la mirada arriba mientras Mo Xian terminaba de cambiarse en un conjunto de tunicas muy diferente, de tonos azules y verdes que hacían su figura aún más delicada. Se veía hermoso, pero no entendía por qué el príncipe caminaría tan lejos solo para cambiarse de ropa. Aunque esa no era la clase de ropa que usaría frente a su familia, así que tal vez vestía así porque no había nadie cerca para verlo.
Error.
Liu Xiuyan asume que no pasaron ni siquiera veinte minutos antes de que apareciera Zhao Leji de la nada, envolviendo la cintura del joven con sus brazos. El protagonista miró a la pareja saludarse efusivamente y sintió ternura en su corazón ante lo adorable que lucían. El amargado Mo Xian podía ser bueno… interesante.
Liu Xiuyan se encogió de hombros. Bien podía conseguir algo de fanservice si los seguía.
Desde lejos podía ver qué Mo Xian estaba tratando de alejarse, pero Zhao Leji tenía un agarre tan insistente que no podía separarse ni siquiera un centímetro. Zhao Leji reía, sujetando la cintura del príncipe de tal manera que se podía ver la cercanía entre ellos. Incluso Liu Xiuyan, que era casi ajeno a ellos dos, era capaz de ver que ambos se querían bastante. No lo gritaban a los cuatro vientos, pero el afecto entre ellos era visible para todos.
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¡Transmigré a mi novela favorita!
AcakSecuela de "La esposa del soberano." (Puede leerse sin haber leído el primero) Liu Xiuyan es el fan más grande de la novela en línea "La esposa del soberano". Estuvo allí desde el principio y se quedó hasta el último capítulo, llorando, riendo y ena...